𝐒𝐋*𝐓 ; Draco Malfoy[Traduccion al Español]

F O R T Y - S I X

CONSTRUIDO;

Aquí está la cuestión de tener una muñeca torcida.

Draco está demasiado asustado para hacer algo que requiera contacto físico, incluso abrazos. Acabo de salir de mi período hace dos días, me afeité y traté de seducirlo, pero él literalmente me dijo que estaba demasiado cansado. Sé que este chico no estaba muy cansado, ya que es un maníaco sexual.

Siempre miraba mi muñeca sin decir nada, y sabía que sentía la culpa. Estaba acostada en su cama, sintiéndome frustrada; Si sabes a lo que me refiero. Me quedé mirando la pantalla de televisión frente a nosotros, con los brazos cruzados, mientras Draco yacía en silencio a mi lado, con los brazos para sí mismo.

La película era en blanco y negro, pero aparentemente era su favorita. No podía concentrarme en la película porque sentía un dolor entre mis muslos y seguía esperando que desapareciera, pero no fue así. "Draco," susurré, mirándolo. Mantuvo sus ojos en la pantalla mientras yo tragaba saliva. "¿Podemos um, ya sabes ... hacer algo?" Le pregunté tímidamente, pero él ni siquiera volvió la cabeza, murmurando no ahora.

Sentí la vergüenza invadirme cuando solo asentí con la cabeza, mirando hacia la televisión con las mejillas rosadas. ¿No me quería? Sabía que se trataba de mi muñeca, pero ¿y si ... él ya no me atraía? Estaba segura de que me amaba, pero eso no significaba que ya se sintiera atraído.

El dolor aumentó.

Apreté mis piernas cerrándolas, esperando liberar algo de tensión. Era como un fuego que no dejaba de arder. Miré sus dedos cubiertos de anillos, deseándolos en mí a gran velocidad. Apreté más mis muslos, mordiéndome el labio inferior. "¿Qué estás haciendo?" Mis ojos se abrieron, mirando a Draco.

Me estaba mirando con los ojos entrecerrados y una ceja levantada. Sentí que mis palabras se atascaban en mi garganta. "N-Nada," tartamudeo, deteniendo mis acciones. Volví a mirar la película, pero él no la interrumpió, todavía mirándome. "Puedes jugarlo—"

"¿Estás caliente, querida?" Me preguntó, haciéndome asfixiarme con mi propia saliva. Lo miré como si fuera un ciervo atrapado por los faros, sentándome instantáneamente de mi posición de acostada. Estaba balbuceando palabras al azar, pero Draco solo se rió, sentándose también. "Ven aca."

Parpadeé rápidamente. "¿D-dónde?"

Señaló su pierna, que colgaba de la cama.

"Aquí mismo."

Fruncí el ceño, pero obedecí, arrastrándome lentamente hacia él. Me senté a horcajadas sobre sus hombros mientras me sentaba en su pierna, mirándolo con los ojos muy abiertos. Me sonrió con satisfacción, su colonia llenó mis fosas nasales, mientras sus manos iban a mi cintura. Salté ante el contacto con sus manos frías subiendo por mi delgada camisa, jadeando suavemente. "Draco, ¿qué estás? Oh."

Me interrumpí cuando me empujó hacia adelante y hacia atrás contra su pierna, mi clítoris cubierto de pijama se frotaba deliciosamente contra sus pantalones deportivos. "Monta mi muslo, princesa." Murmuró, sus labios se posaron en mi cuello.

Cerré los ojos cuando el placer finalmente se alivió en mi coño, los gemidos abandonaron mis labios mientras chupaba la piel de mi cuello, moviendo mis caderas más rápido sobre su pierna."¿Eso se siente bien?" Salpicó suaves besos en mi cuello, hasta mis labios.

Me sonrió mientras mi rostro se retorcía de placer, asintiendo con la cabeza. Tarareó cuando comencé a mover mis caderas por mi cuenta, pero sus manos todavía estaban apretadas en mi cintura. Comencé a rodar mis caderas hacia su muslo, echando la cabeza hacia atrás mientras gemidos y ruegos escapaban de mis labios.

