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El momento de reflexión para Ccino duro poco, volviendo a caer en la misma depresión continua de siempre.

Se preguntaba que tenía que hacer para que su amor llegara al corazón de ese ser corrupto que por alguna razón lo tenía anonadado. El estar enamorado tan fuertemente de él, le hacía tanto daño, era consciente, pero no podía evitarlo.

Lo intento, era algo más fuerte que él, que su escasa voluntad, estaba escrito en su código que amaría a Nightmare hasta su último aliento, sin importar su indiferencia o sus tratos, por más violentos que fueran.

A pesar de que la misma pesadilla dijo estar harto de él, seguía viniendo, ¿acaso ese mismo algo era más fuerte que Nightmare y obligaba que volviera a él? Eso lo hacía sentir bien, pensando que era el destino que decía que debían estar unidos...

Pero la culpa no tardaba en invadirlo por esa clase de pensamientos.

Más, era imposible, según Ccino, que tenía a su novio en un pedestal, se mintió así mismo en incontables ocasiones que las cosas mejorarían.

Que podían cambiar.

Oh, Ccino.

Los años han pasado, más esa absurda y lamentablemente idea de que su relación prosperará seguía en su mente, dejándolo aún tentado con solo la cercanía de Nightmare.

— D-Deseo ya no a-amarte... — Su voz adolorida decía la verdad, un deseo que su alma no consentiría en ningún momento. — N-Nightmare... — Su sonrisa salió entre esas lágrimas y las limpio ansioso, el sonido de un portal abrirse le dio calidez a su adolorida alma, con el pensamiento de su amado viniendo a visitarlo.

Pese a lo que dijo, su sentir no cambiaría como solo un deseo.

Por eso su emoción fue inevitable.

Y la decepción grande.

Al ver que estaba su cuñado, el guardián de aura dorada.

Su sonrisa se borró, no era su amado... Desde que lo dejo plantado no lo había vuelto a ver, ni siquiera para tratarlo igual de mierda de siempre.

Dream se acercó al otro, brindándole un cálido abrazo, provocando que el más bajo estallara en llanto, era muchas cosas acumuladas. El guardián no pudo usar su aura para mejorar el estado del dueño de esa cafetería, había pasado tanto tiempo bajo la influencia de Nightmare que su aura tardaba en darle alguna vibra positiva.

— Lamento por lo que tienes que pasar... — No le gustaba que los demás sufrieran, por lo que sabía no bastaría con llevárselo de ese lugar, Ccino volvería por su propia voluntad con su hermano, no había caso. — Descansa, por favor.

Al pasar los minutos, Ccino sintió su cuerpo volverse liviano. Dream lo sostuvo entre sus brazos, manteniendo ese abrazo para evitar que se cayera, vio las cuencas del menor se cerraban, dejando ver las comisuras de estas empapadas en lágrimas.

Dream había conocido a Ccino hace mucho, pero por su tristeza tan repetida y la continua presencia de Nightmare en el sitio, le impedía llegar, soliendo dejar su negatividad esparcida en el sitio. Pero ahora la ausencia del corrupto y esa pequeña esperanza por parte de Ccino lo hizo llegar.

— ¿Así está bien, Ink? — Pregunto Nightmare abrazando el cuello de Ink, mientras recargaba su cabeza en su pecho. — ¿No debí haber ido yo en lugar de Dream?

Ink mantenía con una mano la ventana dimensional que les permitía ver a ambos la interacción del soñador y el dueño de esa solitaria cafetería, la otra permanecía en la cintura del ex-guardián de los sentimientos negativos.

❝Eternidad❞ ©Where stories live. Discover now