Régalame un beso © (TERMINADA Y COMPLETA)

Parte 15 - Exclusiva

Capítulo 15

Exclusiva

—Jeremy, por favor, necesito hablar contigo. —Le había llamado, porque necesitaba su ayuda para lo que me esperaba. Jer había sido la única persona que me había ayudado en todo desde que llegué al periódico, y sabía que podía confiar en él.

—Chiara, ¿qué ha pasado? No me asustes.

—Estoy en ese café donde a veces venimos, baja y te contaré todo lo que ha pasado. No puedo subir ahora mismo antes de hablar contigo. Te necesito como amigo.

Jer me dijo que estaba preocupado. Tenía que contarle lo que había pasado. Posiblemente cuando llegase a Mason todo se había filtrado y estaba a minutos de ser despedida. Y para terminar mi oportunidad en Boston. Volver a casa, desolada, sin saber qué explicar a mis padres y sin posibilidades de trabajo. Y encima, perder a los amigos que acababa de conocer. Solo llevaba unos días en esta ciudad y ya me había encariñado con mucha gente. Y, a uno en particular, pero esa era la razón por la que ahora estaba en esa situación. Por ser una idiota y dejarme llevar por un hombre. Jer entró corriendo en el bar hacia mí. Se sentó en la mesa donde yo ya estaba bebiendo mi café.

—¿Quieres tomar algo? —pregunté.

—Chiara, luego puedes pedirme una pastilla para el infarto, pero antes, cuéntame lo que ha pasado, antes de que me des un disgusto. ¿Qué ha pasado? ¿Por qué tienes ese aspecto? Siento que esta conversación va a ser complicada. —Llamó a la camarera y le pidió una cerveza doble.

—¿Te vas a beber todo eso? Estamos en horario de trabajo —dije, preocupada por si alguien nos veía bebiendo en horario laboral. Al menos para él, porque de todos modos yo ya estaba con las patitas en la calle, más daba si estaba borracha o simplemente estúpida.

—Chica, cuéntame de una vez por todas lo que pasa y no te preocupes, porque me voy a tomar otra nada más terminar esta antes de que me caiga aquí por la ansiedad.

Asentí con la cabeza. Empecé a contarle todo. Desde el principio. Desde que conocí a Daniel, cuando todavía era Joshua y todo lo que había vivido hasta unas horas después de la rueda de prensa. Todo. Cuando terminé de hablar, Jeremy estaba terminando su segundo doble de cerveza, como había dicho.

—¡Estamos jodidos! —Me alegró un poco su expresión. Su compañerismo era lo único que necesitaba ahora, y eso era Jeremy—. Si Mason se entera de lo que pasó en la rueda de prensa, no quiero ni imaginar lo que va a pasar.

—¿Qué crees que va a pasar? Me va a despedir, seguro —me sentí derrotada y mi voz no se inundó de esperanza—, no tengo corazón para subir. Ya le habrán contado lo que ha pasado.

—Cálmate, Chiara, lo negaremos todo. Diremos que los otros periodistas intentaban calumniarte con libelos, para quedarse con el material. Algo nos vendrá a la cabeza. —Jer trataba de encontrar una solución.

—No voy a mentir, Jer, ni a acusar falsamente a otras personas. No soy capaz de hacerlo. Acepto lo que he dicho y eso es todo.

Jeremy suspiró profundamente.

—Te admiro —lo miré con sorpresa—, de verdad, cariño. Te admiro. Debes tener un par de ovarios para decir todo lo que le dijiste a Daniel Nicolás. Uno de los hombres más poderosos de Boston a tus pies. Eres mi reina.

—Me cago en todo, Jeremy. No es broma, estoy con mierda hasta los huesos.

—¡No estoy bromeando, hablo en serio! Y escúchame. Levántate —se había levantado y me hablaba con autoridad. ¿Lo que le había sucedido?—, ¿me oyes? Levántate y vamos.