12

1.1K 134 62
                                    


Luego de esa corta pelea por la poca creatividad de quien escribió esto, Nightmare estuvo mucho tiempo en su castillo, nuevamente lejos de Ink.

Cumpliendo con ser la pareja de Ccino, soportando sus besos y sus apodos cariñosos y cuando no hacía eso, se hallaba charlando o entrenado a Killer, así mantendría de excelente forma sus fuentes de negatividad.

Pero... Había algo que era extraño, ese pintor solía ir a visitarlo sin avisar, para molestarlo en juego o solo ver como estaba, pasaron dos semanas desde que la última vez que se vieron, debería de haber llegado a hacerle un fastidio, quizá parándose frente suyo con un vestido ridículo preguntando su opinión o pintando las paredes, pero no llego, cosa que comenzó a estresar al ser lleno de oscuridad.

— Killer. — Llamo el de huesos oscuros con voz fuerte y demandante a su mejor subordinado, con cierto disgusto notorio en su rostro.

— ¿En qué puedo ayudarlo, jefe? — Pregunto al llegar.

— ¿Ink no a pasado a molestar hoy por acá?

— No ha venido. — Contesto sonriendo al oír el gruñido por parte de Nightmare, entendía lo que significaba. — ¿Quiere que lo busque y le pida venir?

Killer sabía bien lo que el otro quería, aún si no preguntaba, el ser negativo por su orgullo no pediría tal cosa, no directamente, llevaba mucho tiempo con él y era fácil saber que era lo que quería el pulpo.

Y como era de esperarse, recibió tan solo un asentimiento de cabeza de quien llamaba jefe.

— Como diga. — Respondió luego de recibir el la afirmación del otro.

¿Él sabía? Sí. Obviamente sabia que su jefe y el guardián de universos tenían algo, después de todo, tanto tiempo sirviéndole podía conocer que el de tentáculos tenía su debilidad, una que no se atrevería a tocar, muy aparte del positivismo.

Por lealtad y respeto, tan solamente eso, en una ocasión estaba teniendo ventaja sobre Ink, apuntó de destrozar parte de sus costillas con su cuchillo, esa fue la primera vez que supo que era tan relevante para a quien servía. Ya que Nightmare no dudo es separar a ambos, saliendo a favor de Ink.

La mirada de ese ser, que siempre resalto lo bien que obedecía sus órdenes y que nunca tuvo una queja de él, lo desconcertó, al verlo tan alterado, enojado por haber lastimado al pintor, entendió algo rápidamente, recordando ese suceso con una sonrisa.

Si alguien toca al pintor, Nightmare, no dudara en matarlo, sea quien sea.

Aquel asesino era el único que tenía conocimiento de esa relación, los demás sospechaban, pero él los mantenía a raya o desmentía lo que era una gran verdad, para la comodidad de Nightmare.

Sería un problema si otros llegaban a enterarse de aquella peculiar relación, si conocian ese punto débil de su jefe.





¿Qué paso con Ink? Se podría decir que ignoro el consejo de su pareja y no tomo de sus viales. No podía estar perdiendo tiempo, sus emociones solo provocaban que se desconcentre de lo que en verdad importaba, que los universos sigan su curso, tan solo eso quería. Estaba resolviendo algunos asuntos, moviendo códigos fuera de lugar, para mantener todo en orden todo desde su lugar amarillo con ventanas dimensionales rodeando todo ese espacio, la Esfera de Garabatos.

Únicamente Dream y Fresh podían acceder, Nightmare ya había estado, pero no iba porque le era molesto es a iluminación amarilla, le daba repulsión, debido a que recordaba a Dream.

Tendré que salir.”

Pensó en pintor, se había producido una alteración en un au que no podía fácilmente reparar desde su zona de confort.

❝Eternidad❞ ©Where stories live. Discover now