Llora [EgipArg]

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Cerró con fuerza la puerta de la habitación, provocando que algunos objetos de los estantes de la pared se movieran de manera ligera ante la fuerza ejercida durante el golpe. Lanzó su celular sin cuidado alguno sobre la cama.

De sus ojos dorados caían lágrimas de impotencia, su rostro en sí estaba completamente tenso ante la situación que había pasado momentos antes con sus provincias, y que terminó por desencadenar todo el asunto.

Reconocía que como Representante era una mierda, pero no era para tratarlo así como lo hicieron. 

Golpeó con fuerza la pared a su lado, en un vano intento de descargar su furia retenida en su interior, su corazón latía de manera rápida y desbocada ante la agitación y el enojo. Quisiera golpear algo, destruirlo con sus manos a no ser capaz de responderles a sus hijos.

No sabe el porqué, pero entre Córdoba y Buenos Aires habían parecido haber hecho un tipo de alianza que se basaba en molestarlo y herirlo, en eso, compraron nieve espuma, entonces ahí empezaron realmente los problemas.

Él podía bromear con las críticas y pasarlas de largo porque reconocía sus propios errores sin mayores problemas y pedía disculpas por eso, además del gran amor propio que le tenía a su propio cuerpo evitaba tomarse en serio los insultos y críticas como "Gordo, vago" y demás.

El problema fue que empezaron a molestarlo mientras veía una serie en su celular, estaba tranquilo en el sofá acostado viendo por HBO a "Chernobyl", y estaba sin hacer ningún ruido o molestando a alguien.

Tanto Córdoba como Buenos Aires, por alguna razón quisieron empezar a molestarlo, y comenzaron a tirarle la nieve espuma que habían comprado antes, ensuciando el celular y  a su persona claramente, les gritó que lo dejaran de molestar, pero tampoco escucharon.

Entonces empezaron a perseguirlo con los envases que contenían la nieve espuma por toda la casa, hasta que, en medio de su huida, la bonaerense tiró espuma en el suelo provocando que se fuera de cara al piso y se llevara un buen golpe en la cabeza.

Cuando iba a regañarla y quitarle el envase, Córdoba le tiró espuma en la boca, y entre la brutalidad de moverse por todos lados, tiraron el regalo que las isleñas le habían hecho por su cumpleaños, el hermoso dibujo a mano hecho por sus hijos había quedado expuesto sin la protección del vidrio que le había colocado, y lleno de espuma que parecía comenzar a humedecer todo el papel.

Aquello lo hizo enojarse, realmente quería darles un buen golpe por pesados, pero se mantuvo serio mientras se levantaba y juntaba el papel, con los comentarios de ambas provincias detrás de él llamándolo exagerado. 

Aso le generó impotencia y total enojo, pero se mordía la lengua para no decir nada y caer en su juego, después los retaría, no ahora que realmente quería herirlos, con palabras o acciones, no le importaba, quería lastimarlos tanto como lo estaban haciendo con él ahora.

Por eso en cuanto dejó el papel en la cocina con cuidado y dejándolo reposar, se retiró con total rapidez a su habitación para no hacer o decir algo de lo que después se arrepentiría. 

Odiaba tener ese auto-control sobre sí mismo en algunas ocasiones, porque se descargaba llorando en un vano intento de apagar las violentas emociones que lo atacaban. Y su mente no le daba tregua al desear hacer alguna venganza, deseando ser tan maldito como sus hijos.

Su teléfono sobre su cama no dejaba de sonar. El sonido era tan molesto, pero hacía un fuerte intento por ignorarlo y no cometer alguna idiotez con alguien que no tenía la culpa de sus emociones en esos momentos.

Suspiró con amargura mientras tomaba el celular y atendía sin siquiera ver quien era, estaba cansado del molesto sonido y no quería arriesgarse a que fuera un tema de suma importancia.

Sus emociones podían esperar. Siempre esperaban.

--Diga --Su voz era brusca y su tono serio. 

Se sentó en la cama mientras con su mano derecha pellizcaba su piel en un intento de concentrarse en otra cosa que en las ideas de venganza y los comentarios hirientes que se repetían sin descanso alguno.

--الحب هل انت بخير (Amor, ¿Estás bien?) --Preguntó la egipcia al notar el tono de su pareja. Aquello obviamente le preocupó.

Argentina suspiró ante eso, liberando la tensión de sus cuerpo y limpiando sus lágrimas de manera rápida.

--Si, si, cariño --Respondió rápido, mintiendo de manera descarada, y eso Egipto lo notó al escuchar como su voz parecía quebrarse.

--أنت لست عسل (No lo estás) --Contradijo-- هل حدث شيء سيء ، مشكلة مع حكومتك أو أطفالك؟ (¿Pasó algo malo, algún problema con tu gobierno o hijos?) --Preguntó de nuevo, intentando hacer que el contrario se desahogara.

Sus ojos picaban, y su respiración comenzó a ser más errática, apretó con fuerza su puño derecho, su mano libre, mientras sentía un nudo en su garganta provocarle dolor en aquella zona.

--Y-yo, y-yo --Comenzó a tartamudear al no saber como expresarse realmente, sus lágrimas empezaron a descender sin mayor problemas, mientras continuaba intentado formar una simple oración.

Se sentía tan idiota al no ser capaz de expresar su malestar, en su cabeza parecía tan fácil decírselo a sí mismo, pero ahora, a su pareja, sabiendo que también tiene sus propios problemas que resolver, no puede, no sabe. 

--Respira Arge, inhala, y exhala  --Pidió en español y con lentitud Egipto, buscando, aunque sea, calmar la errática respiración del contrario. 

Estaba preocupada, jamás lo había escuchado así, tal parecía que cuando Buenos Aires la llamó con nerviosismo para pedirle que calme a su padre porque realmente se habían mandado un gran error, no mentía.

Argentina comenzó a hacer lo que dijo su pareja, mientras liberaba ligeros sollozos e hipidos por como había comenzado a llorar.

--Así vas bien, amor, inhala tranquilo, y exhala, sé que tu puedes hacerlo cielo, sólo unas veces más, ¿si? --Mantenía su tono tranquilo, y cargado de amor y cariño, quería hacerle ver que no estaba solo-- Lo estás haciendo perfecto, amor --Alagó, al notar que los sollozos empezaban a descender.

Pasó su mano sobre sus ojos en un intento de quitar las lágrimas de sus ojos, mientras continuaba haciendo lo que su pareja le pedía.

--¿Quieres contarme que pasó, Argie? --Preguntó tranquila, sintiendo mucha impotencia de no poder estar con su pareja en esos momentos. 

--S-si --Murmuró de forma débil, dejándose caer sobre la cama, sus ojos ardían y su garganta dolía, pero al menos su respiración era más amena y tranquila.

Esperaba al menos, no ser un exagerado para su novia. 

Dolce Argie [C.H] [Argie x Todos]Where stories live. Discover now