Nicole Anderson es una hibrida que junto con su hermano Erick, deciden ayudar a la familia Cullen cuando está esta en problemas con la "Realeza" a causa de una pequeña, que por lo visto, también era hibrida. Pero Nicole no esperaba que cierto lobo...
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Casa de los Anderson
CAPITULO 8
Pov Nicole Enderson
Estaba sentada en el auto después de haber dado las indicaciones a los hombres de la mudanza, que en este momento estaban con mi hermano terminando de guardar todo en el camión. Lo más lógico sería que yo haga ese trabajo, porque entre los dos yo era la que tenía más fuerza, pero Erick me insistió en que sería extraño ver a una chica cargando cajas que tienen el triple del peso que yo, eso teniendo en cuenta que no era muy grande, por lo contrario, era muy pequeña. Pero como dicen por ahí, lo bueno viene en frasco pequeño. O eso creo.
Mi hermano entro al asiento del copiloto y me sonrió.
-Ya todo está listo, vamos. - y con esa indicación encendí el auto que era un todo terreno que me había regalado mi hermano y lo puse en marcha. - Me llego un mensaje de la señora que nos venido la casa en Forks para decirme que la llave la encontraríamos en una maseta. - dijo extrañado y yo me reí.
-Es mejor no preguntar. - le dije poniendo algo de música. - Te veo algo emocionado. - le dije viéndolo durante unos segundos para después volver a centrarme en el camino, él me miro sorprendido para después mirar por la ventana. - Cuéntamelo. - insistí y el soltó un suspiro.
-Es que aún no estoy seguro. - susurro pensativo. - estos días me estuvieron pasando cosas raras que aun no entiendo, por ese motivo hable con Sarah para que cuando pueda vengar a vernos. - cuando me dijo eso me sorprendí gratamente.
-Eso es bueno, pero que es exactamente lo que te sucede. - le pregunte sintiéndome un poco preocupada. Nosotros no convocábamos a nuestra tía por temas simples, sino que, por lo contrario, por asuntos un tanto graves, como nuestro nacimiento. -Sabes que puedes contarme lo que sea, no diré nada. - le recordé viendo por el espejo retrovisor, como hacia una mueca.
-Creo que me estoy ilusionando. - suspiro pensativo. - resulta que cuando estábamos en Forks sentí una esencia diferente, una especial. Como la que se siente cuando encuentras a tu compañero. - cuando dijo eso pare de golpe haciendo que me tocaran la bocina. Pero no me importo. - ¿Qué te pasa loca, quieres medio matarnos? - dijo en tono divertido mientras sacaba la mano por la ventana y hacia un movimiento a los autos de atrás para que avancen por uno de los lados.
-Porque demonios no me lo dijiste, y encima dejaste que te sacara de ahí y te alejara de tu alma gemela. - le dije sintiéndome mal. Yo no soy una persona que fácilmente se ve afectada por las situaciones de la vida, pero Erick era mi debilidad, al igual que Paul, aunque aún me descoloca ese último hecho.
-Bueno si me hubieras dejado terminar te hubiera dicho que no lo sentía de forma común, sino que era tan leve que apenas podía captarlo. - termino contándome al mismo tiempo que me pedía poner en marcha el auto, algo que hice unos segundos después de salir de la confusión.
