02화

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Jungkook esperó que algo maravilloso sucediese en el trayecto hasta su hogar, pero nada aconteció. Kim Taehyung, literalmente, se mantuvo en silencio durante las tres cuadras que dividían su casa con la de Mingyu. Y, el omega, tampoco creyó prudente decir palabra; menos si parecía que aquel alfa estaba reacio a dialogar. Incluso si no le molestaba, era inquietante caminar con él sin siquiera mirarse. Bueno, por parte de Taehyung porque, al casi azabache, le resultaba imposible no mirarle de soslayo cada tanto. Sin embargo, ni siquiera por verle indiscretamente recibe un poco de atención. El omega entra a casa; y solamente mira sobre su hombro cómo aquel inusual alfa da media vuelta, para regresar por donde vino.

      Extraño.

      Jungkook ingresa, aún turbado, pero forme sube las escaleras hasta su habitación, parece olvidarse. No cree que tenga ningún sentido indagar sobre ese alfa, últimamente, sólo piensa una cosa. Y esa se dirige hacia un adjetivo, raro. Kim Taehyung solamente se trataba de un chico extraño, ¿por qué martirizarse con razones? Poco le importaba. Entonces, se tira sobre la mullida cama, apenas cerrando los párpados para descansar; cuando desde el bolsillo delantero, suena su móvil exigiendo por atención. Piensa que será Mingyu, quizá preocupado, por no verle todavía en el sofá donde le dejó. Pero está equivocado, pues la foto de Hoshi brilla en pantalla. No duda antes de atender.

       — ¿Hola? —termina por responder, acomodándose sobre la cama, sinceramente, con esperanzas de que aquello no dure demasiado. Nuevamente, erróneo, lo sabe al escuchar el consternado tono del omega tras la línea.

       — ¿Estás ocupado? —y no lo está, sólo quería tomar una siesta. Sin embargo, ahora sabe, no será posible.

       — Dime, por favor, que Vernon no olvidó su aniversario —porque hace unas horas, él parecía tan entusiasmado que no se le ocurren muchas teorías para el estado en que decidió buscarlo.

      Hay un breve silencio.

       — No... —pero es difícil creer, cuando hasta él suena dudoso.— Dijo que mi regalo estaba en su casa, y me invitó a cenar esta noche.

Jungkook se cree incapaz de pensar mal del alfa con quien sale su mejor amigo; pero es difícil, ha imaginando las excusas que el alfa rubio seguro usó para postergar darle un obsequio, debido a la fecha; cuando Soonyoung llevaba el suyo desde hace días, con temor de que alguien lo dañase en casa. Un poco paradójico, cree su mejor amigo, pero no le juzga. Por ahora, sólo puede pensar en Vernon corriendo hasta su casa para mover cielo, mar y tierra, con tal de conseguir reservaciones de último momento en algún buen restaurante dentro, o fuera, de la manada.

      — Seguro preparó algo muy lindo —y se siente mal por mentirle, pero sería más doloroso ver a su amigo lidiando con la verdad. Tiene el presentimiento de que lo sabe, así que, no necesita a nadie más señalando obviedades.— Entonces, ¿cuál es el problema? ¿No sabes qué usar?

       — En parte... —murmura, Jungkook supone, con el labio entre los dientes. Ansioso.— Hay otra cosa que debo contarte, pero debe ser en persona. Así que... ¿Puedo ir para allá? Le dije a Hansol que pasara por mí a tu casa, ¿está bien?

       — Sí, sí. Descuida. Aquí te espero.

Decide colgar, para que su amigo pueda llegar cuanto antes. Mientras tanto, se asegura de que su habitación esté presentable, y de hecho, lo está. Quizá la dulce beta, que ayudaba con los labores del hogar, vino esa misma mañana. Sinceramente, no recuerda qué días labora. Pero poco importa, porque cuando sale de la cocina tras beber un vaso con zumo de durazno, llaman a la puerta. No necesita ser psíquico para saber quién es, Hoshi le sonríe tenso al ser recibido, ambos suben a la habitación del omega anfitrión.

Through The MaskWhere stories live. Discover now