𝐒𝐋*𝐓 ; Draco Malfoy[Traduccion al Español]

T H I R T Y - T H R E E

LAS WEASLEYS;

Estaba jodidamente helada.

Sentí mi cuerpo temblar mientras caminaba por los caminos helados, recordando que no había nada más que una pequeña tienda cerca de la Mansión Malfoy. Seguro que amaban su privacidad. Desafortunadamente, la tienda estaba cerrada y nevaba. Eran las nueve de la noche y todo estaba en silencio, excepto por el viento aullante.

Mientras estaba de pie frente a la tienda, escuché arrastrarse los pies a mi lado. Antes de que pudiera soltar un grito, me di cuenta de que era ... ¿Ron? Sus ojos azules se entrecerraron hacia mí, su gorro casi se le cae de la cabeza. "¿Amara?" Preguntó, dando un paso hacia mí. "¿Qué diablos estás haciendo aquí? Hace mucho frío."

"Larga historia", suspiré, torciendo mi labio hacia un lado. "La historia corta es que no tengo adónde ir".

Se acercó y agarró mi mano, haciendo que mis cejas se fruncieran. "¿A dónde me llevas?" Pregunté, y volvió la cabeza hacia mí mientras comenzamos a caminar. "A mi casa, por supuesto. No voy a dejar que mi mejor amiga se muera de frío." Murmuró, y sentí una pequeña sonrisa crecer en mis labios.

Pero luego se desvaneció cuando me di cuenta de la circunstancia en la que me encontraba.

Hubiera pensado que Ron estaba enojado conmigo, desde nuestro último encuentro. "¿Cómo llegaremos allí?" Pregunto, y saca su varita. Murmuró un hechizo antes de que nos teletransportáramos dentro de su casa, haciéndome tropezar por el cambio de escenario.

Me envió una sonrisa. "Con magia, por supuesto." Él arqueó una ceja. "¿Vas a decirme por qué estabas allí ahora?"

Miré alrededor de su casa, la cálida sensación difusa que la acompañaba se hundió. "Descubrí que Draco estaba comprometido", escupí las palabras de mi boca, sintiendo esa sensación de hundimiento de nuevo. El rostro de Ron cayó ante mis palabras. "Fui una tonto al creer que podía ser feliz".

"Eso no es cierto", suspiró Ron, enviándome una mirada. "Estás enamorada de él."

"Ojalá no lo estubiera", murmuré, tomando asiento en el sofá marrón de aspecto suave.

Sentí que la cálida y suave tela suavizaba el dolor de mi espalda. Esto fue celestial. Mamá nunca me dejaba ni a Fiona ni a mí sentarnos en los sofás porque tenía miedo de que los ensuciáramos. Estaban destinados solo para invitados.

Mi mente volvió a Draco cuando Ron se sentó a mi lado. Amarlo fue lo mejor y lo peor que me pudo pasar.

"Ron, ¿quién es ella?" La Sra. Weasley entra con un delantal.

Me puse de pie rápidamente antes de alisar mi ropa, que era un suéter blanco largo y medias negras debajo. "Madre," Ron se puso de pie, haciéndome un gesto. "Ella es Amara Rockwell. Es una de mis mejores amigas en la escuela."

La madre de Ron me envió una sonrisa. "Encantada de conocerte, querida", me estrecha la mano y sentí una punzada en el corazón.

Ojalá mi madre me tratara así.

Tragué saliva antes de poner una sonrisa falsa. "Gracias por dejarme entrar a su casa", le dije cortésmente. "Es absolutamente hermosa, Sra. Weasley."

Ella sacudió su cabeza. "Por favor, llámame Molly". Luego le giró la cabeza a Ron. "¿Dónde están las cebollas para los pasteles de Cornualles?" Ella lo golpeó en el brazo con la tela que sostenía en la mano. Él le envió un puchero mientras se frotaba el brazo.

—La tienda estaba cerrada, mamá. Te dije que me dejaras ir antes."

Mordí mi labio para reprimir una sonrisa cuando la Sra. Weasley lo golpeó de nuevo, haciéndolo estremecerse. Ella se vuelve hacia mí mientras él gruñe entre dientes. "¿Tienes hambre, querida? Estábamos a punto de cenar."