03화

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Es sábado. Y aunque Jungkook prefería pasar su fin de semana recostado, mirando televisión. Está en la sala de Mingyu junto a Bambam, quien vitorea al alfa azabache que tiene por novio; Yugyeom, hace equipo junto con Namjoon, quien pelea con uñas y dientes para esquivar la defensa de Jinwoo, que ignora a su mejor amigo; está a punto de dejar el sofá, para hacerse uno con la pantalla, cubriendo a su compañero para así poder quitarle el balón a Namjoon.

        Jungkook odia FIFA, pero los alfas parecen emocionados, así que no se queja.

       Hoshi debería estar aquí, pero tal parece, Vernon tuvo un inconveniente y llegarían después. El omega de puntas doradas cuenta cada segundo para que llegue la hora, porque hasta Bambam disfruta del juego, mientras él no entiende una mierda. Y no es que aquel dulce omega no disfrute los videojuegos, nada de eso, sino por el contrario; pero precisamente aquellos de fútbol, le parecían aburridos, sin ningún chiste. Claro, si estuviesen jugando HALO, otra historia sería; pero como no es el caso, cuando llaman a la puerta, es él quien corre a abrir. Ni siquiera espera por una petición formal. Y quiere llorar de alivio al ver a su mejor amigo tras el umbral, junto con un sonriente alfa abrazando sus hombros.

       —Déjame adivinar, ¿están jugando esa cosa de futbol? —y la expresión de horror en su mejor amigo, es suficiente afirmación. Sólo la Luna sabe, cuántas veces se ha quejado Jeon Jungkook de la escasa gracia que tenía perseguir un balón durante 45 minutos, peor aún, virtualmente.— Vamos, necesitas relajarte—y, tras dejar un beso en la mejilla del carismático alfa con aroma a rocío matutino, Soonyoung abraza al omega de mechas doradas, dirigiéndole directo a la cocina.

Jungkook sabe que quiere abordarlo de interrogantes, pero no tiene problema, no mientras le distraiga del caótico escenario en la sala; hasta donde están, pueden escuchar quejas, pues ahora que Vernon llegó, los equipos serán desiguales. Bambam se ofrece a jugar, y tanto Jinwoo como Mingyu, creen tener la partida ganada cuando Namjoon y un omega están en el mismo equipo.

      Ambos omegas, apartados en la cocina, dejan de escuchar cuando llenan un par de vasos con jugo de frambuesa. Hoshi da un trago, y antes de que Jeon alcance a dar uno, le dice:

       — Él no tocó el tema, ¿crees que se haya molestado? —se siente un apenas perceptible aroma amargo, gracias al preocupado chico— ¿Mingyu pudo hablar con él? ¿Te dijo algo? —la desesperación del peligris es palpable, y su mejor amigo tiene las palabras correctas para tranquilizarle. Jungkook sonríe, dejando un suave toque fraternal sobre el hombro del que, por unos centímetros, es más bajo.

        — Mingyu habló con él —declara, obteniendo relucientes orbes llenos de expectación— Y aun no hablamos bien sobre ello, pero me aseguró que Vernon no estaba molesto, más bien, un tanto arrepentido por pedírtelo así. Tranquilo, creo que pueden hablar para resolverlo.

Soonyoung se relaja considerablemente, terminando por animarse cuando le cuenta, a detalle, cómo ha ido su cena de anoche. Tal parece, aquel alfa fue más atento de lo usual. Jungkook pensó que era lo mínimo que debía por olvidarse de una fecha tan importante, claro que no piensa decirlo, porque su amigo sigue reacio a aceptar el error de su novio. Y si Hoshi hace oído sordos, el casi azabache, también. Recién trascurren unos minutos cuando ambos se aproximan para susurrar en tono confidencial; el peligris necesita desahogar sus preocupaciones de alguna forma, y aunque su mejor amigo es tan inexperimentado como él, necesita una opinión, o alguien que le escuche.

      — Los alfas suelen ponerse un tanto... Bruscos, en ese estado. Es normal que te asuste —soluciona Jungkook, dejando suaves caricias en el cabello del adverso. — ¿Por qué no le dices a Vernon si pueden...? No sé, ¿intentarlo antes?

Through The MaskWhere stories live. Discover now