My Hetero Crush |T.K| ✔

17

Taehyung

Yo sabía perfectamente por qué las palmas de mis manos me estaban sudando tanto como lo hacían ahora. La causa de mi nerviosismo se debe nada mas y nada menos que a Jeon Jungkook.

¿Qué puedo decir al respecto? El resto de la cita luego del cine fue estupendo, pero siento cómo si yo no hubiese estado presente en ningún momento. Lo llevé a comer pasta italiana a un restaurante especial y él me habló de lo que le gusta leer, me contó que su papá había muerto hace unos años y yo le dije que lo sentía de verdad. Jungkook también me comentó que su madre era contadora y que por esa razón podían permitirse el lujo de comprar muchos instrumentos y pagar clases privadas y particulares. Qué decir, yo le dije que mi padre era abogado y mi madre también contadora pero internacional, por lo que se la pasaba haciendo muchos viajes o trabajando directamente por sitios web. Él pareció alegrarse por tener muchas cosas en común, hasta que me preguntó cómo eran mis papás y yo solo pude decirle que eran buenas personas, pero demasiado perfeccionistas y creyeses de una religión que a mi me daba exactamente igual.

Jungkook me dijo que su mamá no creía en nada, solo en la suerte y las coincidencias. Nunca le había gustado la religión porque desde pequeña la habían obligado, eso me dijo Jungkook.

Luego de ir a comer estuvimos paseando por unas librerías y yo le dije que no leía mucho, que prefería salir de fiesta con mis hermanos. Tuve que hablarle de ellos porque él se interesó mucho.

Y en cierta forma a mi me gustó que él se interesara por mi vida, nunca nadie lo había hecho de esa forma tan sincera y romántica.

A veces cuando miro a Jungkook me digo a mi mismo que no debería romperle el corazón.

Pero ahora que estoy por dejarlo en la puerta de su casa, estoy pensando que debería cortar con todo esto.

Solo quiero largarme a llorar, porque Jungkook hace que me sienta tan libre que siento que soy capaz de hacer lo que sea. Jungkook me hace sentir bien y cómodo y eso me aterra.

Estaciono el auto frente a su casa y apago el motor por un momento, ya que el ruido era muy molesto. Cuando me atrevo a mirar a los ojos de Jungkook, él me está viendo con una sonrisa y ojos brillantes. El día se pasó rápido y la tarde ya está dando paso a la noche. Me pregunto si Jungkook podrá dormir ésta noche por culpa de la película que vimos.

- Te dejaré en casa - le dije al salir del auto. Le abrí la puerta y cruzamos la acera hasta llegar a la puerta de su casa. - Nuestra cita fue linda - dije acercándome a él mientras lo acorralaba contra la puerta. Jungkook puso sus manos en mis hombros y yo en sus caderas.

Ni siquiera estaba pensando en lo que estaba haciendo.

Lo apoyé contra la puerta y lo besé con fuerza mientras su cuerpo se acercaba cada vez más al mío. Un olor de perfume que no había notado antes se desprendió de él como si fuera magia.

Sus labios recorrieron los míos y yo los de él mientras mas lo apegaba a mi, mas quería sentirlo.

Pero justo cuando estuve por adentrar mi lengua en su boca, la puerta se abrió y Jungkook casi cae al piso de no ser porque lo agarré a tiempo.

Su mamá nos miró como si hubiera cometido el peor error de toda su vida.

- Ya me parecía raro que no entraran. - dijo y me invitó a pasar. - ¿Taehyung cierto?

- Así es... - le tendí la mano con amabilidad pero con el corazón por los pies. Jungkook me miraba exaltado y algo asustado. Yo estaba aún más asustado que él. Alguien me había visto besar a un chico, esto no estaba bien -Em... yo me estaba por ir. - le sonreí a Jungkook también escapando de la conversación que tenía pendiente con él. - gracias por hoy Jungkook.

Casi que salgo volando de la casa.

Cuando me metí al auto, vi que Jungkook solo me observaba desde la entrada, parecía dolido, pero quien se estaba rompiendo era yo.

Arranqué el auto con mente en blanco, tan solo sintiendo los últimos segundos de ese beso apasionado que le acababa de dar. Mis manos estaban temblando frente al volante pero me contuve conduciendo bien hasta llegar a casa.

Solo que... no sabía en que momento me había puesto a llorar.

Tuve que aparcar el coche en la cuadra de casa y quedarme allí, viendo ese lugar que me reprimía por completo. Viendo el lugar en donde no podía ser como yo quería.

Y seguía llorando. Por dejar a Jungkook así y por ser un miedoso. Tengo miedo de él y de esto que me está haciendo.

¿Por qué quise ir enserio? ¿Tanto me interesa Jungkook? ¿A ese extremo?

No sé si estoy listo para una relación. Pero negar lo que siento por él ¿esa atracción puedo dejarla ir y volver a mi rutina?

Salí del auto y aún con lagrimas surcando mis mejillas, puse las llaves en la puerta de casa. Me limpié las lagrimas y antes de entrar esperé un poco a que mi expresión se suavizara y pareciera de lo más normal posible.

Entre con media sonrisa falsa a casa. Mamá y papá estaban haciendo cuentas del trabajo y cuando quise ir a mi habitación, mamá llamó mi atención.

- ¿Qué haces con ese atuendo, amor? - también escuché que papá se reía, yo usaba ese traje solo en ocasiones especiales y ellos lo sabían. Era mi traje de la suerte.

- Tuve una cita - dije volteándome en la escalera para mirarlos a la cara.

- ¿Ya tienes otra chica nueva, hijo? - preguntó papá confundido, claro si tan solo la semana pasada estaba persiguiendo a Rosé. Ellos escuchaban mis insistentes quejas porque siempre hablaba con Jin a los gritos sobre chicas.

El corazón me dio un golpe al oír eso.

- Claro, papá. La chica es genial. De las mejores - mentí con mi sonrisa cuadrada animada, solo que yo estaba roto.

- ¡Nos alegramos mucho, no olvides presentarla, corazón! - me animó mamá.

Yo solo me alcé de hombros y les dije que estaba cansado e iría a mi cuarto. Cuando llegué cerré la puerta tras de mi y me dejé arrastrar hasta sentarme en el piso con la rodillas flexionadas. Metí mi cabeza entre ese hueco y solté todo lo que no había llorando durante años.

- Jungkook no es una chica, es un chico maldita sea. - susurré tragándome las lagrimas saldas como el mar - Es lo que a mi me gusta, lo tiene todo... Tiene todo lo que deseo. Mamá, papá, me gustan los hombres, no las mujeres ¡Entiéndanlo, sigue siendo amor!

Y seguí y seguí llorando.