Después de Tí

Capitulo 8: Capitulo cerrado

Nathaniel Archer

No podía..., simplemente no podía sacarla de mi mente. Intentaba prestar atención a las juntas de accionistas pero nada me importaba más que saber que ella no corriera peligro. Estaba constantemente pendiente al móvil a esperas de noticias sobre las cosas que hacía ella en el día. La cuidaría aún así ella no se diese cuenta.

— Señor Archer, ¿Podría decirnos qué opina sobre el nuevo plan de mejoras y expansión de la naviera?

Apreté los dientes y mirando los documentos aún no lograba concentrarme lo suficiente. Pestañeé unas veces y terminé disculpándome.

— ¿Podría decirme nuevamente un resumen de la propuesta? Siento no haber prestado atención, no es la única propuesta que tengo en mente.

La mujer asintiendo con la cabeza respondió.

— No hay problema señor Archer. Como le estaba comentando a usted y a los inversionistas; hemos creado una propuesta para mejorar la facilidades de la naviera en Lisboa. Pensamos que es hora de amplificar la recepción de los buques mercantes. Por otro lado estamos contemplando la posibilidad de abrir una nueva delegación en Hong Kong, ya que tiene muchos clientes en el continente asiático.

— De cuanto dinero estamos hablando entre las dos propuestas.

— Para realizar ambas propuestas se necesita un presupuesto de quinientos millones de euros. Es mucho dinero, y creo que debería considerar la posibilidad de adquirir socios aunque ya eso significase que la empresa deje de ser cien por ciento suya.

Antes de que yo pudiera siquiera pronunciar una sola sílaba, Margaret entró a la junta tarde como siempre pero alcanzando lo suficiente para escuchar la propuesta.

— Licenciada Keebler, no se ofenda pero cualquier empresario con al menos dos neuronas sanas y en perfecto estado sabría que esa propuesta está diseñada para perder en vez de ganar. Fácilmente se puede hacer lo mismo con la mitad del presupuesto. Con esa presentación que acaba de dar, deja un poco en duda su capacidad de manejo de capital o en efecto..., solo quiere sangrar los bolsillos del Nathaniel Archer.

La mujer me miró indignada y ofendida y rápidamente preguntó.

— ¿Y esta mujer quien es?

Margaret impulsiva como siempre ha sido, respondió por mi.

— Soy Margaret Archer, hermana de Nathaniel y soy la que manejo las finanzas de sus tres empresas en especial la naviera.

Y que estudios puede tener usted para que venga a decirme que no se de lo que hablo y quiera difamar mi trabajo.

— Pues, además de la lógica que cualquier ser humano posee para darse cuenta de cómo quiere timar a otra persona, poseo un máster en administración de empresas y un doctorado en negocios internacionales; por ende creo que tengo base para cuestionar dicha propuesta.

Dejando su bolso en una de las sillas vacías, mirando las diapositivas proyectadas argumentó.

— Por ejemplo..., esa mejora que usted plantea hacer en Lisboa, no es necesaria. Hace cinco años se hizo una expansión en esa sucursal y hasta el momento no hay necesidad de hacer otra..., y de considerar hacerla, hay muchos contratistas y de muy buen prestigio que hacen el trabajo por una cuarta parte del presupuesto que usted está solicitando. — Agarró los documentos de la mujer y ojeandolos añadió — Pero se le hace más factible a usted, contratar a la constructora Johnson que casualmente pertenece a su familia, señora.

— No veo problema en que mi familia lleve a cabo ese proyecto.

— Yo tampoco veo inconveniente, el problema está en que ha inflado los presupuestos triplicandolos y eso aquí o en china, se llama estafar.