Parte 25 - El Restaurante

6.4K 342 10
                                    


                                                                                   Capítulo 25

                                                                               El restaurante



El informe estaba listo. Tras días de duro trabajo, conseguí terminar el maldito artículo. Está claro que había omitido los detalles más espantosos del fin de semana.

—¿Seguro que no quieres bajar con nosotros a comer? —preguntó Jeremy. Mi expresión era lamentable.

—No, gracias. Tengo mucho trabajo que hacer. Otro día —le dije con una breve sonrisa.

—Chiara... —lo miré expectante—. Ambos sabemos que en algún momento tendrás que reaccionar.

Mis ojos bajaron a los papeles que tenía en mis manos. Se hizo el silencio.

—Tómate tu tiempo, pero quiero que sepas que estamos aquí para ti. No dejes que esto mate tu esencia —se marchó y me quedé absorta en la infinidad de mis pensamientos.

Había pasado casi una semana desde el suceso. No había visto a Daniel, pero había recibido llamadas esporádicas de él y mensajes que no quería abrir. Otro mensaje llegó a mi teléfono en el mismo momento. Vi en la pantalla que era de él. Colgué el teléfono. Me levanté y me dirigí al puesto de Andrew.

—Necesito un teléfono nuevo. El mío está roto y me gustaría conseguir un número local, ¿podrías ayudarme con eso?

Andrew estiró su enorme sonrisa y recordé lo guapo que era. Y menos complicado.

—Por supuesto. Si te apetece, saldremos a comer y luego nos pasaremos por la tienda de telecomunicaciones.

—Perfecto. Dame dos minutos para coger mis cosas y bajamos —dije, dispuesta a coger mis cosas y salir del despacho.

***

Por la noche estaba en mi habitación repasando los números de todos los que conocía y enviando mensajes a todos indicando que había cambiado mi número de contacto. Todos menos Daniel. Llamé a mi familia y a mis amigos para informarles de la semana y para decirles que iba a cambiar temporalmente mi número a uno americano. Volvería a utilizar el mío cuando volviera a Milán. En ese momento, entonces, cambiaría mi número. Le aconsejé a Mason que si Daniel se ponía en contacto conmigo utilizara el correo electrónico, que parecía más profesional. Me dejó escapar con esa ruta de contacto. Menos mal. Dos golpes en la puerta me sacaron de mis divagaciones.

—¿Puedo? —Steven asomó la cabeza.

—Dime —respondí secamente.

Entró en la habitación y se sentó en la cama.

—Tienes media hora para prepararte y acompañarnos a cenar. Vamos a ir al restaurante donde trabaja Carl y tú también vas a ir. Vas a probar la mejor cena de tu vida.

—No me apetece salir —decía mientras jugaba con mi teléfono.

Steven resopló y me quitó el teléfono de las manos.

—¿Qué haces? —pregunté con la boca abierta.

—¿Quieres saber lo que hago? —Me miró con los ojos muy abiertos y completamente enfadado. Me asustó—. Lo que estoy haciendo es cagarme en ti. Vas a salir de esta puta habitación ahora mismo o me aseguraré de que lo hagas.

Me quedé atónita al mirarlo. Nunca le había visto así, incluso su voz cambió y se volvió más seria.

—Nunca me has visto al revés, pero no me tomes el pelo. Puede que sea toda la perra que puedas imaginar, pero soy lo suficientemente macho como para romperle la cara al hijo puta que te dejó así y a ti darte una patada en el culo por tonta.

Régalame un beso © (TERMINADA Y COMPLETA)Where stories live. Discover now