Dolce Argie [C.H] [Argie x Todos]

Te amo [RusArgAle]

Suspiró con cansancio mientras intentaba dormirse, ya debía ser tarde, pero la preocupación no abandonaba su cuerpo.

Quería a sus parejas ahí con él, pero era algo complicado, ellos habían salido, hace ya un par de horas, y no sabe bien a donde, teme por el bienestar de ambos, pero también porque sabe que lo van a terminar abandonando.

Se acomodó sobre la cama, observando el techo, colocando su brazo izquierdo por debajo de su cabeza y el derecho sobre el abdomen. 

Era demasiado obvio frente a sus ojos, que tanto Alemania como Rusia lo acabarían abandonando, sólo hacía falta ver las maletas cargadas de ropa y cosas de ambos.

No debió ilusionarse tanto, esa era la verdad. 

No puede acostumbrarse del todo al inminente hecho de que ya no tendría discusiones sobre bebidas alcohólicas con Rusia, o partidos de futbol emocionantes con Alemania. Eso ya no existiría en realidad.

Aunque quisiera llorar, su cuerpo se niega, porque no era algo nuevo, no es una desconfianza reciente, es vieja, tanto como la relación de ellos tres, cinco, casi seis años.

No es estúpido, siempre ha notado las miradas entre Alemania y Rusia, por eso siempre se encargó de recordarse constantemente que no importara qué, no debía ilusionarse con que sería eterno.

Se había dedicado a aprovechar todos los momentos que pasaban juntos los tres para al menos decirse así mismo, que tan mal no la había pasado con ellos, que al menos él obtuvo algo bueno.

Pero ahora, con todas esas maletas llenas de ropa y algunas cosas escondidas en el sótano de la casa, entre algunas cajas, le hizo darse cuenta que felicidad y su relación, se estaban yendo a escondidas de él.

Soltó una ligera risa cargada de dolor, porque al menos esperaba que tuvieran el coraje de decirle en la cara que las cosas terminarían, que él ya no era necesario, que las relaciones poliamorosas eran en realidad una cruel mentira para los idiota como él.

Decidió levantarse a tomar un vaso con agua mientras tallaba sus ojos tratando de evitar que alguna lágrima cayera de sus hermosos ojos dorados.

Camino en medio de la oscuridad sin problema alguno, conocía su casa de memoria.

Bueno, pronto dejaría de ser su casa, porque no piensa quedarse ahí una vez que Rusia y Alemania se vayan, no quiere estar en un lugar donde puede asociar cualquier cosas con que es alguien débil e innecesario.

Ingresó a la cocina para tomar un vaso y comenzar a cargarlo de agua, el silencio era algo tranquilizador, pero molesto también, porque le dificultaba mantener a raya sus lágrimas y pensamientos pesimistas.

El ruido de la puerta que daba a la calle se escuchaba ser abierta, iba a preocuparse sobre quien era, pero escuchó la ronca y grave voz de Rusia, con la apacible y calmada de Alemania.

Suspiró tratando de dejar el vaso lo más rápido que podía hasta el estante para retirarse, a pesar de que el estar despierto tan tarde era principalmente por su preocupación por ellos, sus pensamientos cargados de inseguridad y resentimiento habían cambiado su preocupación a querer alejarlos.

Y ellos no tienen la culpa de amarse entre si.

Comenzó a alejarse aprovechando que ellos estaban en la sala, hablando de quien sabe qué, tampoco quería prestar atención, no quería seguir alimentando sus miedos internos. Durante la mañana se encargaría de ver algún departamento para irse a vivir. 

--Dies wird unser bester Urlaub als Paar sein, Russland (Estas serán nuestras mejores vacaciones como pareja, Rusia) --Mencionó con emoción el alemán.