𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 66

143 19 48
                                    

Cinco meses después.

–¡Dios! Odio literatura –se quejó Niall mientras salíamos del salón donde habíamos rendido nuestro último examen del año.

–Creo que esta vez me fue mejor que la anterior –hablé mirando atentamente los pasillos llenos de estudiantes saliendo de sus exámenes.

–Lo dices porque tu amas literatura –el rubio se cruzó de brazos siguiéndome–. ¿Buscas a tu novio?

–Sí –sonreí pensando en el ojiverde–. Tenía su examen de química, y estaba un poco nervioso.

–Ahí está –apuntó delante de nosotros. Harry se encontraba en su casillero acomodando unas cosas dentro de él–. Iré a buscar a los chicos, nos vemos en la salida.

–Adiós –me despedí caminando hasta el rizado. Al llegar, lo tomé de las caderas por detrás, asustándolo–. Hola Hazza.

–Louis, me asustaste –se giró con un puchero. Pasó sus brazos por mi cuello jugando con mi cabello.

–Lo siento bebé –reí acercándome para besar su puchero. Al separarme pude notar su linda sonrisa–. ¿Cómo te fue en tu examen?

–Supongo que bien –se encogió de hombros para separarse y cerrar su casillero. Acomodó su mochila en su hombro y me ofreció su mano–. ¿Qué tal te fue a ti?

–Eres un traidor –chillé ignorando su pregunta, tomando su mano para ver el esmalte color negro en sus uñas–. Dijiste que te las pintarías de amarillo.

–Lo sé pero se me acabó ese color –me miró con una sonrisa divertida. Entrelacé nuestros dedos para comenzar a caminar a la salida de la escuela.

–Amo como se ve el amarillo en tus uñas –respondí tomando nota mental para comprarle un esmalte de ese color–. En realidad amo tus uñas pintadas de cualquier color, te hacen ver hermoso.

–Gracias Lou –se acercó para darme un rápido beso y caminamos al estacionamiento para llegar al auto de Liam.

Era época de exámenes, y hoy fue el último de todos. Como era nuestro último año antes de la universidad, necesitábamos obtener las mejores calificaciones, y creo que lo logramos porque al ver la cara de los chicos al llegar podía notar su felicidad.

–Arriba todos, vamos a comer algo –avisó Liam abriendo la puerta del piloto.

–Genial, muero de hambre –se quejó Niall subiendo de copiloto.

–Siempre tienes hambre Horan, no sé de qué hablas –dijo Zayn burlándose del rubio.

Llegamos a la pizzería de siempre. Durante el año habíamos venido tantas veces que los meseros y cocineros del lugar ya nos conocían.

–¡Hola chicos! –nos saludó Celia cuando tomamos asiento en la mesa de siempre. Ella era una mesera de unos cuarenta años que siempre nos atendía.

–¡Celia! Tanto tiempo sin verte –saludó Niall frente a mí.

–Nos vimos hace una semana Niall –rió Celia y luego nos miró a Harry y a mí–. ¿Cómo están los enamorados?

QUERIDO ABUELO Where stories live. Discover now