Capítulo 31

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5 años después

Después de que Susan hubiera recuperado la memoria las cosas se volvieron tranquilas para ambas familias.

Peter y Liliandil se habían casado ya hacia algunos años. Durante 4 años solo habían sido ellos junto con Evan, hasta que en el último año se habían convertido en padres nuevamente. La pequeña Sarah había cumplido un año de edad unos pocos meses atrás. Era la hija que Liliandil tanto había anhelado y por supuesto, la adoración de Peter.

Lucy había conseguido una beca y muy pronto se mudaría a Estados Unidos para estudiar arte.

Edmund junto con Rilian estaban en su último año en la universidad. Ed estaba por recibirse como abogado. Por otra parte, el príncipe telmarino estaba encantado con la arquitectura que había descubierto en este nuevo mundo así que decidió enfocarse en aquella profesión.

Susan y Caspian habían vivido un romance maravilloso, era aquella clase de romance que se ve en las películas, que te hace suspirar y sentir como si vivieras dentro de una nube. En cuanto Susan terminó de estudiar literatura Caspian le propuso matrimonio y después de que al muchacho casi le diera un infarto porque la ojiazul tardó un poco en contestar, ella aceptó.

Ellos se habían casado apenas dos años atrás y justo cuando cumplieron su primer aniversario se enteraron que serían padres. Susan había dado a luz a una hermosa niña a la que llamaron Amelia y que, por cierto, se llevaba pocos meses de diferencia con la hija de Peter.

*******

-Vamos enano, ayúdame a poner la mesa- Rilian llevaba los cubiertos en las manos para salir al jardín donde se encontraban los demás disfrutando de un almuerzo de fin de semana.

Evan seguía a su hermano mayor a dónde fuera y obviamente hacía lo mismo que él hacía. Rilian tomaba ventaja de la situación para enseñarle un par de cosas al pequeño, cómo la vez en que armó un par de espadas con dos ramas y le enseñó a Evan a usarlas.

Durante el almuerzo el único ruido que se podía escuchar en ese momento era el de los cubiertos chocando contra los platos junto con risas por parte de los niños.
Era una de esas veces en las que todo era perfecto, dónde no faltaba ni una sola persona a la mesa y deseas que ese momento dure por siempre, obligándote a memorizar la escena completa.

Uno de los más agradecidos en ese momento era Caspian. Por su mente pasaban miles de recuerdos de ser un niño solitario corriendo por el castillo, deseando que su padre estuviera con él, a tener una gran familia con quién compartir su vida.

Finalmente se había casado con la mujer que robó su corazón desde el primer momento que la vio, y que además, le acababa de dar una hermosa niña, trayendo una enorme felicidad a su vida.

Por la noche, mientras todos dormían hubo un sueño bastante peculiar. Se dice que ninguna persona puede soñar lo mismo que la otra, pero en ese momento hubo una excepción a la regla.

Al despertar todos se reunieron en casa de Peter. Estaban pensativos, inquietos por el sueño que habían tenido, pero que ninguno se atrevía a compartir.

-Anoche...tuve un sueño extraño- Lucy soltó de repente atrayendo las miradas de la familia.

-¿Qué soñaste?- preguntó su hermana.

-A Aslan.

La piel de todos se erizó al escuchar a la chica.

-Nosotros también- la voz de Peter hizo eco en las cabezas de los demás.

Las Crónicas de Narnia: Un nuevo mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora