Capítulo 30

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Después de un par de minutos todos estuvieron listos para ir a nadar. Como el parque al que irían estaba cerca de la casa, les tomó poco tiempo el llegar hasta allí.

Al llegar al parque Lucy tomó a su sobrino en brazos y lo llevó a la sección de bebés dónde había miles de juegos en los que Evan se quedó entretenido por varias horas. Susan llevó a Liliandil a cambiarse para luego ir a refrescarse al lago y los chicos fueron a buscar un buen lugar dónde colocar un par de mantas en el césped para relajarse.  

En el momento en que los reyes y reinas se pusieron los bañadores las miradas indiscretas se hicieron presentes. Él que disfrutaba de toda la atención que estaba recibiendo por parte de las mujeres era Rilian, quién no desaprovechó la oportunidad de coquetear con un par de chicas que se encontraban en el lugar.

A diferencia de Rilian, los que no disfrutaban mucho de esa visita al lago eran Caspian y Peter. Ambos se encontraban un poco celosos de los hombres que miraban a Susan y Liliandil, si las miradas mataran, muy seguramente todos esos chicos ya estarían 3 metros bajo tierra. 

Después de un rato en el que Susan se encontraba nadando, decidió salir del lago, pero por desgracia para ella y fortuna para Caspian, la toalla se encontraba algo retirada de la orilla. El telmarino se apresuró a tomar la toalla de la ojiazul y, aprovechando que ella se encontraba de espaldas a él, la envolvió delicadamente con aquel pedazo de tela. Susan, al sentir el contacto de la tela con su piel, volteó de inmediato para ver a la persona que la había ayudado y su corazón dio un brinco al ver aquellos ojos que tanto le gustaban.

-Gracias- la chica sonrió tímidamente, a lo que él le devolvió la sonrisa.

Suavemente, Caspian posó su mano en la espalda de la chica para acompañarla hasta donde se encontraban los demás miembros de la familia.

Mientras la mayoría de la familia se había sentado a almorzar un poco, Edmund y Rilian se encontraban jugando con un balón de voleibol a unos cuantos metros de dónde se encontraban almorzando. El joven príncipe quería impresionar a un par de chicas que se habían acercado a ellos, por lo que golpeó con demasiada fuerza el balón que iba dirigido a Edmund. El único problema que hubo fue que Ed se había movido de su posición dejando descubierta a Susan, quién se encontraba de pie junto a la mesa y el balón fue a dar directo a su cabeza haciéndola caer bruscamente.

-¡Rilian!- la ojiazul se encontraba en el césped mientras se cubría con una mano la zona de la cabeza dónde había recibido el pelotazo.

Al verla ahí sentada, el muchacho se acercó de inmediato a ella -Perdona, Su, en serio lo siento- su cara reflejaba preocupación -Fue culpa de tu hermano, él se movió.

-Y tu estabas tan ocupado que no te diste cuenta de que me había movido...

-Basta, después discutiremos quién tuvo la culpa, Rilian, dame un poco de hielo- la madre del príncipe se acercó a Susan para ayudarla y cuando su hijo le llevó un poco de hielo envuelto en una toalla, lo puso gentilmente sobre la cabeza de la chica.

-Si algo le pasa de nuevo, Rilian...- los ojos de Caspian echaban fuego, sabía que había sido un accidente, pero era mucha coincidencia que los accidentes que había sufrido su novia habían sido causados por su hijo.

-Ya sé, ya sé, no me lo vas a perdonar, ya lo sé papá

Entre Caspian y Peter ayudaron a Susan a levantarse y la dejaron sentada sobre la mesa de picnic en la que estaban almorzando.

-¿Estás bien?- el telmarino quitó un par de mechones de cabello que cubrían el rostro de Susan y, acariciando suavemente su mejilla, se dedicó a inspeccionar si la chica tenía alguna herida de gravedad.

-Estoy bien...

Cuando las gemas azules de Susan chocaron con el profundo negro de los ojos de Caspian algo despertó dentro de la chica. Como una ráfaga los recuerdos de Susan comenzaron a llegar a su cabeza. Miles de imágenes sobre su vida de lo que parecía ser el último año pasaron por sus ojos y se acumularon en su cerebro. Recuerdos de sonrisas, una primera cita, noches de películas con un par de besos robados y hasta un par de amaneceres juntos enredados entre las sábanas la golpearon con rudeza a tal grado de hacer que su cabeza doliera por la sobrecarga de información.

-¡Cas, eres tú!- Susan sonrió emocionada tomando entre sus manos el rostro de Caspian para después abrazarlo.

-Si...soy yo ¿Segura que estás bien?- la tomó por los hombros para verla.

-De maravilla- Susan continuaba sonriendo sin dejar de verlo -Ya recuerdo...

La expresión en la cara de Caspian era sorpresa pura. Miró un par de veces a la chica para después abrazarla con fuerza y alzarla ligeramente.

-¿De verdad recuerdas? ¿Recuerdas todo?- Susan solo se limitaba a asentir -Supongo que hay que agradecerle a Rilian por el golpe- ambos rieron y se abrazaron de nuevo.

La familia los miraba con ternura además de felicidad porque Susan había recuperado la memoria. Al final había resultado de maravilla aquel accidente con el balón, pues tenían de regreso a la chica.

Al llegar a casa le dieron la buena noticia a los padres de los Pevensie, quiénes se alegraron por su hija. Por su parte, Helen hizo una rápida exploración a la chica para descartar alguna contusión debido al golpe.

Mientras la familia se encontraba en casa de los Pevensie, Caspian y Susan se escaparon a casa del telmarino, querían recuperar el tiempo perdido.

Susan se encontraba recostada sobre la cama cubierta solo por una ligera sábana, mientras que Caspian se encargaba de llenar su cuerpo con besos provocándole a la chica pequeñas cosquillas con el roce de su barba.

El rey tomó con suavidad la pierna de la reina iniciando un camino de besos que iban desde el tobillo hasta la parte interna de su muslo, pero antes de que pudiera llegar más lejos, Susan lo detuvo.

-¿Qué haces?- la chica lo miró sonriente.

-¿Qué no es obvio? Quiero que mis besos y mis caricias se queden tatuados en tu piel para nunca me olvides.

-Créeme, jamás podría olvidarte, al menos no del todo- ambos sonrieron y Susan lo tomó suavemente de la barbilla para poder besarlo.

No era un beso necesitado, era uno cargado de amor y dulzura, era uno de esos besos que te hacen suspirar y sentir que estás en las nubes, que te calientan el corazón y te hacen sentir como si todo tu cuerpo brillara.

Ninguno de los dos tardó en sentir esa necesidad de estar con el otro, por lo que un par de minutos después, en la habitación del rey, la temperatura subió y lo único que se escuchaba era el golpeteo de la cama contra la pared junto con una mezcla de suaves gemidos y suspiros por parte de ambos.


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Volví! 🤩 Ya solo nos queda un capítulo🤧 pero estoy pensando en escribir algunos extras, son cosillas que pensé para la historia pero no sabía muy bien como integrarlas, les gustaría que las subiera? 

También les quería decir que ya tenemos TikTok!!, voy a estar subiendo algunos edits de mis historias, para que vayan a seguirme.

Les dejo por aquí el enlace del capítulo donde Liliandil da a luz y también se los dejo en los comentarios. Espero que les guste 🥰


https://www.tiktok.com/@dandelionpevensie/video/7226168785688874246?is_from_webapp=1&sender_device=pc&web_id=7145992357150246406

Las Crónicas de Narnia: Un nuevo mundoWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu