06

2K 206 23
                                    

Después de siglos, al fin compartía el mismo techo con el protector de los mundos alternos y líneas temporales, no fue nada complicado el convencerlo de que vivieran juntos, ni siquiera tuvo que, solo le pregunto e Ink acepto rápidamente.

La relación era muy buena, el amor que sentía por Ink ayudaba que sintiera una felicidad tan sana, buena, sin malas intensiones de por medio, que dejaba expuesto su más puro ser.

Cosa que Nightmare quiso entregarle eso a Ink, recordando ese intento de abuso por parte de aquellos aldeanos de su mundo en ruinas, no deseaba ser tocado de esa manera por nadie más.

Y así fue, se entrego completamente, en aquella forma sin pizca de maldad.

O eso parecía... Porque no importa que, lo que fue corrupto es imposible que sea totalmente puro, con Ink no era muy destacable, su amor por el mismo le impedía actuar de una forma que no fuera amorosa.

Claro, bueno tiene lo malo y lo malo se vuelve más evidente con el pasar del tiempo, volvió a su trabajo, estrés, conflictos, falta de negatividad, algo no andaba bien en esa relación, era evidente cuando Nightmare comenzó a llegar de mal humor a su hogar pese tener a Ink ya en este.


Se supone que era todo lo que deseaba, debía de estar feliz.

E

ntonces... ¿Por qué?

Estaba cansado, viajar en Au en Au, era muy debilitante cuando no hallaba la negatividad que quería, menos con el trato que hizo con Ink, necesitaba más para mantenerse como siempre hace poco duro menos en combate con Dream.

Podía soportar ser derrotado, la cosa es que su estado débil lo perjudicaba, inclusive con otro ser, con un aura las intensa a la se su hermano.

Pero por Ink, no se quejo y aceptó ese trato, sabiendo los riesgos y consecuencias que le traería esto, por el pintor, por tenerlo a su lado, valía todo aquello, por su relación.

Camino por la sala, notando algunos lienzos en blanco en los sofás, desarreglados, se calmó al ver esto, era señal clara que Ink estuvo hace poco, la pintura aún lucía fresca, a pesar de que le desagradara el desorden, le brindaba cierta paz saber que ese desarreglo era por su pareja, si su material de arte estaba en la casa, definitivamente él también lo estaría.

— ¿Ink? — Pregunto acercándose a la recámara que compartían juntos, no, no estaba ahí. — Ink, dejaste tus pinturas en la sala.

Tenía la certeza que estaba en la casa, suponía que no podía sentir su presencia porque no estaba sintiendo algo negativo, lo que en parte lo calmaba.  Continuaba hablando en voz alta para que lo oyese con claridad, suspiro de forma cansada dirigiendose a la cocina.

Tal vez lo hallaría en la cocina comiendo algún pastel con diversos colorantes o rellenando sus viales, seguro todo hecho un desastre. Pero tampoco estaba ahí, bufo frustrado.

— Te acordaste. — Pensó al percatarse que su alrededor estaba totalmente limpio, sin desorden, nada parecido a como estaba ayer. Resumen, el protector ensuciaba demasiado tratando de cocinar. — Buenas Noches, Ink. — Saludo al sentir unos brazos rodeando su cintura por detrás.

— Hola, Nighty. — El esqueleto de huesos blancos saludo sonriente como era su costumbre. — Hoy recordé que debía limpiar la cocina, aunque fue porque en mi bufanda lo había escrito jeje.

— ¿De qué otro modo te acordarías? — Hablo acabando de fijarse mejor si él de bufanda marrón hizo lo que pidió correctamente. — En serio estoy considerando hacer algo con esa cabeza hueca que tienes.

Ink aflojo el abrazo, pero a pesar de ese comentario, río bajo, ignorándolo, suponía que era normal ese hablar en su forma corrupta, además hasta él era consiente que era olvidadizo.

Beso, su mejilla y una mano acariciaba sus costillas sobre sus prendas, bajo los besos a su cuello. Nightmare se quejó bajo, más no lo detuvo, comenzó a caminar lentamente hacia su habitación e Ink lo seguía a su paso sin desenredar sus brazos de su cintura asegurando su cercanía.

Estaban frente a la cama, el protector de universos continuaba con los besos cariñosos, en su cuello o mejillas, desabrochándose sus ropas de arriba que cubrían tu torso.

Nightmare se sentía muy bien a pesar de que los sentimientos positivos, estos no lo debilitaban ni lo hacia sentir mal a diferencia de otros.

Cerro los ojos.

Estaba entrando en un estado de de fascinación, uno que solo alcanzaba cuando los besos del artista recorrían su cuerpo. La viscosidad de su cuerpo comenzaba a desaparecer poco a poco, lo que provocó una reducción de su altura, solamente unos centímetros menos.

Se volteó quedando cara con Ink, poso sus manos en sus hombros, apreciando aquellos ojos cambiantes, lo mismo hacia él otro, observaba los ojos ahora morados de Nightmare.

Aquella masa oscura se reducía, mostrando poco a poco sus huesos blancos.

Los esqueletos cerraron sus cuencas, disfrutando de un beso calmado, él más bajo, aunque no lo dijese, quería pasar más con Ink, quería que solo no tuvieran

Pero por sus labores no era algo que fuese posible.

El Guardián de la negatividad, no tenía rastro de ese líquido con aspecto a petróleo en su cuerpo, sonreía sutilmente acariciando con sus dedos el pecho del protector, él sin alma pasaba sus manos por su cadera baja.

— Eres tan tú, Ink. — Hablo Nightmare a lo que su pareja sonrió, pero no duro mucho por lo que escucharía. — En serio que eres tan torpe, hasta pintura en la cara tienes. — Limpio la pintura verde en su frente, sintió como las caricias ajenas se detuvieron. — No te pongas así, igual estaré contigo a pesar de como eres.

Tomo asiento en la cama rodando la cadera ajena, le acerco para enrededar sus brazos en su cuello, Ink rápidamente paso por alto ese comentario, creía que si mostraba mal por “solo eso” se vería exagerado. Otra vez tocaba y acariciaba el cuerpo del más bajo, acomodándose entre sus piernas, acariciándolas con lentitud, subiendo para retirarle el pantalón.

Las prendas fueron retiradas, dejando paso a besos húmedos, olvidando aquellas bromas hirientes, remplazándolas por palabras cursis y gestos amorosos.

— Te deseo tanto, Nightmare.

— Y Yo Te Amo Tanto, Ink.

❝Eternidad❞ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora