Dolce Argie [C.H] [Argie x Todos]

Feliz cumpleaños [JapArg]

Pequeño aviso, el OS que leerán a continuación está basado en una experiencia propia, por lo que si ven que se habla de "masculino" en alguna parte, avísenme por favor para corregirlo ;w;

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--Vamos Japón, sólo debes aprovechar que mañana es su cumpleaños para mandarle un feliz cumpleaños, así te será más fácil comenzar una conversación con ella --Anunció con una pequeña sonrisa la peruana.

Tanto Japón como ella tenían una buena relación de amistad entre sí, por lo que se conocían bastante bien, por lo que Perú quería ayudar a su mejor amiga a salir con la argentina.

El gran problema que se presentaba en toda la ecuación era precisamente la actitud tan rígida y seria de la japonesa, que como tal, no estaba en lo absoluto acostumbrada a las excentricidades y falta de vergüenza de la sudamericana.

Además de que claramente tampoco había que menospreciar el hecho de que esta misma era cuidada por sus hijos, las provincias, y claramente, Alemania, por lo que cualquier acercamiento del tipo romántico era aplastado y destruido antes de que siquiera Argentina lo notara, y no los culpa, después de todo, ella había sufrido mucho por confiar en quienes no debían. 

Por lo que entendía ese deseo de sobre-proteger a la chica, pero también lo odiaba porque dificultaba más su tarea de querer declararse, o por lo menos tener una conversación con ella sin sentir la presión de que iba a arruinarlo de cualquier manera habida y por haber.

--Es sencillo decirlo cuando eres su amigo --Murmuró la chica con algo de cansancio. En verdad era agotador su desesperante situación, por esa cuestión decidió pedirle ayuda a la peruana, China por su parte le había estado recomendando hablar y de hecho abría espacios de diálogo entre ambas durante los descansos.

Como tanto la china como la argentina tenían acuerdos comerciales bastante importantes como antenas de alta potencia en el sur del país americano, ambas solían juntarse a hablar cómodamente, por lo que ella era muy buena para ayudarla a hablar con la sudamericana.

El problema era que debido a sus nervios, era mucho más fría y tosca a la hora de hablar, y eso como tal le generaba problemas con la comunicación, dado que la chica era muy expresiva cuando hablaba y ella ante sus pocas y casi nulas respuestas, que, para colmo dichas con un mal tono, terminaban incomodando a la sudamericana.

Por esa razón su amiga decidió rendirse al ver que no ponía de su parte de buena manera cuando prácticamente las había reunido para hablar entre sí, y en verdad había intentado de todo la asiática, desde llamadas con Argentina provocando que "apareciera inesperadamente" en dichas llamadas, hasta mandarla a decirle o darle algo en específico para que hablara de cualquier mínima cosa. 

Algo que obviamente no se daba.

--Tu lo serías si no fueras tan tímida --Comentó de manera vaga la mayor, terminando de acomodar su ropa. Debía prepararse para ir al país de su mejor amiga, pero a una de las provincias de norte para acordar los detalles del cumpleaños con los hijos de Argentina, Alemania ya debía estar esperándolo-- Sólo, no pienses demasiado, intenta escribir un "Feliz cumpleaños Tina" o algo así, después puedes preguntarle como la está pasando y listo, tienes asegurada una conversación con ella sin que necesites hablar demasiado --Declaró con simpleza la chica.

Japón asintió ante las palabras de la contraria, a pesar de ser un sencillo plan, sentía que podía arruinarlo.

--Bien, yo ya debo irme, recuerda regarme las plantas antes de irte --Le anunció a la asiática, confiaba plenamente en ella, después de todo, no sería la primera vez que la dejaba sola en su casa.

--Suerte, Perú --Se despidió, la nombrada mantuvo una distancia pronunciable mientras se despedía también, dado que sabía de la importancia del espacio personal para la japonesa.

Sólo quedaba a esperar a mañana para mandarle el mensaje.

[...]

Suspiró en un vano intento de quitarse el nerviosismo que ocupaba todo su ser, observando el chat abierto que tenía vacío con la sudamericana que la enamoraba cada vez más.

Mordió su labio inferior, intentando repasar las sencillas palabras, que, según lo dicho por Perú, debía ser más que suficiente para poder comenzar una conversación de lo más casual donde Argentina sería la que diera más charla al hablar precisamente de cómo lo estaba pasando en su cumpleaños.

Cumpleaños que, aunque no se siente mal de no ser invitado, dado que sólo su círculo íntimo asistía hasta que hicieran la fiesta mayor donde ahí invitaban a todos los Representantes y primer ministros/Presidentes para asistir y disfrutar una convivencia entre todos el cumpleaños de la latinoamericana.

Comenzó a escribir el breve mensaje con el que todo podría comenzar si salía bien. Una vez terminado, suspiró para enviarlo antes de arrepentirse y recibir los regaños de la peruana.

Dejó el celular sobre la mesa mientras se levantaba con rapidez a preparar una taza para hacer un poco de té negro para relajarse. Sentía su corazón palpitar con tanta fuerza que la abrumaba. El nerviosismo de haber hecho el intento de comunicarse por primera con ella la ponía mal, de eso no tenía duda.

Una vez que tenía su taza con el té listo, se volvió a sentar en la silla y así ver si Argentina le había respondido, pero sólo se encontró con su mensaje.

También con muchos deseos de que la tierra la tragara.

Salió del chat de la latina para irse al de la peruana, y avisarle de manera corta lo ocurrido.

"Perú, creo que ya arruiné cualquier oportunidad para entablar una conversación decente con la señorita Argentina" Escribió con rapidez sintiendo la vergüenza invadir su ser, por suerte suya, la peruana escribió de manera casi inmediata.

"¿Por qué, qué ocurrió?" Preguntó tan rápido como leyó el mensaje, preocupada y curiosa de como pudo arruinar algo tan sencillo.

"Me equivoqué al mandar el mensaje" Admitió con vergüenza, sintiendo que ese mensaje lo perseguiría de por vida.

"Le deseo un buen feliz cumpleaños señorita Perú"

Era demasiado idiota. No tenía remedio.