LA ESTRATEGIA DEL EMPERADOR 帝王 攻略

~ CAPÍTULO 31 ~

DUELOS

TIENE QUE SER UN POCO MÁS FEO

Como no le pidieron que se fuera, debe quedarse.

Duan Bai Yue sonrió, alcanzándolo felizmente.

Estaba muy vacío y extenso en las aguas termales, y Eunuco Si Xi ya había despedido a las doncellas del palacio. Cuando los dos entraron, solo se escuchó el sonido silencioso del agua goteando. Una fuente termal de color blanco lechoso emitía vapor, e incluso había un ligero indicio de olor medicinal.

Eunuco Si Xi dispuso ágilmente dos juegos de artículos de baño. Al ver que Chu Yuan no tenía ninguna intención de ser atendido por él, se inclinó y se retiró, cerrando suavemente la puerta en el camino.

Todo este tiempo, Duan Bai Yue se quedó quieto y lo miró fijamente.

Chu Yuan fue detrás de la pantalla y se cambió de ropa, pisó el agua descalzo. Todo su cuerpo se relajó y se apoyó contra la pared de la piscina, suspirando cómodamente.

Después de un largo rato, parecía que alguien se había agachado suavemente a su lado.

"¿Déjame acompañarte?" Duan Bai Yue preguntó suavemente.

Admitió que no era un hombre paciente, y rara vez escuchaba las opiniones de otras personas, pero había una persona que era una excepción: no importa la coerción; incluso cuando se encontrara con el más mínimo desacuerdo, no sería capaz de soportarlo.

Chu Yuan todavía no dijo nada, parecía no haberlo escuchado, y también parecía ... estar silenciosamente de acuerdo.

Así, un momento después, la superficie del agua se onduló.

Las dos personas se bañaron juntas en las cálidas aguas de manantial, mirando las tallas en las vigas de madera sobre ellas, pero ninguno habló.

Chu Yuan tenía los ojos cerrados, como si estuviera casi dormido.

Duan Bai Yue extendió la mano y cuidadosamente lo trajo a sus brazos.

Afuera, Eunuco Si Xi estaba pensando, desde que el Rey Xi Nan estaba presente, la mayoría de sus tareas las realizaba otra persona; estuvo inactivo por lo menos la mitad del tiempo.

Fue bastante bueno, bastante bueno.

Tal vez porque estaba realmente demasiado cansado, o tal vez porque el agua de la piscina estaba demasiado caliente, Chu Yuan no dijo nada, y en su lugar encontró un lugar cómodo en el pecho de Duan Bai Yue por su propia voluntad, continuando  con su somnolencia.

Después de que la túnica fue completamente empapada por el agua, se pegó a su cuerpo de cerca; Debajo del cuello ligeramente abierto había un cuerpo hermoso y juvenil. No había un aura imponente habitual de la del trono, dejando solo una mirada más vulnerable.