Mimos [USArgCan]

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Era de mañana, el sol apenas era notable y hacia un clima en verdad cálido y tranquilo, ideal para un fin de semana.

Canadá y USA dormían cada uno en una de las esquinas, dejando el medio de la cama completamente espacioso para el latinoamericano que daba patadas cuando dormía.

Argentina de igual forma estaba despierto desde hace un buen rato, no se movía de la posición en la que estaba por lo cómodo y tranquilo que estaba, el canadiense y el estadounidense eran tranquilos para dormir a diferencia suya, por lo que sólo sentía el pequeño calor de los rayos del sol atravesar la ventana.

Se sentía bien, en paz, adoraba principalmente eso de las mañanas, no hay ruido, la mayoría de las personas se encontraban durmiendo y él estaba ahí, disfrutando de no hacer absolutamente nada, y ninguno de los chicos a su lado podían decirle algo porque estaban descansando.

A veces era tediosa la rigurosa rutina a la que ambos norteamericanos lo tenían casi acostumbrado, y casi porque sigue sin acoplar su cuerpo a la exigencia de la misma, cada día intermedio hacían bicicleta durante la mañana por al menos cuatro horas, y los días que no lo hacían a la mañana, lo hacían durante la noche. Esto porque les gustaba mantenerse en movimiento y actividad, algo que él, en lo personal, detestaba, pero hacía para apoyar a sus parejas, claro que cuando no tenía una mínima intención de moverse los dejaba solo.

También estaba el hecho del sexo, como Canadá y él eran muy distendidos en dicho tema, hacer el amor era algo que hacían muy a diario y espontaneo, principalmente eran alguno de ellos los que empezaban, pero cuando era así, metían sus fetiches en el asunto, les gustaba el sentir con intensidad, ahora, si era USA el que daba el primer paso, lo hacían lento y pasional.

Volteó a ver USA que se encontraba a su derecha, observando el pequeño hilo de saliva que caía desde la comisura de sus labios hasta la almohada, sus hermosos cabellos azulados completamente desarreglados y su rostro apacible le generaban ganas de comerlo besos.

De hecho podría hacerlo.

Se movió con cuidado para poder recostar su cuerpo sobre el del estadounidense y comenzar así, su pequeño capricho. Empezó por dar pequeños beso en su mejilla para seguir dándolos por toda la cara que tenía a su disposición.

Besó su sien, su nariz, también su frente y cabello. Acariciando sus fuertes brazos mientras comenzaba a besar con cariño el cuello, sin ningún tipo de deseo sexual, sólo despertarlo de una manera dulce y tierna.

Escuchar la melodiosa voz ronca de USA en una ligera risa durante la mañana, debería ser considerado un regalo mañanero sin lugar a dudas.

El estadounidense se acomodó mejor para estar derecho en la cama, teniendo al argentino recostado sobre su pecho mirándolo con una sonrisa, y él correspondiendo con sus ojos apenas abiertos.

--Buenos días hermoso --Saludó el norteamericano con un tono grave y ronco, Argentina sonrió ante esto.

--Buenos días bebé --Besó sus labios con ternura y dulzura por unos ligeros segundos.

El sudamericano se separó de él con una sonrisa mientras ahora se dirigía a hacer lo mismo con el canadiense para que se despertara.

Él sería el primero en dar mimos, y quería mimos como recompensa.

Siguió el mismo procedimiento que con el estadounidense, dando besos en la parte de la cara que tenía disponible, dado que una mitad de su rostro estaba protegido por la almohada.

Estados Unidos lo observaba con una ligera sonrisa mientras buscaba despertarse del todo, aún se sentía cansado y con mucho sueño, la noche anterior habían ido a la fiesta de cumpleaños de Perú, claramente habían ido por pedido de Argentina y la verdad que había sido una noche entretenida, pero agotadora, sobretodo por haber utilizado toda su energía en los bailes con su pareja.

El canadiense se acomodó mejor sobre la cama mientras acariciaba los suaves cabellos del argentino, sonriendo ante la forma tan dulce de despertarlo, esa era una de las cosas que más adoraba de él.

--Buenos días, can --Saludó con una sonrisa el americano.

--Buenos días solecito --Correspondió besando sus finos labios.

Se separaron con una sonrisa, y Argentina se alejó de su cuerpo para volver al medio, recostándose sobre el cuerpo del estadounidense, mirando al canadiense con una sonrisa inocente. Estados Unidos abrazó su pequeño cuerpo con su brazo derecho, besando su cuello con dulzura.

--Quiero mimos --Exigió con su pequeña sonrisa cargada de inocencia, Canadá soltó una risa ante lo dicho, mientras USA sólo le cumplía su pequeño capricho, él de todas formas iba a mimarlo, se lo pidiera o no.

--¿Nos despertaste a ambos por unos mimos? --Preguntó con diversión, observando como su hermano cumplía la exigencia del más bajo de los tres.

--Chi --Respondiendo sonriente, apegándose más al cuerpo del mayor, se sentían muy bien los dulces besos del estadounidense sobre su cuello y las caricias sobre su cuerpo. Por esta razón ambos se habían hecho pareja en un inicio.

--Dios, pequeño engendro del mal, si que eres caprichoso cuando quieres --Suspiró manteniendo una sonrisa en su rostro, pero acercando su mano hasta la cabeza del menor para acariciar sus cabellos con ternura.

Argentina le sacó la lengua con diversión.

--Pero estás cumpliendo mi objetivo, así que mi objetivo se concretó --Retrucó satisfecho de las muestras de cariño que recibía.

Las risas de ambos norteamericanos sólo volvieron aún mejor su mañana.


Dolce Argie [C.H] [Argie x Todos]Where stories live. Discover now