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Taehyung

Mis padres son tan fáciles de convencer.

Aquel día falte a la escuela con la excusa de que me habían comunicado que varios profesores iban a faltar. Ciertamente no tenía ganas de ir, pues tenía un examen muy importante y era mejor no darlo, porque no sabía nada. Literalmente nada de nada.

Tampoco podía hacerme un machete decente ya que la profesora de química todo el tiempo estaba viendo banco por banco si alguien no hacía un movimiento extraño.

Así que falte. Y... Creo que hubiera sido mejor haber ido; Jungkook me llamo diciendo que me había extrañado y yo ciertamente no pude decirle lo mismo, porque ni siquiera me había preocupado por él al faltar a clases. Mi cerebro solo había registrado el exámen y nada más.

Jungkook me dijo que la obra se iba a cancelar y luego, muy bajito me contó que al parecer Jimin y Yoongi se traían algo entre manos.

Inmediatamente yo llamé a mi mejor amigo para preguntarle al respecto, pero no contestó ni una sola de mis llamadas y de hecho los mensajes ni siquiera le llegan. Su último momento de conexión en WhatsApp había sido hacia ya dos horas.

Decidí que lo mejor sería no molestarlo, así que simplemente me dirigí a la casa de Jungkook, en dónde siempre era bienvenido y le di una sorpresita.

— ¡TaeTae! — gritó con emoción al verme en su puerta con unos bombones de chocolate.

— Hola amor. Traje ésto, ya que hoy no fui a la escuela... —  me rasqué la nuca y le ofrecí una sonrisa tímida. Esto de las cursilerías se me daba fatal.

Yo me veo como un tonto siento tan enamoradizo. Pero si a Jungkook le agrada...

Cuando pase a su casa fuimos directo al cuarto. Su mamá como siempre estaba trabajando. Jungkook se sentó frente a su piano y anoto algo en las partituras.

— ¿Vuelves a escribir canciones otra vez, bebé?

Él asintió con la cabeza y tomó un chocolate con agrado, yo sabía lo mucho que le gustaban. Verlo comer con las mejillas regordetas porque sí, es un bestia. Pero a mí me encanta.

— Estoy escribiendo una, estoy algo aburrido, pero aún así confío en que me saldrá bien.

Yo me acosté en su cama y lo mire de costado.

— ¿Podrías cantar algo para mí? Nunca te oí cantar ni tocar nada. — me llevé un bombón a la boca y lo mire alzando las cejas. El cabello se me fue un poco hacia adelante y casi lo muerdo. Debería cortarlo — eres mi bebé, así que exijo que me cantes algo.

Él hizo un puchero, al parecer le daba algo de vergüenza. Así que le dije:

— Si me enseñas como cantas, yo te muestro mis pasos de baile al estilo de los ochenta ¿Va Jeon?

Él hizo una "o" con la beca y yo me reí. Es un Conejito bebé sin dudas, maldita sea.

Y entonces comenzó a tocar el piano. Me pareció maravilloso, él tiene un gran aprendizaje en los instrumentos. Todo en él está bien. Desde sus dedos que se mueven con destreza y libertad hasta su expresión tranquila por estar conmigo aquí, entre la privacidad del cuarto y la música. La melodía es muy linda, hasta parece algo sensual.

Pero entonces, comenzó a cantar la letra y yo me sentí flotar entre las nubes.

Unos minutos después me encontraba secando mis lágrimas.

— Jungkook... Tu voz... ¿Eres un ángel?

Jungkook se subió sobre mi y me abrazó con fuerza.

— ¿Porque lloras?

— ¿La canción se llama Still with you?

— Sip... Bueno no es ningún misterio, Hyung. Lo digo en casi todas las estrofas Jajaja. Oye... No llores.

Su aliento se acercó a mi oído y deje de llorar como una magdalena cuando me besó la oreja por sorpresa.

— ¿Ya estás travieso? — dije mirándolo a los ojos entre algunas lágrimas.

— Solo te estaba dando besos. — y luego me sonríe con malicia y avidez. Todo en él está más que perfecto — pero así lo querés, puedo ser muy travieso. — se quitó la remera y yo llevé mis manos instintivamente a su pecho.

Sus pectorales algo marcados estaban duros al igual que sus pezones, rosados y firmes. Me senté bien pero al segundo lo coloqué debajo de mí y besé esos pezones tan rositas.

—Mgh... — gimió bajito y me acaricio el cabello.

— Oye, ¿Bebé? —  cuestioné bajando el cierre de su pantalón — ¿Este sábado te gustaría venir conmigo a un bar? Ya sabes, tomar un poco de alcohol y salir a bailar. Serán solo dos horas, no más porque no me gustaría quedar completamente ebrio.

— Claro... Si es contigo esta bien. ¿Vas a cuidarme, verdad?

— Claro que si, amor. — y volví a besar su cuello con calma y ternura.

El resto de la tarde, Jungkook se deshizo entre hermosos gemidos como cantos debajo de mi cuerpo caliente deseoso de libertad.

No pude evitar pensar mientras él dormía sobre mi pecho, que se trataba de un ángel que me estaba llevando a lo más alto del cielo.

My Hetero Crush |T.K| ✔Where stories live. Discover now