Te odio... - Alexby y tú © [𝚃𝙴𝚁𝙼𝙸𝙽𝙰𝙳𝙰]

✨𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖈𝖚𝖆𝖙𝖗𝖔:✨

*WhatsApp*

???  ??  ??  ??: Volveré tarde, no me esperes despierta

¿Era...?

Yo: ¿Alex?

???  ??  ??  ??: Exacto

Yo: ¿Cómo coño has conseguido mi teléfono?

Alex: No pienso decírtelo xd, bueno eso que no me esperes despierta.

No le respondí.

*Fin WhatsApp*

Apagué mi teléfono y lo dejé sobre la mesa, algo preocupada. Ahora enserio, ¿cómo había conseguido mi número?

Negué con la cabeza para apartar esos pensamientos y vi como Rubén se acercaba a mi con una bandeja de plata. La dejó sobre mi mesa y pude ver que había una taza, completamente blanca, con el chocolate caliente echando una pequeña columna de humo, y a su derecha un pequeño plato con un crujiente croissant con azúcar.

- Que buena pinta...- me relamí los labios y miré mi plato con ganas. Escuché como Rubén reía a carcajadas.

- Que aproveche.- rió una última vez y se alejó, poniéndose detrás de la barra.

(*.*.*)

Pasaron unos 10 minutos y yo ya estaba apunto de terminarme el chocolate. El croissant no había durado ni dos minutos, pero había valido mucho la pena, porque estaba tan crujiente pero tan cremoso a la vez...

- Veo que te ha gustado.- se acercó Rubén con una de sus bonitas sonrisas.

- Por supuesto que me ha gustado.- me apoyé en el respaldo de mi sillón y me froté la barriga como si estuviera embarazada.- Ahora el croissant tiene un lugar mejor.- los dos empezamos a reír descontroladamente, llamando la atención de los demás clientes que se sentaban cerca.- Bueno, ¿qué te debo?- volví a sentarme correctamente.

- No me pagues nada, invita la casa.- hizo un movimiento de negación con la mano.

- ¿Estás seguro? ¿Tu jefe no te va a decir nada?

- Nah, le he contado que te conozco desde los 6 años, que hacía como otros 6 años que no te veía y lo ha entendido. Es más, ha sido él quien me lo ha dicho.

- ¿Enserio?- asintió.- Pues muchas gracias, jo.

- No es nada. Bueno, me voy a atender a dos clientes que me quedan y después seré todo tuyo.

- Perfecto, te espero fuera.

- Okey, hasta ahora.- me guiñó un ojo y sonreí.

Me levanté y salí de la cafetería. Encontrarme con Rubén después de más de 5 años me había hecho sentir muy bien, ya que volver a ver a ese amigo íntimo después de mucho tiempo, aumenta esa sensación de no sentirse solo.

Esperé unos tres minutos fuera, mirando en silencio a la gente que pasaba por delante.

- Bu.- me susurró en la oreja y me puso las dos manos en los hombros.

- ¡Oh Dios! ¡Qué susto me has dado! ¡Creo que me va a dar un infarto! ¡Argh...!- exageré. Me llevé una mano al pecho y otra a la frente, en modo dramático.

- Pero que estúpida eres.- rió y negó con la cabeza.

- Y tanto que lo soy.- reí con él y nos echamos a andar.

Anduvimos por 5 minutos charlando sobre lo típico, lo que él quería estudiar, lo que yo, donde vivía él, donde vivía yo...

- ¿Al final has venido a estudiar lo que me dijiste cuando éramos pequeños?