15화

3.6K 692 543
                                    

Fue un idiota. No, fue un grandísimo imbécil, ¿qué ha hecho? Solamente alcanza a insultarse en un millón de idiomas diferentes, porque no le cabe en la cabeza cómo le habló al alfa. Una vez baja su adrenalina, producto de la ira, piensa mejor sus palabras y es inevitable el arrepentimiento. ¿Y cómo no? Si insultó a su alfa, lo corrió de su casa y le alzó la voz. Cuando sus padres se enteraran, no, si los padres del alfa se enteran. Pero, ¡¿en qué mierda piensa?! Cuando cualquiera se entere, estará acabado. Ni siquiera puede pensar en todo lo que dirán de él, peor aún, si Mingyu le deja nadie más querrá salir con él. Y se quedará solo, un omega sin alfa.

        Jeon Jungkook sabe que no dijo ninguna mentira; sin embargo, es incapaz de pensar las consecuencias. Quizá si el estúpido de Mingyu hubiese dejado fuera aquel tema sobre Taehyung, él no habría explotado justo cómo hizo. Lo peor de todo, el alfa no trató de decirle nada más el resto del fin de semana; ninguna queja, nada. La preocupación fue inevitable, si le terminaba, ¿qué haría? ¿qué excusa daría a sus padres? Aunque, no sabe a qué teme más; Mingyu dejándole, o ellos siguiendo esa relación. Está tan preocupado, que incluso ignora las llamadas de sus amigos durante todo el domingo, quizá expectante de señales que denoten vida en su novio; porque ellos no terminaron, ¿cierto?

        Por otro lado, piensa, ¿en qué momento empezó Mingyu a sospechar de Taehyung? Ahora entendía por qué no vino con ellos a clases en las últimas semanas; si era tan evidente su sospecha, ¿por qué el alfa sin aroma seguía insistiendo en que terminasen? Sencillamente no le entendía, por ahora mejor mantenerse alejado, o al menos, hasta solucionar su relación con Mingyu. Bien, él planeó en terminarlo, pero ahora no está seguro. Joder, claro que no, si sucede estaría acabado. Tan sólo pensar en los sermones de sus padres, porque él seguía creciendo; al parecer, se le agotaba el tiempo. Muchos chicos de su edad tenían una marca en el cuello, rumbo a los 17 años era bastante normal. Al menos, en una manada tan tradicionalista como la suya, y mientras estuviese ahí, debería apegarse. Tampoco tenía otra forma de salir, al menos que fuese a la universidad con su novio, aunque empezaba a ver eso poco viable. Más aún cuando llegó el lunes, y Kim Mingyu no tocó a su puerta en el horario que siempre hacía.

        Dudas brotaron como mala hierba desde su cerebro, ¿y si realmente le terminaba? Está aterrado sólo de salir rumbo al colegio; por lo tanto, cuando suena el timbre, un suspiro aliviado abandona su pecho. Sin embargo, cuando abre la puerta y no ve a Mingyu al otro lado, gime frustrado, metiendo con gran velocidad a Taehyung en su casa. Si los vecinos les miran, sería nuevamente su fin.

        — ¿Qué haces aquí? —señala con irritación, toda la situación le da jaqueca. No ha podido dormir bien, gracias a toda la preocupación que acarrea.

        —Mingyu no vino a casa desde su dichosa cita, ¿qué pasó con ustedes? Ahora viéndote, nada bueno —aunque estaba a salvo, eso debería ser una gran ganancia. Mínimo, es lo que Taehyung piensa.

        —¿No ha ido a su casa desde entonces? Pero... —mierda, él le corrió furioso esa noche, y ahora no sabían su paradero. Las alarmas se encienden de nueva cuenta, aunque está sobre actuando, quizá está con Jinwoo o Vernon. Sí, eso debería ser. Bueno, si se hubiese molestado en atender los mensajes de su mejor amigo, podría saber.

        Deja al mayor atrás, yendo por su teléfono hacia la habitación, debe contactar  a Soonyoung cuando antes.

        — ¿Jungkook? —duda el alfa, quien le sigue sin dudar. — ¿Qué mierda pasó ese día? Estaba preocupado, pensé que... —ni siquiera se atreve a decirlo, pero el omega apenas le escucha, teclea con rapidez en su móvil. — ¿Jungkook?

         Le escucha suspirar.

         —Al parecer durmió con los chicos, está bien —aunque  su estado no es algo que le importe, mínimo, sigue con vida. De conocerlo, pudo huir de la manada por un berrinche, entonces todos sabrían.

Through The MaskWhere stories live. Discover now