Régalame un beso © (TERMINADA Y COMPLETA)

Parte 8 - Andrew

Capítulo 8

Andrew

—¿No has dormido todavía? Tienes unas pintas espantosas. Más vale que Mason ni siquiera te vea —lanzó Jeremy al aire.

—¿Realmente tengo tan mal aspecto? —Saqué un espejo del bolso y miré mi reflejo. No había tenido tiempo de maquillarme con todo el ajetreo de la mañana. Pero iba a necesitar una buena dosis de corrector, en eso tenía razón. Tenía ojeras en forma de ataúd bajo los ojos. Me pasaba por la perfumería de camino a casa para coger algo básico que pudiera disimular la cara que llevaba. Preferiblemente cosas profesionales de Halloween.

—No diría que es malo, porque con esa carita, hasta podrías ser el mismísimo diablo, de todos modos, te ves bien.

—¡Gracias por animarme!

—Chicos, ya no la soporto. Parece una perra en celo —Britanny miró al otro lado de la cafetería, donde Jennifer estaba sentada junto a los otros chicos del grupo. Su rostro ardía como una llama.

—¿Cuál es tu problema ahora, mujer? —dijo Jeremy.

—No es mi problema, no hay ningún problema conmigo, el problema es ella. Ahora empezó a meterse con Peter. No tiene suficiente con Andrew, ahora tiene que meterse también con Peter. —Se enfadó.

—¿Andrew y Jessica son novios? —pregunté con curiosidad. Jeremy y Brittany me miraron con una sonrisa traviesa—. ¿Qué, he dicho algo gracioso?

—No, no. —Jeremy miró a Brit con complicidad—. Solo queremos saber lo que tú quieres saber sobre Andrew.

—¡Oye! No me importa Andrew —mi rostro estaba tan caliente como las mejillas de Brit antes —, solo pregunté por curiosidad. Además, fuiste tú quien sacó el tema —la acusé.

—Esa zorra se mete con todo el mundo. Cree que solo por ser rubia y guapa y tener contactos puede hacer cualquier cosa. —Me sorprendió ver a Brit, que era tan reservada, hacer comentarios tan agresivos sobre Jes.

—Ahh... por favor, Brit. Jessica no tiene que creerse en nada. Puede, porque puede. —Miró en dirección a la rubia y solo le faltó babear.

—¡Eso es asqueroso, Jeremy! ¿Tú también? —le regañó Brit. Yo también le miré con una mueca.

—Mira, ahora pago yo. A ver, chicas, no soy de hierro. Está buenísima y, seamos sinceros, ¿qué hombre no la mira con ganas de hacerle de todo? —Suspiró profundamente.

—Un hombre con valores, Jeremy —dijo Brittany, perentoriamente.

—Bueno, qué puedo decir, llámame lo que quieras, pero si esa gata se me echa encima, pierdo toda la compostura, por no hablar de mis valores. Ya tenía yo que ser lo suficientemente valiente para privarme de ese pedazo de pecado. Valor tendré que echarle para sujetar aquel...

—Ya... ya... —le interrumpió Brit, antes de que Jeremy continuara con su ensoñación erótica. Me eché a reír. ¡Mira qué dos!—. Cambiemos de tema. ¿Cómo va tu trabajo? ¿Ya tienes preparada la entrevista? Si lo dejamos para muy tarde, se acerca la Navidad y será mucho más difícil. Nadie se queda en esta ciudad en esta época del año. Solo yo...

—Es cierto, Chiara. Deberías intentar resolver este problema lo antes posible —reiteró Jer.

—No había pensado en eso, chicos. Voy a tener que ponerme manos a la obra la semana que viene.

Tenía tanto trabajo que aún no había conseguido leer la carpeta con este material de Daniel Nicolas. La próxima semana me iba a dedicar al cien por cien. La semana trascurrió con la máxima normalidad. Me había adaptado bien a la oficina y mis compañeros estaban siendo muy amables y considerados conmigo.