❝Eternidad❞ ©

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Ccino movía la mano de un lado a otro, despidiéndose de nuevo de un cliente nuevo que conoció, al parecer un Sans con alas de actitud amistosa. Un suspiro salió de su boca y aunque se piense que nuevamente estaba triste por volver a la soledad, esto no era verdad.

Desde hace cinco meses que estaba en una relación con Nightmare, se sentía mejor sabiendo que vendría al menos dos veces por semana a visitarlo, martes y jueves, con unas horas se sentía feliz. Recordaba ahora con cierta ilusión distorsionada cuando Nightmare le perdono la insolencia de detenerlo, cuando lo bajo lento, con cuidado, para luego aceptar ser su pareja.

La mirada del corrupto era fuerte y penetrante, si antes sentía miedo por ella, ahora le provocaba escalofríos... De los buenos y lo hacían fantasear.

Nada más halla de decirle cosas mientras cocinaba halagandole como se veía o que lucia adorable, solo fantasías, tan alejadas de la realidad y adorables, Nightmare nunca le dijo nada cariñoso, ningún halago y tampoco índoles de desear algo sexual con él. Pero pese a esos "detalles" siguió disfrutando de tener a Nightmare, alguien con quien podría formar un vínculo sin tener que perderlo porque cruce la puerta, o en este caso, desaparezca.

Su rostro se ponía cálido con tan solo ver al de tentáculos beber de su café, había incluso hecho que probara algunos de sus postres, claro, cuando arrojo al suelo uno de sabor dulce, comenzó a hacerle postres ácidos y con picor, que al parecer estos si eran más de su agrado, pero nunca del todo, así que eso lo hacía esforzándose, seguro algún día prepararía algo que estuviera a la altura del paladar de su novio.

Eso esperaba.

Ahora estaba en su cocina, era martes, sus felinos estaban en su habitación de juegos para que no hicieran irritar al corrupto, cortaba con cuidado y paciencia algunos tomates, sabía cocinar de todo, por lo que esta vez quería prepararse algo distinto de comer, algo simple y menos elaborado, a veces parecía que en esos momentos su mente era capaz de asimilar su enamoramiento por Nightmare, se preguntaba si podría lograr que lo ame o que le tenga un aprecio, en todos esos meses, esas fantasías de vainilla comenzaron a ser menos inocente, tenía necesidades al igual que el resto de los esqueletos, deseando y fantaseando mucho más allá de lo meloso.

En varias ocasiones sus genitales se formaron aún sin que él lo deseara, de forma inconsciente, sin siquiera haber fantaseado, mucho tiempo solo realmente podía afectarle, tenía su pareja, la cual para su frustración no mostraba interés en su físico ni un poco de afecto. Ccino era el que daba los besos, empezaba a saludarlo, incluso cuando lo abrazaba no era correspondido y sentía la incomodidad del otro, quizá se acostumbró a eso, tanto que le restaba importancia, en estas ocasiones llegaba a sentirse tan mal, a veces se preguntaba si el otro siquiera tendría la habilidad de formar órganos sexuales para mantener relaciones.

Estaba muy harto, ahora no sentía ese deseo, aunque si reflexiono bastante sobre el tema, pensó en hablarlo con Nightmare, pero nunca llegaba a nada, aquel solía responderle cortante... Además, el menor tampoco iba directo al punto, sumando su ansiedad que provocaba que dijera incoherencias, haciendo que el de vectores no lo entendiera.

Tuvo una idea...
Donde no tendría que ser directo y quien acepto ser su novio daría el primer paso.

Dejo de cortar los tomates, desinteresado a este punto a realizar la ensalada, miro el reloj que tenía colgado en la pared, en quince minutos o más llegaría Nightmare, quería tener todo listo, soltaría el cuchillo dejándolo en la mesa, fue hasta el pequeño invernadero que tenía, trago saliva nervioso.

¿Estaría bien lo que iba a hacer?

Al ver las flores amarillas, dudo por unos segundos, pero finalmente tomo seis de esas flores, fue nuevamente donde estaba cortando dejándolas en la mesa, eran muy pequeñas... Regreso a tomar cuatro más, esperaba que con diez fueran suficientes, se puso se puntitas para poder tomar de la alacena un mortero, en el cual puso las flores, no sin antes sacar las hojas, seguido las comenzó a machacar.