Dolce Argie [C.H] [Argie x Todos]

Cumpliendo [CambArg]

Estaba en una mesa de la cadena de comida rápida Mc Donald, esperando con algo de decepción la llegada de Nueva Zelanda al local. 

Suspiró preocupado, ya iba media hora de retraso y comenzaba a alterarse por la ausencia de la neozelandesa. Volvió a abrir su celular ignorando a los dos países que lo observaban con pena a la distancia, sino está equivocado uno es Tailandia, a la otra Representante no la conoce, pero debían de ser amigos.

Habían acordado la cita después de una reunión en Birmania de la ONU, así que habían decidido aprovechar e ir a un Mc Donald debido a su nulo conocimiento de restaurantes en la zona, por lo que creyó mejor esto, aparte de que podrían hablar y no dejarse presionar por un lugar.

Pero tal parecía que Nueva Zelanda no aparecería, quiso volver a suspirar, pero eso no evitaría que sus ánimos repuntaran o al menos ayudara a quitar su mala cara, por lo que lo mejor sería retirarse y volver a su hotel para regresarse a su país de una buena vez. 

Había sido una verdadera desilusión no poder haber visto a la chica que le gustaba, aunque no le sorprendía demasiado, siempre era de jugar de esta forma, jamás un no definitivo para que él dejara de pedir algo que nunca iba a dar, lo mejor sería ya retirarse.

Guardó su celular con una mueca que expresaba su cansancio y tristeza, pero al levantar un poco la vista para querer acomodar su silla, notó a Tailandia a la distancia haciendo gestos para que se acercara hasta su mesa. 

Confundido, decidió acercarse de igual forma, intentando aparentar un poco su falta de ánimo con una pequeña sonrisa.

--Hola Arge--Lo saludó con entusiasmo Tailandia una vez el argentino estuvo lo suficientemente cerca de ellos.

--Hola Tailandia --Correspondió con su ligera sonrisa, dirigió su mirada a la de la chica observando bien su bandera para reconocerla al instante-- Hola Camboya.

--Hola --Saludó tímida con un pequeño sonrojo que no se notaba gracia a los colores de su bandera.

--¿Para qué me llamabas Tai? --Preguntó curioso, él no estaba con los ánimos como para mantener una conversación en estos momentos, sino más para irse a su habitación del hotel donde se hospedaba y comer helado mientras se desahogaba en una llamada con Perú.

--Ha eso, bueno, lo que pasa es que te vimos muy solo allí, y a Camboya se le ocurrió la idea de invitarte a comer con nosotros --Reveló con una sonrisa-- Uno más para comer y hablar jamás viene mal.

--Oh, no hace falta chico, no quiero incomodarlos --Dijo algo halagado de que lo consideraran para pasar el tiempo, aunque también sentía vergüenza porque también les genero pena.

--No incomodas Arge --Aclaró rápido Tailandia-- Es más ven, siéntate aquí --El chico se paró rápido para dejarle su lugar al argentino, el cual soltó una ligera risa de diversión ante la actitud animada del contrario, le hacía recordar a Bolivia y a Uruguay.

--Bien, gracias Tai --Agradeció notando que estaba sentado justo frente a Camboya, el tailandés por su parte aún no se sentaba-- ¿No vas a sentarte? --Preguntó curioso al verlo aún de pie.

--Voy a ir a pedir la comida --Aclaró rápido-- ¿Qué van a pedir? --Preguntó con una sonrisa.

--Una hamburguesa simple --Dijo Camboya en un tono bajo.

--Yo quiero una triple Tailandia, por favor --Dijo pasando un poco de dinero para que el contrario pagara su comida.

--Perfecto, vengo en un rato --Avisó mientras se retiraba con el dinero del argentino y suyo. A fin de cuentas, Tailandia le debía un poco de dinero a Camboya por lo que él le pagaría la hamburguesa

Una vez el tailandés se retiró quedaron en un silencio algo incómodo, la chica frente a él no parecía con ánimos de realizar alguna acotación o algo, estaba callada, y él no sabía que decir, porque jamás había hablado con ella. 

Jugando con sus dedos porque le daba vergüenza agarrar su celular, comenzó a pensar en posibles formas de comenzar una conversación, pero se encontraba tímido.

--Jugaron bien los pumas, felicidades --Argentina elevó su mirada rápidamente mientras la observaba sorprendido de que hablara, la chica se sonrojó ante esto-- D-di-digo qu-que, tu-tu equipo jugó bi-bien --Repitió con nerviosismo, el argentino soltó una risa enternecido por aquella actitud tan tierna.

--Tranqui --Dijo con una pequeña sonrisa-- Y gracias por las palabras, eres la tercera persona que me felicita por tal hecho "histórico" --Acotó entre comillas lo último.

--¿Hecho histórico? --Preguntó, Argentina hizo un poco más grande su sonrisa al notarla interesada en el tema.

--Sip --Respondió de forma breve-- Es la primera vez en años, que mi selección logra ganarle a lo All Black de Nueva Zelanda, jamás le habíamos podido ganar hasta ese partido.

Ella asintió prestando atención.

--Entiendo, el equipo de Nueva Zelanda es una de las potencia en el Rugby, así que es entendible --Murmuró ella.

--Eso es indiscutible --Suspiró al recordar la apuesta que la neozelandesa incumplió aún sabiendo lo emocionado que él estaba por ella. La camboyana notó la mueca del argentino.

--Y-y ¿Cuál e-es tu e-estación preferida? --Preguntó de forma rápida y algo trabada. 

Argentina la observó confundido, apenas había logrado entender lo dicho por la chica.

--¿Estación preferida? --Estaba algo perdido, Camboya se sonrojó más al sentirse avergonzada y traicionada por sus nervios.

--D-del año --Murmuró bajito.

--Oh, comprendo ahora --Mencionó alargando un poco la "oh"-- Y sería el verano sin duda --Respondió él-- No sé, me da más energía el sol para estar más activo, aparte que el día dura más y tengo como excusa la Navidad y el Año Nuevo para reunirme con todos mis hijos a la vez y mis amigos también --Profundizó más con una gran sonrisa al recordar a sus pequeños retoño que adoraba con todo su ser-- ¿Y cuál es tu estación favorita del año Camboya?

--Po-por favor, dime Cambi --Pidió bajito, el chico asintió.

--De acuerdo, Cambi --Ella se sonrojó más al escuchar la grave voz del chico que amaba decir su apodo-- ¿Cuál de las cuatro estaciones del año prefieres más? --Preguntó con una ligera sonrisa.

Tailandia los observaba desde la distancia, sintiendose orgulloso de que su mejor amiga estuviera hablando con su crush. Nunca creyó que pedirle a Singapur que mantuviera ocupada a la neozelandesa para poder juntar a Camboya con Argentina funcionaría.

Ahora tendría que recompensar a su pareja por su magnifico trabajo, y en verdad tenía unas muy satisfactorias ideas.