𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 29

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"Querido Abuelo;

Hoy mamá nos contó que había conseguido un nuevo trabajo, y pasaría más tiempo en casa. Había notado lo cansando que yo estaba y aunque lo negué un par de veces, internamente lo agradecía, me sentía exhausto.
Con los chicos tomamos el hábito de ir todos los viernes después de clases a la pizzería que está cerca de la escuela. Es muy linda, tiene las paredes de ladrillo y unas luces cálidas que transmiten comodidad. Claro que no comemos pizza siempre, también venden chocolate caliente, ¿Y sabes quien fue el más feliz al escuchar eso? Exacto, Harry.
Parecía un nene cuando lo probó por primera vez y me obligó a probarlo, por lo que terminamos compartiendo el resto de la taza.

Ahora es cuando me doy cuenta de que Harry siempre aparece en mis cartas.

Abuelo, no puedo dejar de pensar en él. Es la primera persona en la que pienso cuando despierto y la última cuando me voy a dormir. Me nace ese sentimiento de querer protegerlo cada vez que lo veo triste, y quiero que tenga una sonrisa en su rostro siempre, porque si él es feliz, yo también.
Amo cada una de sus facetas; desde su lado gruñón a su lado infantil, y me gusta creer que lo conozco.

Sé cuando miente porque baja la mirada y juega con la orilla de su camiseta.
Sé que finge no afectarle el que su padre los haya abandonado cuando en verdad aún le duele.
Sé que detrás de toda esa seriedad que muestra a simple vista hay un chico tierno y dulce.
Sé que su filosofía de vida es tratar a la gente con amabilidad, porque dice que de esa forma el mundo podría ser un mejor lugar.
Sé que cuando tiene frío se acurruca al lado de uno como un pollito bajo el ala de su madre.
Sé que tiene muchas inseguridades con respecto a él mismo y sé que le importa lo que la gente opine de él.
Sé que su sonrisa es genuina cuando aparecen esos hermosos hoyuelos a los lados y sus ojos se achinan con un lindo brillo en ellos.
Sé que le encantan los niños y los animales, y sé a qué lugares quiere viajar cuando la escuela acabe.
Sé que piensa mucho más de lo que dice, y también sé que carga siempre una pequeña libreta en su mochila por si tiene un arranque de inspiración.
Sé que finge no saber muy bien tocar la guitarra cuando yo le enseño, solo para pasar más tiempo juntos.

Conozco sus miedos, lo que lo persigue en sus pesadillas, pero también conozco sus sueños y sus más locas ideas.

Pasamos un montón de tiempo juntos, como podrás ver. La mayoría de las conversaciones profundas se dan cuando nos quedamos hablando por llamada hasta tarde.

Creo que ya te lo había dicho, pero es un chico genial, y estoy agradecido por haberlo conocido y que él me permitiera ser parte de su vida.

–Con amor, Louis"










C.

QUERIDO ABUELO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora