Capítulo 16

2.6K 200 12
                                    


Leilany Silver

Es increíble como el tiempo con Erick se pasa volando y sin él tan lentamente... El reloj parecía quedarse estancado y no querer correr lo minutos, tal vez estaba demasiado ansiosa por volver a verlo.

Esperaba que le fuera bien con Fiamma, parecía bastante nervioso al salir de casa y en cierto modo me siento un tanto culpable. Al fin y al cabo, él no se reunió con ella por haber estado conmigo. No obstante, por lo que había podido hablar con Fiamma D'Altrui me resultó una chica increíble,

Tomo mi celular para encontrarme con varios mensajes de mis jefes felicitándome por la exclusiva que les había regalado y que pronto podría gozar de ella todo el mundo.

Una sonrisa tonta se dibujó en mis labios, si no fuera por esa entrevista no habría pasado nada entre Erick y yo... Verdaderamente agradezco eso.

Me sobresalto cuando el celular empieza a vibrar en mis manos, hablando del rey de Roma...

—Estoy llegando, amor, pues ir yendo a abrirme la puerta. — dice.

—Si, señor... ¿Algo más? — cuestiono con diversión.

—Si insistes... También puedes esperarme con poca ropa, ya sabes, así me ahorras a mí el trabajo de quitártela.

—¡Erick! — exclamo, a pesar de que no puede verme sé que lo hizo con la intención de avergonzarme y dejarme con las mejillas sonrojadas.

—¿Qué? Tú preguntaste... — dice riendo.

—No seas tonto. — murmuro, pidiendo demasiado...

—Lo intento, anda... Tengo que colgar que ya estoy por estacionar. — lo último que se escucha es un sonoro beso.

Y sin darme cuenta, estaba sonriendo como una estúpida solo por una simple llamada.

El efecto Colón.

Me asomo a la ventana y efectivamente, veo como estaciona su auto como si nada.

Me apresuro en ir hasta la puerta para abrir, una vez que lo hago me apoyo en el marco y lo observo salir del auto y caminar en mi dirección.

—Puntual. — digo sonriente.

—Fiamma no me dijo lo mismo. — bromeó antes de dejar un corto beso en mis labios.

Me fue inevitable no reír, en su reunión con Fiamma fue impuntual por varias horas...

Niego con la cabeza mientras me hago a un lado y lo dejo entrar, cuando lo hace cierto la puerta y lo guío hasta la sala.

—¿Te regañó mucho? — cuestiono ladeando la cabeza.

—Nah, se le fue el enojo en cuanto le dije que me había tardado por estar haciendo el amor contigo. — soltó como si nada.

¿Qué le había dicho al qué?

Ahora si que lo mato.

—¿Tú le has dicho eso?

No hay forma posible en el mundo de que yo vuelva a mirar a Fiamma D'Altrui a la cara, no... De eso nada.

—Si, pero no te preocupes... Ella también me dijo que lo acababa de hacer con Joel. — dijo encogiéndose de hombros.

¿Y eso a mí qué?

—Lo de ellos es normal, son una pareja. — digo con obviedad.

—¿Y nosotros?

—¿Nosotros qué?

Él me mira con diversión a la vez que toma mis manos con las suyas.

—¿Y nosotros cuando vamos a ser una pareja, Leilany?

Mi corazón da un vuelco, no puedo con tanta emoción dentro de mi cuerpo.

Siento mis labios secos de inmediato y decido pasarme la lengua por ellos para humedecerlos.

—No lo sé... — murmuro más bajito de lo que me esperaba.

—No lo sabes. — repite soltando una risa—. Es sencillo, amor... ¿Quieres ser mi novia?

Jodida mierda.

Si a todo.

Por favor, si a todo.

Me limito a abrazarlo con fuerzas, tal vez con más emoción de la que esperaba pero él me recibe gustoso, acariciando mi espalda y dándome pequeños besos.

—¿Eso un si?

—¿Tiene pinta de ser un no?

Él ríe y yo imito la acción, sin poder creerme que esto verdaderamente esté pasando de verdad.

Una periodista novia de un Magnate, suena gracioso.

—Sigo esperando ese si acompañado de un beso. — dijo alzando sus cejas.

—Si, Erick, si quiero. — digo, acto seguido tomo su rostro con mis manos y junto nuestros labios. Tomando yo el control del beso para poder besarlo a mi antojo.

El beso sube de tono cada vez más y cuando me quiero dar cuenta ya lo tengo acostado en el sofá conmigo encima.

Somos unos jodidos calenturientos.

—¿No vas a seguir? — pregunta haciendo un puchero, sus manos estaban acariciando mi cintura sobre la tela de mi camiseta y aún así sentía su tacto arder en mi piel.

—Pensé que veríamos la entrevista juntos. — digo relamiendo mis labios.

—Yo pensaba lo mismo hasta que empezaste a besarme. — dijo entrecerrando sus ojos—. Así que... Si no vas a seguir con esto creo que necesito ir al baño.

—No, no necesitas ir. — respondo soltando una risa—. Voy a encargarme, no te preocupes.

—No sería problema, creo que ya puedo hacer una lista de lugares en los que me masturbé pensando en ti... Tal vez debería de agregar tu baño.

La situación es graciosa.

No me imaginaba a Erick así...

—¿Vas a querer que te chupe la polla o no? — pregunto directa.

Él jadea de forma involuntaria, por lo visto mis palabras lo han excitado más de lo que ya estaba.

—Joder, si. — sisea—. Por favor, te estás tardando.

Magnate Colón Kde žijí příběhy. Začni objevovat