Y luego le chasqueé los ojos cuando empezó a hacer rebotar la pierna, mi mano le apretó los hombros. "¿Vas a correrte por mí, cariño?" Él sonrió, sus nombres de mascotas me hicieron dejar salir aún más gemidos. Antes de que pudiera responder, comenzó a rebotar más rápidamente, moviéndome a una velocidad más rápida hacia él.

Mi clítoris sensible se frotó con fuerza contra su musculoso muslo, haciendo que la espiral dentro de mi estómago se rompiera, un grito salió de mis labios mientras mis caderas tartamudeaban. "Buena chica, vente para mí." Susurró mientras dejé caer mi cabeza en su hombro, sus manos en mis caderas me obligaron a moverme aún contra él.

Las ondas de choque me atravesaron mientras gemía contra su cuello, junto con su nombre. Cuando finalmente terminé, dejó de hacer rebotar su pierna, mi cabeza todavía en su cuello. "Me empapaste el muslo, Amara." Se rió disimuladamente, haciéndome alejarme de su cuello, escondiendo mi rostro entre mis manos. "Lo siento—"

"No te disculpes, joder" siseó, haciéndome mover las manos. Agarró mi barbilla con sus dedos cubiertos de anillos antes de levantar las cejas. "Esa fue la maldita cosa más caliente de la historia".

Solté una risita, con las mejillas rosadas, mirando hacia abajo mientras todavía estaba en su regazo. "¿Quieres que..." Traté de preguntarle si quería que le devolviera el favor, pero negó con la cabeza. "No, estoy bien. Puedes hacer eso cuando tu muñeca esté mejor", murmuró, haciendo que mi corazón se acelerara. Mordí el interior de mi mejilla para reprimir una sonrisa mientras me levantaba de él, enviándome una sonrisa de come mierda.

"Ahora, si me disculpas, voy a tomar una ducha muy fría".

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Draco y yo estábamos caminando, tomados de la mano, hacia el comedor para cenar. Justo antes de que nos gritaran que nos acercáramos, Astoria estaba allí, esperándonos. "Por favor, déjame pintar tu na—"

"Draco," asintió Astoria, fingiendo que no lo estaba esperando. Sentí que mis labios se apretaban cuando ella me interrumpió, enviándole una sonrisa inocente y cálida. Él la miró sin comprender mientras sentía que mis dedos se apretaban alrededor de los suyos. "Esta noche hay una fiesta en la sala común de Slytherin, y yo la voy a organizar. Deberías presentarte cuando tengas tiempo."

Aparté mi mano de la suya, recordando la última vez que hubo una fiesta. Sentí que mi cabeza comenzaba a marearse mientras miraba hacia abajo, sintiéndome mal. Draco no se dio cuenta de esto, murmurando quizás con indiferencia. Entonces la escuché reír. "Genial. Oh, pero no se permiten Hufflepuffs. Lo siento Amara."

La miré, enviándole una mirada desagradable. Los delgados labios de Astoria se curvaron en una sonrisa, la ira hirviendo dentro de mí. La odio. Esa pequeña perra. "Mierda," Draco puso los ojos en blanco, agarrando mi mano. Él arqueó una ceja hacia ella. "Ella está conmigo. Nos vemos."

Y con eso, pasamos junto a ella, con una mirada de vergüenza en su rostro cuando entramos al comedor. Me sentí sonreír mientras nos sentamos en una mesa, Draco actuando como si nada hubiera pasado. Tenía una sonrisa estúpida en mis labios mientras bebía agua, dándome una mirada. "¿Por qué estás sonriendo?"

Negué con la cabeza. "Nada."

"Tienes algo entre los dientes", murmuró, recogiendo su tenedor sin mirarme. Abrí los ojos y me tapé la boca, pero luego me di cuenta de que ni siquiera comía todavía. Golpeé su brazo, una sonrisa creciendo en sus labios. "No es divertido."

"Tienes razón," asintió, enviándome un guiño. "Fue hilarante."