My Hetero Crush |T.K| ✔

2

Jungkook

Al día siguiente le eché la bronca a YeonJun y por supuesto, Soobin se puso de mi lado.

—¿Tú eres tonto? —Soobin le propinó un golpe en el hombro mientras me ayudaban a dejar mi maqueta de ciencias sobre mi banco. Ese día YeonJun y yo volvimos a sentarnos juntos. —¿Cómo vas a obligarlo a que le pidiera una cita?

— ¡Solo quise darle un empujón! A que no estuvo tan mal... ¿No, Kookito? —YeonJun me observó mientras que con su mano derecha se peinaba el cabello azul tranquilamente.

— Podría decir que el rechazo no fue espantoso. — comenté con sinceridad — pero estoy seguro que Taehyung va a mirarme mal cada vez que me lo cruce.

— Tú me dijiste que no pareció haberle molestado. — acató YeonJun — tienes suerte de que no se haya burlado de ti como otros lo harían — y luego en voz muy baja como si esto se tratara de un dorama dijo:  —o tienes suerte de que no se haya aprovechado de tí y tu bondad, Kookito.

—¡Ya encontrarás a alguien mejor, Jungkook! —me animó Soobin mientras una alumna se lo llevaba por delante. Ambos se disculparon y la chica pelirroja se sonrojó al ver a Soobin. Demasiado alto y guapo para su gusto.

—No hay nadie mejor que Taehyung. —comenté bajito poniéndome tímido, por lo que me avergoncé —¿Y si le insisto? Quizás podamos salir a dar un paseo o ir por un helado, como amigos.

—Ni tu mismo te lo crees, Kookito.

— Será mejor que te olvides de él. — dijo Soobin con media sonrisa en el rostro — ¿De qué te sirve perseguir a alguien si no le interesas amorosamente? Es hetero, no creas que lo vas a hacer cambiar de parecer... ¡A menos que te vistas como una chica y te pongas unas manzanas como si fueran tetas!

Los tres soltamos una carcajada que provocó que algunos de mis compañeros nos observarán como si fuéramos tres locos salidos de un manicomio.

—Jungkookito no va a vestirse como una chica, no tiene porqué cambiar para gustarle a alguien. Pero Soobin tiene razón: Taehyung es hetero, tienes bastante complicada la cosa.

— ¿Acaso crees que no lo sé, genio?

— ¡JEOOON! — gritó una voz gruesa desde la puerta. Todos los demás voltearon sabiendo que era Taehyung. Pero yo casi pego un salto cuando él se acercó y casi que me lanza el libreto hasta el pecho. — ya están las fotocopias, luego págame por esa.

—Hyung... ¿Porque compraste esto? yo podía ir a buscarla

— Solo había diez copias y eran las últimas dos. — Taehyung observó a los amigos de Jungkook sin saber cómo se llamaban, pero aún así los saludó — ¿Qué tal?

— Hola, Taehyung. — Soobin y YeonJun hablaron al mismo tiempo. Mientras yo sacaba de mi mochila el dinero para pagarle a Taehyung por la copia del libreto.

— Aquí tienes, Hyung. — cuando le entregué el dinero nuestras manos se rozaron y yo la aparte con rapidez.

Y por supuesto Taehyung notó ese extraño movimiento apresurado.

Cada día creo que soy más inútil. Él no tiene idea de cómo mi corazón se acelera cuando lo tengo así de cerca. YeonJun en cambio parece querer reirse y Soobin está internado evitarlo a toda costa.

—En fin, te veo en el ensayo, Jeon.

Yo le contesté con una sonrisa y la cara hecha un tomate. Cuando salió del aula yo solté el aire que no sabía que estaba conteniendo, y YeonJun soltó una estrepitosa risa.

—¿Qué te hace tanta gracia? — pregunté de mala gana guardando el libreto.

— Es que pareces una estatua cada vez que él chico está cerca de ti. —él se seguía riendo mientras que Soobin me pedía disculpas — no sé si lo notaste pero hay una gran tensión sexual entre ustedes dos.

Yo abrí la boca para decir algo, pero nada salio.

— ¿De qué hablas? — terminó por preguntar Soobin.

Y por fin YeonJun dejó de reírse.

— Es el único que te llama por tu apellido y cuando lo hace sus hombros se inclinan hacia tí. Sé leer el comportamiento de las personas.

—Te equivocas. —dije rápidamente — Taehyung siempre se inclinan hacia adelante cuando habla. Lo sé porque en teatro también le pasa, quizás tiene un problema en la espalda o algo.

— O puede que no —YeonJun levantó las cejas de arriba abajo. —¿Y si es gay?

—No, en mi salón todo el tiempo está coqueteando con Rosé, olvídate de eso, Junnie.

— Lástima — le respondió él y Soobin tuvo que irse porque la clase estaba por comenzar.

— Lástima —dije con un suspiro pesado.