My Hetero Crush |T.K| ✔

28 🔥💟

Antes de empezar voy a comunicar que lamentablemente me veo en la obligación de no usar palabras fuertes ni menciones explícitas a lo loco, por todo el tema de wattpad. Recuerden que si no les agrada leer escenas sexuales, están en todo su derecho de pasar de capítulo y continuar con la historia, después de todo, este tipo de escenas no aportan mucho a la trama y a Wattpad al parecer no le gusta (maldito seas) este tipo de contenido. Ustedes ya saben que se estuvieron eliminando historias con contenido +18 y no me agradaría que me sucediera algo así. Este lemon intentará ser lo menos mencionable y explícito posible, dando lugar a una primera vez tierna y experimental.

Espero que sea de su agrado.

Taehyung

Estaba sucediendo, se lo estaba haciéndo a Jungkook. Yo lo estaba disfrutando, aunque él...

Bueno, él sigue chillando del miedo.

— Este... ¿Estás seguro que va a entrar? — sus ojitos brillaron tiernos por el sol de la tarde. — Te mide demasiado, yo no creo que...

— Claro que va a entrar. — lo tranquilice con un beso largo y profundo, luego me acomodé entre sus piernas y le besé el cuello. Oh, esa piel tan suave, tersa y sexy que tanto me gustaba ver, ahora me volvía loco. Me hacía estar en las nubes, quizás volar. — luego vas a pensar que mis dieciocho centímetros no son suficientes para ti — agregué riendo y cerrando los ojos por un momento, sintiendo la calidez emanar de su cuerpo, tan esculpido y perfecto.

Realmente yo miro a Jungkook y me dan ganas de hacer más ejercicio para quedar como él. Pero luego recuerdo que solo es un vago pensamiento y se me pasa.

—Tu eres más que suficiente para mí, Kim Taehyung.

Eso me hizo sonreír como un bebé al que le traen un nuevo peluche para dormir tranquilo por las noches

— Jungkook... Prometo ser cuidadoso.

Él solo asintió con la cabeza y yo me acomodé sobre él, para no aplastarlo.

Y se dejó llevar.

—Uhg...

— ¿Duele? — le susurré al oído, acariciándo su negro, ondulado y brillante cabello. — ¿Está molestando, Jungkook?

— Es... Distinto.

No entendí muy bien por qué dijo algo como eso, pero luego la lámpara de la cabeza se me encendió y solté una risa, luego él también río, pero su voz dulce dejó de sonar cuando estuve completamente dentro suyo.

A pesar de tener puesto un condón, de calidad ultra fina, juraría que puedo sentir su piel, cálida y apretada.

Jungkook estaba demasiado apretado y para mí eso fue la gloria. Ninguna otra chica se comparaba con ésto.

Esto es lo que a mí me enloquece: es la primera vez que estoy sintiendo la estrechez que tanto anhelé durante años. La libertad que tanto deseaba y ahora la tengo, nada más ni nada menos que con la persona que quiero desde hace tres años en secreto.

Un hombre, no una mujer.

No...

Una persona.

Jeon Jungkook, mi vida.

—¿Vas bien? — pregunté algo alarmado al notar que él estaba conteniendo el aliento por más tiempo del requerido. La frente le estaba sudando, pero aún así sus ojos brillaban deseosos por tenerme junto a él, dentro de él.

—Puedes moverte... Creo que el dolor ya pasó.

Me aseguré de que él estuviera lo más confortado posible y seguí con mis movimientos. Debo admitir que no podía moverme con la misma libertad y rapidez que con una chica, dado que estar con él implica más calidez y atención.

Pero ésto era todo lo que más ansiaba en toda mi vida. Yo estaba haciendo que Jungkook se retorciera de esa manera tan placentera, yo le estaba haciendo gemir, casi gritar, mi nombre

Mi maldito nombre. Y oh, Dios, se escuchaba tan pero tan rico.

—Me gustas tanto, Jeon. — le dije antes de besarlo para luego moverme más rápido. Jungkook y yo nos sentíamos cerca del orgasmo. Faltaba poco y él lo sabía, porque me estaba arañando la espalda con más fuerza de la que yo hubiese pensando.

Sus uñas, cortas y algo débiles, se estaban clavando en mi piel, dejando marcas que recordaría en el día siguiente, o quizás en unos minutos. Ese roce tan sensual y doloroso, me estaba haciendo delirar como a un loco.

Y me gustó que fuera así.

Nunca nadie me había rasguñado con esa fiereza amorosa y sensual. Esa fiereza necesitada.

Y entonces, Jungkook me abrazó y yo me moví más rápido aún sin dejar de besarlo. Sus labios se estaban. hinchando por culpa de los míos y eso lo hizo gemir aún más alto, pero todo quedó atorado entre nuestras bocas, deseosas de placer.

Pero el amor y el deseo seguía predominando en toda la habitación.

Y cuando ambos quisimos darnos cuenta, sentimos el recorrido eléctrico del orgasmo venir en conjunto.

Cuándo todo se hubo calmado, tiré a la basura mi condón y traje unos papeles para limpiar a Jungkook. Luego nos ducharíamos.

—Me siento vacío — dijo entre risas algo tontas. — ¿Y tú, Taehyung? —me miró meloso y como si yo fuera un bebé.

Un sentimiento pleno me invadió el corazón y el cuerpo, entonces lo supe. Supe las palabras exactas que debía mencionar.

—Me siento amado, Jungkook. Libre y aceptado, mi amor.