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— Jefe, ¿a dónde iremos hoy?

— ¿Iremos?

Nightmare abrió un portal en la cocina donde Killer estaba, pensaba que acompañaría al ajeno.

— Iré solo, tú ordena toda esta mierda, es asfixiante estar en este universo...

Pasaron unos cuantos años luego de lo narrado, aprendió bastante en todo ese trascurso de viajar universos, habían estado en universos intermedios, no hallaba aún un lugar ideal para él.

Killer paso a ser su subordinado, estuvimos con él en esos años, pero ahora era más un sirviente, con el que se desfogaba. No tenía propósito, además de seguir viendo Au tras Au.

«Quizá, él este en un mundo lleno de positivismo. Dudo que haya estado por estos mundos.»

Por lo poco, pero bien que recordaba a su amado de su personalidad, dudaba que disfrutara de un mundo donde había más negatividad, se quedó quieto delante del portal, lo termino cerrando, demostrando total desinterés por salir.

— ¿Se quedará?

— Silencio.

Se dejó caer en forma líquida al suelo, para teletransportarse a su habitación, era algo pequeño, estaba a lado de la habitación, de ese otro esqueleto. Decidió dejar de preguntarse cosa tras cosa, se acostó boca arriba, mirando el techo, su negatividad parecía ser menos espesa de lo acostumbrado, el estrés de no dar con el paradero de Ink lo estaba teniendo mal.

«Tal vez imagine todo, nunca existió Ink. Nada puede desaparecer sin dejar rastros.»

Era una de las ideas que se repetía, para evitar tomarle importancia, uno de sus tentáculos se enredó en el tirador de los cajones de la mesa de noche, agarrando un frasco de crema, acerco más el mismo para verlo con cuidado.

Corroborando que no solo lo soñaba, Ink real, era su realidad, una que deseaba encontrar a como diera lugar, aun sin tener pistas, en el fondo estaba determinado a lograr dicho propósito, sus manos envolvieron el frasco y sus falanges, los pulgares para ser exactos, acariciaban el mismo.

— Quinientos años, Ink.

La escena de ese esqueleto blanco y con pupilas extravagantes desaparecer sobre un charco de tinta negra, era algo a lo que estaba acostumbrado, podía estar haciendo caos en algunos mundos, al principio decidió probar sus habilidades, llevando al límite sus poderes, la distancia a la cual sus extremidades extras podían llegar, que tan líquido podía hacerse, viajar a través de la tristeza, frustración, enojo, odio, entre otros sentimientos y emociones malas.

— Quinientos malditos años.

No podía dejar de recordarlo claramente, ese ser de maldad incluso se planteó la idea que se había obsesionado, cualquiera que estuviese obsesionado no lo reconocería, pero Nightmare no era cualquiera, llevo una mano a su cien, pasando el índice y el pulgar por esa zona, quería volver a su mundo, a DreamTale, quizá si se quedaba por ahí, habría más posibilidades de encontrar al ser por el cual sentía tanto aprecio, pese a que ahora era solo un recuerdo.

Intento volver, pero por alguna razón no lograba teletransportarse, aun habiendo cantidad de energía negativa en su universo corrupto, no le fue posible, trato mucho, dejo de hacerlo, pero esta vez pudo acceder sin problemas, no sabía si era por esos sentimientos nostálgicos por Ink, pero, pudo encontrar una ruta, no perdió tiempo y abrió un portal.

Tan sombrío y tétrico, los seres deformes seguían vagando por los alrededores, era una buena vista para ese ex-guardián, que dejo de lado ese desconcierto por recién poder ubicar su mundo.

❝Eternidad❞ ©Where stories live. Discover now