03

1.1K 125 74
                                    

Dedicado a PatataConpollo



Aquel ser corrupto había vuelto a su rutina, corrompiendo mundos, enfrentándose a su hermano que trataba de razonar con él inútilmente o buscando detenerlo, mandado a Killer a que se ponga en batalla con el de ropas amarillas, él cuál con algo de tristeza, tuvo que dejar a sus mininos, tampoco era tan malo para él, desde que Cross fue abandonado por Nightmare en su mundo vacío, dejo de ser tan regañado por su jefe.

Había ocasiones en las que se la pasando aburrido en la fortaleza, esperando a su superior que comenzó a salir solo, cosa que aprovechaba para relajarse y hacer del vago, pero llego a reconocer para si mismo que extrañaba la presencia de Cross.

Para molestarlo, claro.

La riña que habían tenido, era algo estúpida, tampoco se podía esperar mucho de seres que existían hace poco, eran compañeros de trabajo, ambos buscaban destacar, no porque desearan agradarle verdaderamente a Nightmare, como se sabe, ellos fueron sometidos por este que uso su pasado o sentimientos para mantenerlos bajo su mandado.

¿Entonces?

Bueno, Nightmare tenía la crueldad de humillarlos o compararlos, causando discusiones y disputas de forma constante, alimentándose de la energía negativa que ambos desprendían, todo un desgraciado, aprovechando las oportunidades para generar más negatividad.

Pero igualmente necesitaba un momento calmado, en su fortaleza se hallaba Killer la mayor parte del tiempo, quien no era alguien que lo sacaba de quicio frecuentemente y tampoco demostraba abiertamente su deseo sexual por él, porque si, Nightmare era consiente de los deseos del asesino y con el hecho de saberlo, era suficiente para tomar distancia y querer descansar en otro lugar.

Volviendo a esa cafetería, no tuvo complicaciones en dar con el sitio, la depresión de ese esqueleto era bastante identificable.

Cuando Ccino lo vio emergir de aquel charco de negatividad líquida, dejo caer la bandeja con rebanadas de pastel que estaba llevando a la barra para colocarlos en la vitrina de exhibición de postres. Reconociendolo de inmediato, su físico era inolvidable, también porque no es como si tuviera clientes que fueran frecuentes.

Tartamudeo, de un modo muy notorio al saludar, fue ignorado, retrocedió un poco, viendo como esa oscuridad pasaba por frente suyo, pasando a ocupar la misma mesa de la primera ocasión que estuvo en su pequeño local.

Tomo a sus gatos usando sus poderes para llevárselos de inmediato al cuarto que tenía especialmente para ellos, aún con el temor a que uno de ellos fuera agredido como paso la primera vez que conoció a... A esa criatura, no sabía como llamarlo, eso sí, tenía un parecido enorme a uno de sus felinos, el cual tampoco era el más amistoso, incluso lo arañaba y solo se dejaba acariciar cuando lo alimentaba, dándole croquetas o salmón.

Quizá era lo normal, después de todo, había conocido a Swap, un esqueleto de pañoleta, cuando pocos días después apareció un gatito con características más que similares, era su versión gatuna... Volviendo a lo de ese ser de oscuridad, parecía que paso lo mismo, más este gato tenía tres colas, esto le recordaba a Ccino los tentáculos de ese cliente sombrío.

Aun así como a los demás, él lo quería.

Volvió de la cocina para limpiar rápido el desastre que dejo en el piso al dejar caer sus postres, en todo ese rato que se tardó, sentía la mirada del otro, cosa que lo puso peor, sin saber si hincarse para limpiar o hacerlo sin flexionar las rodillas.

❝Eternidad❞ ©Where stories live. Discover now