Capítulo 1

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Habían pasado algunos meses desde que los menores de los Pevensie, junto a su primo Eustace, habían regresado de su última aventura en Narnia. A Susan y a Peter les había causado impresión saber que su primo había ido a Narnia, pero les alegró saber el resultado que había tenido ese viaje en Eustace.

Por otra parte, Susan no había podido resistir la curiosidad de preguntar sobre Caspian, a lo que Edmund dijo...    

-Había una chica rubia, muy guapa, pero no se muy bien si sucedió algo entre ellos- Lucy intentó restarle importancia al comentario de su hermano.

-No le hagas mucho caso Su, no era tan bonita y además no creo que Caspian...

-No hay problema, se que...él no podía esperarme por siempre- se encogió de hombros y trató de sonreír pero resultó ser más un gesto de tristeza.

Por los siguientes días nadie tocó el tema de aquel muchacho que había enamorado a Susan, sabían que le había sentado mal el comentario que había hecho Ed, por lo que quisieron evitar clavarle más la espina.

Era una tarde bastante normal en casa de la familia Pevensie, todos estaban en la habitación de las chicas recordando sus días en Narnia mientras su madre preparaba la cena.

-Me gustaría visitar al tío Digory, hace mucho que no lo vemos- Lucy siempre estaba muy animada cuando se hablaba de Narnia.

-Supongo que podríamos ir, claro, si es que mamá y papá los dejan ir- Peter sonrió de manera un poco burlona, lo que no le causó mucha gracia a Edmund.

-Es una buena idea, además de que podremos despejar un poco la cabeza- a Susan no le parecía nada mal salir de Finchley de vez en cuando, en especial si iban de visita a la tranquila casa del profesor.

-Le preguntaré a mamá, estoy segura que nos dejará ir- una Lucy muy sonriente salió de la habitación para hablar con su madre sobre su posible viaje.

Mientras tanto, en otro mundo, se encontraba la familia real intentando llevar un desayuno tranquilo, sin reproches hacia el rey, pues tanto su esposa como su hijo sabían del profundo amor que guardaba hacia una de las reinas de antaño y ninguno de los dos desaprovechaba una oportunidad para criticar al rey Caspian, en especial el príncipe Rilian, quién no podía perdonar a su padre por haberse casado con su madre sin amarla.

-Saldré a cabalgar, ¿alguno de los dos quiere acompañarme?- Caspian veía atentamente a su hijo y esposa esperando alguna reacción de su parte.

-No, gracias padre, no quiero que terminemos hablando de lo maravillosos que son los reyes de antaño- Rilian rodó los ojos y con una sonrisa sarcástica se levantó de la silla en la que se encontraba -si me permites, tengo mejores cosas que hacer- sin decir nada más salió de la habitación dejando a sus padres solos.

-Yo no tengo mucho ánimo de salir, Caspian, pero gracias por la invitación- Liliandil le dedicó una tímida sonrisa a su esposo para después levantarse de su silla y salir de la habitación.

-Bueno, creo que de nuevo estaré solo- Caspian soltó un suspiro y se levantó saliendo del comedor hacia las caballerizas. Tomó su caballo y salió hacia el bosque sin un rumbo fijo.

Hacía casi 20 años desde que se había casado con Liliandil, la quería, claro que lo hacía, pero no la amaba y ella lo sabía. Después de un tiempo escuchando la manera en la que su esposo se expresaba de Susan, supo que jamás podría competir contra ella pero cuando quedó embarazada esperaba que Caspian por fin la olvidara, pero no fue así.

Mientras Caspian daba su recorrido pensaba en todo lo que había vivido, sus travesuras de niño en el castillo de Beruna, sus aventuras junto a los Pevensie, hasta el día en que su hijo nació, cuando de momento sus pensamientos fueron interrumpidos por un cambio en el paisaje. De pronto se sintió desorientado, no reconocía el lugar en el que estaba, había árboles muy altos, tan altos que casi no se podía ver el cielo, el sol a penas se colaba entre las hojas y en el piso se encontraban varios lagos.

Caspian bajó del caballo y con mucho cuidado se fue acercando a uno de los lagos. Lo observó con detenimiento sintiendo que algo lo llamaba, de un momento a otro sintió un fuerte jalón, algo lo había arrastrado hacia el interior del lago.

Las Crónicas de Narnia: Un nuevo mundoWhere stories live. Discover now