✨𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖔𝖈𝖍𝖔:✨

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Excepto Alex, quien se acercó a nosotros a toda prisa.

— ¡Eh!– exclamó para llamar nuestra atención–. Te ha dicho que la sueltes.

— Déjanos en paz, Alex.

— Déjala tú en paz a ella.

Me soltó al instante y con fuerza, haciendo que me tambaleara. Se subió las mangas de su camisa azul cian y alzó los puños ante él. Iba demasiado borracho, al igual que yo, y lo último que vi antes de caer inconsciente fue como Carlos dirigía su puño hasta el rostro de Alex.

(***)

Me desperté sobresaltada en mi habitación. No recordaba como había llegado allí, pero me centré en Alex, quien estaba sentado en su cama y dándome la espalda. 

— ¿Alex?– mi voz era muy ronca.

Se giró hacia mi con la cara hecha un cuadro. Tenía heridas en el labio y en la ceja, y con un moratón en el ojo izquierdo. Pude ver como seguía sangrando cuando se acercó a mi.

— Por fin...– susurró.

— ¿Q-Qué ha...? ¿Qué ha pasado?– me senté en la cama como pude, los brazos me temblaban a más no poder y la cabeza todavía me daba vueltas. Sentía como leves punzadas de dolor detrás de mis ojos, en alguna parte de mi cerebro, que me hacían tener ganas de meter la mano y calmarlo a golpes.

— Te has desmayado en la fiesta, te he traído yo como he podido.

— ¿Y qué coño te ha pasado a ti?– fruncí el ceño y señalé su cara con un movimiento rápido de cabeza.

— He...– se sentó en mi cama rascándose la nuca–. He tenido una pequeña pelea con Carlos.

— ¿Pequeña?– repetí–. Alex, sigues sangrando.

— Lo sé, pero no es nada...– chasqueé la lengua– Joder, que no te preocupes, que estoy bien.

— No me preocupo, solo pregunto– resoplé mirándole de reojo–. ¿Dónde está Rubén?

— Le acabo de avisar de que estabas aquí, no ha sabido nada de ti desde entonces y estaba muy preocupado.

Intenté levantarme, pero Alex fue más rápido e hizo que volviera a sentarme.

— Joder, Alex– suspiré dejándome caer en la cama.

— No te levantes.

— Déjame– me levanté otra vez y me deshice de su agarre con fuerza. Me acerqué a la puerta tambaleándome y apoyándome en la pared, el efecto del alcohol seguía allí.

— ¡______! ¡Te acabo de salvar de que te hagan daño o algo peor, ¿y así es cómo me lo agradeces?!

— Cállate– agité una mano.

Salí de la habitación mientras escuchaba como me seguía llamando con rabia.

Narra Alex:

El cabreo y la cólera empezaron a inundar mi cuerpo al ver como se iba ______ de la habitación. Joder. Carlos estaba apunto de hacerle lo inimaginable aprovechando que iba borracha, la salvé y me jugué la vida peleándome con él, partiéndome la cara y partiendo la suya... ¿Y así era como me daba las gracias? ¿Pidiéndome que me dejara, que me callara e ignorándome? 

Aunque... Tal vez seguía molesta conmigo por el bullying que recibió por mi parte hacía años...

No, no y no. Lo que acababa de hacer lo compensaba todo. Compensaba todo el daño que le hice. Además, habían pasado muchísimos años desde lo ocurrido, se mudó de cuidad para superarme, cosa que consiguió, así que no tenía por qué seguir cabreada.

Le pegué una patada a una pequeña basura vacía que había cerca de mi escritorio y la tiré al suelo.

— ¡Joder!– grité con mucho fastidio.

Me llevé las manos a la cabeza y me senté en la cama, moviendo una pierna con mucho nerviosismo. 

¿Me lo merecía?

Cerré los ojos, y un recuerdo de hace varios años me llegó como un flash de cámara ante mi.

— No me hagáis daño...– la voz aguda y temblorosa de ______ sonó como un eco en mi cabeza, hasta que finalmente la vi delante de mi y de mis dos amigos, sentada en el suelo y retrocediendo como podía con sus delgados brazos. 

Nos encontrábamos en la parte trasera de los baños de las chicas después de haberla pillada desprevenida mientras salía de uno de los compartimentos, donde los profesores no podían vernos.

— ¡No eres nadie como para decirnos qué hacer! Si te hacemos daño nadie se preocupará, ¡porque no le importas a nadie!– nos íbamos acercando lentamente hacia ella.

Su espalda chocó con la pared, la cual la detuvo de retroceder, y solté una risa mezquina.

— P-Por favor...

Bruno, el chico que estaba a mi izquierda, fue corriendo hacia ella y le agarró de las muñecas para levantarla del suelo. Forcejeó unas cuantas veces cuando le puso un brazo tras su espalda.

— Dame tu dinero, y puede que te soltemos. ¡Puede!– chillé.

— ¡Pe-Pero es mi dinero!– empezó a llorar, y Adrián, mi otro amigo, se empezó a reír a carcajadas.

— ¡Mirad como llora!– gritó con un tono burlón e insoportable mientras la señalaba–. ¡Llorica!

— ¡Nos da igual si es tu dinero! Nos lo darás, o sino...– alcé un puño mientras me arremangaba la sudadera.

— Va-Vale, vale, n-no me pegues...– agachó la cabeza para meter su mano libre en su bolsillo delantero de sus pantalones negros mientras las lágrimas caían directamente desde sus ojos hasta el suelo, empañando ligeramente sus gafas de culo de vaso.

Extendió su tembloroso brazo hacia mi con el dinero, y yo se lo arrebaté muy rápidamente de la mano, para después esconderlo en el bolsillo trasero de mis vaqueros.

Le hice una seña a Bruno con la cabeza y ______ gritó de dolor. Le estaba retorciendo el brazo a más no poder. Con el otro brazo, intentó darle un golpe en la cara, pero la tumbé en el suelo antes de que pudiera acertar. Me senté encima de ella y levanté mi puño, apuntando su cara.

Adrián le quitó las gafas mientras seguía riendo junto a Bruno y las tiró al suelo, rompiendo sus cristales en mil pedazos.

— ¡Pégale! ¡Pégale, Alex! ¡Fuerte!– chillaron ambos.

Hice carrerilla con mi brazo para pegarle y...

Abrí los ojos de golpe y antes de que sucediera. Había empezado a llorar sin darme cuenta, mientras lo recordaba. Me limpié las lágrimas y me levanté, para después salir de la habitación a toda prisa e ir a buscar a ______. Acababa de irse, no podría estar muy lejos.




Te odio... - Alexby y tú © [𝚃𝙴𝚁𝙼𝙸𝙽𝙰𝙳𝙰]Where stories live. Discover now