EXTRA : DUSK TILL DAWN

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« Quiero ver el sol brillar
desde tus pecados.
Estaré contigo desde el amanecer
hasta el anochecer;
nunca vas a estar solo »

Capítulo dedicado a NiaSoma
Quien seguro creyó que me olvidé que se lo prometí, y está ahí siendo su representante en plenos ataques fangirls por la historia.
Te quiero 💜💜

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Nunca lo había visto así, usualmente, Taehyung era alguien tranquilo. Es trabajo de Jungkook mantenerse ansioso por el más mínimo inconveniente; sin embargo, en ese momento, no puede serlo, pues su alfa está por llegar hasta la cutícula de sus uñas. Kim Taehyung no ha dejado de expedir aroma a preocupación desde que recibió ese inusual llamado de Kyoto, sus madres fueron claras al decirle que podía volver cuando él quisiera. Por supuesto, Jungkook pensó que no dudaría en tomar el primer avión con destino a Japón, pero se equivocó, pues al alfa le tomó más de un mes tomar valentía para darle respuesta a su familia. Al final, irían a mediados de diciembre para pasar el cumpleaños número 25 de Taehyung. Y si Jungkook estuvo animado en un príncipio, se fue frenando su optimismo ante la forma en que el alfa tomó esta situación.

      Los problemas en su relación eran prácticamente nulos, porque tenían una buena comunicación y —de alguna forma que el omega no entendía— si no estaban de acuerdo en cualquier tema, alguno terminaba por ceder, sin excepciones. Sin embargo, esta vez no fue el caso. Bien, no irá a mentir; el alfa tenía un humor neutral, pero Jungkook sabía que algo iba mal y no tenía forma de hacer algo para remediarlo porque Taehyung no quería hablar con él. Y ese fue el problema inicial, Taehyung entró en voto de silencio desde que decidió ir a Kyoto. Jungkook se sentía como ese crío de bachillerato que apenas intercambiaba miradas con el misterioso alfa, pero ahora era diferente, porque era su novio. Sabía que debía ser comprensivo, supuso que la situación se tornaría difícil para Taehyung, pero jamás imaginó que tanto.

        ¿Qué podía hacer si no quería hablarle? El alfa no respondía más que con asentimientos, y si tenía suerte, una o dos sílabas. Fue así, hasta que tomaron el vuelo que los llevaría a Tokyo para conducir a Kyoto después. Jungkook nunca estuvo muy conforme con esa parte de Taehyung que nunca conoció del todo, su pasado y cómo fue antes de Busan. El omega no era tonto, sabía que Taehyung tuvo una historia en la manada de Japón; es decir, pasó más de 13 años viviendo ahí. Debió tener amigos o quizá algún amorío de niños, no tenía idea pero estaba al tanto. Incluso si Taehyung nunca habla sobre ello, para él no parecía existir una vida antes del terrible accidente con el alfa de su hermana. Por tanto, llegó a creer que no sería relevante, pero mientras le ignora al tomar asientos en el avión, sabe que hay muchísimo más escondido. Debió preguntar más, o intentar investigar, no lo sabe... ¿Taehyung le habría mentido para zancar el tema? Tampoco quiere saber.

      —¿Quieres algo de beber? —preguntó Jungkook cuando el avión despegó, pero no obtuvo más que un asentimiento.

     Debía confesar que si no estuviese en una situación de esta índole, desde hace semanas le habría enviado a la mierda. Sin embargo, era Taehyung, no podía rendirse con él; menos ahora, cuando le necesitaba incluso sin decírselo. Jungkook podía sentir la preocupación en Taehyung, el problema es que no entendía por qué. ¿No esperó por este día desde hace años? Quiza comprenda los nervios, pero... Había más, y Taehyung estaba equivocado si cree que no indagará al respecto, porque le preocupa y duda que pueda resolver el problema sin hablarlo. El meollo del asunto era que ya habían tenido una discusión sobre esto, si es que podía llamársele así. Pues se trató de Jungkook quejándose por su silencio y que no podía alzar esos muros alrededor, al final, sólo terminó llorando porque Taehyung no le dio respuesta en ningún momento. Sí, no hizo más que mantenerse inerte, mirando al omega con una expresión indescifrable. El azabache no quiere repetir una escena similar, entonces se limita a hablar con él como si de una pared se tratase. A pesar de que cada noche se iba a dormir pensando, ¿y si nunca más me vuelve hablar?

Through The MaskWhere stories live. Discover now