Capítulo XX

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Capítulo XX

Samanta suspiró, caminaba hacia el área de camerinos, no estaba muy segura de lo que estaba haciendo, no sabía si era buena idea, pero ya estaba ahí. Tocó la puerta y esperó un poco, todavía podía irse, tenía tiempo de hacerlo, pero no lo hizo, siguió esperando.

─Samanta ─dijo Lena al abrir la puerta sumamente sorprendida, tenía el rostro y el cuerpo sudoroso, acababa de terminar su concierto y apenas estaba recobrándose de él.

─Lena ─respondió Samanta muy despacio, observándola─ yo... ha sido un concierto increíble ─agregó un poco nerviosa, felicitándola.

─ ¿Lo viste? ─preguntó aún en ese tono sorprendido, con una ligera sonrisa, no se esperaba para nada aquello

Samanta asintió.

─Y bueno usé algunos contactos para entrar hasta acá ─dijo también con una ligera sonrisa. Lena sonrió ampliamente.

─Pasa ─le dijo, abriendo la puerta de su camerino y haciéndose a un lado para dejarla pasar.

Samanta entró completamente y observó el camerino, era sumamente grande, todo blanco y con una luz amarilla muy tenue, con dos enormes sillones negros en la esquina. Había un espejo enorme justo a su lado derecho con un asiento, una mesa también de considerable tamaño cerca de los sillones, en la mesa había muchos dulces, chocolates y comida. Samanta supo que Lena había pedido todo eso, podía ver todo lo que a Lena le gustaba, especialmente todos esos dulces que a Lena le encantaba comer todo el tiempo, no pudo evitar sonreír.

─Está lindo ─dijo, observando alrededor.

Lena tomó la pequeña toalla que había dejado en la silla y se secó el sudor que le escurría del cuello. Samanta prefirió desviar la mirada y seguir observando el camerino.

─Sí, lo es... disculpa, apenas me iba a dar un baño, estaba descansando y estoy toda sudada.

─No te preocupes, creo que si quieres me voy para que te bañes...

─No ─dijo Lena rápidamente─ no hay problema, Samanta, siéntate─ le dijo señalándole con la mano uno del sofá.

Samanta asintió y se sentó en aquel sofá. Lena aun con la pequeña toalla en la mano también se sentó, aunque ella en el sofá disponible.

─Yo... vine porque quería... ─Samanta titubeó─ quería decirte que la entrevista es mañana en la noche...

─No tienes que hacerla ─interrumpió Lena con un tono apenado─ en verdad, Samanta, no tienes qué... ─se quedó en silencio, también con el rostro lleno de vergüenza.

─Si no la hago, esas fotos van a salir al público y tu carrera...

─Que salgan, Sam, que hagan lo que quieran... ─volvió a interrumpir.

Samanta frunció el ceño, tratando de entender a Lena.

─Tú sabes que, si eso sale a la luz, Lena, todo esto por lo que has trabajado, todo esto que haces, tu música, tu carrera... los medios van a destruir todo...─ dijo Samanta, la preocupación podía notarse en el tono de su voz, no podía evitar demostrar que en verdad le interesaba y que estaba preocupada por Lena.

─Yo... tal vez es lo mejor ─Samanta la observó confundida─ no lo sé ─dijo Lena observando hacia un punto en la puerta, estaba sumamente pensativa─ ¿sabes? A veces ya estoy harta de todo esto. ─agregó, haciendo una mueca de hartazgo.

Samanta seguía observando a Lena, tenía una expresión de sorpresa, por estar escuchando aquello, aunque podía entender o al menos al observarla entendía un poco más a lo que se refería.

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