❝Eternidad❞ ©

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Explosiones, pánico y gritos se oían en el universo de Flowerfell, ¿quién se atrevió a alterar el orden? Un ser impulsivo, lleno, con ideales de borrar todos los mundos, dejando solo el original, sin importarle el sufrimiento o dejar en el olvido a versiones alternas de lo que quiere mantener.

Hace tanto todo había estado en paz, ningún Au se vio perturbado, aquel pintor con su pareja y visitando las nuevas rutas, mundos alternativos o incluso líneas de temporales.

Pero la paz es algo que no perdura, menos para estos dos, Error e Ink, eran rivales desde que tienen memoria, siempre fue así y al parecer jamás cambiaría.

O tal vez no siempre fue así...

— Debí suponer que llegarías justo a tiempo para proteger a esta patético mundo. — El de huesos negros comenzó a moverse, saltando entre escombros, buscando a su enemigo. — ¿Acaso quieres volver a jugar a las escondidas?

Había señales que un portal había sido abierto, uno hecho por tinta, el cual fue visto por el destructor, terminándose de convencer de que en verdad había alguien más que no fueran los habitantes del universo gritando y suplicando por sus propias vidas o las de sus familias.

Únicamente había oído el sonido del portal, por eso pudo orientarse hacia donde ir, pero no había pistas del de huesos blancos.

Había demasiado silencio de un momento a otro, ni siquiera las voces que oía estaban presentes en su mente.

Giro la cabeza hacia un lado derecho, se queda quieto, escucho a una pequeña fila de escombros cayendo, sin ver siquiera, invoco un BG y disparo hacia esa dirección.

— ¡AGH! ¡INK!. —Grito enfadado por aquello.

— ¡Por nada! ¡Cuídense!

Vio a Ink ayudando a un monstruo gato a levantarse, al parecer estaba lastimado por el derrumbe de esas construcciones, estaba muy relajado, despidiendo con la mano al ser gatuno.

— ¿Eh? — Noto que Error lo miro claramente molesto, Ink sonrió nervioso, después de todo su enemigo volvió a invocar BG apuntando en su contra, por suerte lo esquivo. — ¡Eso estuvo cerca!

Estaban en una batalla muy fuerte, aquel destructor estaba cansado de verlo vivo, la ironía es que no tenía una alma la cual poder apretar hasta hacerla polvo en sus manos.

Tendría que romper por completo, sus huesos, aún no conocía la debilidad de Ink, solo dos conocían ese secreto.

“Entre las parejas no hay secretos, Ink.”

“¿Tú me ocultas algo? ¡Dímelo!”

Pregunto en juego el esqueleto de huesos blancos, ni eso se tomaba en serio. Pero era mejor para Nightmare que así fuera, su único amor no se enteraría de nada.

“Jamás te ocultaría algo.”

Y esa fue la primera mentira.

Mientras tanto, la pesadilla, veía algunas opciones de los universos alternos para causar corrupción, al escoger, se levantó, salió de su oficina, pensó en Killer, motivo del porque le llamo por medio de telepatía, suponía que estaba en su habitación, ya se hallaba abriendo un portal para dirigirse al mundo seleccionado.

El asesino en inglés, apareció casi de inmediato un esqueleto de suéter azul oscuro, cuencas vacías y una sonrisa divertida.

— ¿Me llamo, jefe?