Capítulo 15

205 15 5
                                    

La escuela había terminado y algunos chicos buscaban trabajos de verano, entre ellos Susan. Encontró un pequeño trabajo a unas cuantas calles de su casa en una biblioteca local, era un trabajo de medio tiempo y no había muchas cosas que hacer pero se mantenía ocupada, cosa que agradecía especialmente porque por momentos se olvidaba de ciertos ojos color chocolate que la volvían loca.

Se podría decir que sus días eran bastante rutinarios, despertaba, desayunaba, iba a trabajar y regresaba a casa, pero le gustaba.

Uno de tantos días mientras acomodaba libros en un estante una persona tocó suavemente su hombro.

-Disculpe señorita, ¿qué libro me recomienda?

-Depende de lo que este buscando- Susan, quien había estado de espaldas se dio la vuelta y vio al dueño de esa voz -¿Qué estás haciendo aquí?

-Vine a buscar un libro, pero la encargada no quiere ayudarme- Caspian la miraba divertido, estaba seguro que ella no se esperaba su visita -¿Sabes de alguien que quiera ayudarme?

Susan intentó reprimir una risa -No soy la encargada

-¿Quién dijo que hablaba de ti?- ambos sonrieron ante el comentario del chico.

-¿En qué te puedo ayudar?- Susan le sonrío de manera amable haciendo que Caspian se derritiera por dentro.

-Solo busco un buen libro para pasar el rato, tu sabes no tengo muchas cosas que hacer- Caspian se encogió de hombros desviando la mirada de Susan.

-Bueno, dime que te gusta y buscaré algo para ti- la chica sonrío y empezó a caminar por los pasillos de la librería

-No se que clase de libros tienen aquí, supongo que son diferentes

-No mucho, tenemos algo de historia, ciencia ficción, romance, aunque no creo que sean tu tipo- Susan sonrió levemente.

-¿Cuál es tu libro favorito? podría empezar por ahí- Susan sonrió levemente

-Es una novela, no estoy muy segura que te guste- la chica hizo una pequeña mueca, pero al ver la cara insistente de Caspian terminó por decirle el nombre -Se llama Anna Karenina, si quieres te lo puedo prestar.

-Claro, me gustaría- ambos sonrieron. Más tarde, cuando Susan terminó de trabajar Caspian pasó a su casa para recoger el libro.

Durante los siguientes días estas visitas fueron frecuentes, Caspian iba a la librería a visitar a Susan con la tonta excusa de no conocer ciertas palabras o para llevarle un café, ya que había descubierto una cafetería hace poco y estaba maravillado con ella.

Mientras él hacia visitas a Susan, Liliandil lo sentía cada vez más lejos. Ella no sabía a donde iba durante las tardes, pero tenía un mal presentimiento.

Uno de tantos días, mientras Caspian estaba fuera, Liliandil fue a la casa de los Pevensie a petición de Helen. Habían estado conversando por un rato pero la señora Pevensie fue interrumpida por una llamada dejando a la chica sola en el salón.

-Hola- una voz a sus espaldas la hizo voltear dejando ver unos hermosos ojos azules.

-Hola- ambos sonrieron al verse.

-¿Qué estás haciendo aquí?- Peter intentó disimular su nerviosismo al ver a la estrella, él sabía muy bien lo que le pasaba, solo que quería resistirse a la idea.

-Tu mamá me pidió que viniera, al parecer quería darme algo- Liliandil también estaba nerviosa, había leído que el Gran rey era muy guapo e imponía con su simple presencia, ella no lo había creído y mucho menos comprobado, hasta ese día.

-Peter ¿puedes venir un momento?- su madre lo llamaba desde la cocina -¿Podrías acompañar a Lili a casa? Hay una caja para ellos sobre la mesa de la cocina, es pesada y no creo que ella sola la pueda cargar.

-Claro mamá- Peter salió de la cocina para encontrarse con la estrella -Te acompañaré a casa, al parecer mi madre se ocupó con algo, espero que no te importe

-No, claro que no- la chica sonrió y salió de la casa con Peter. El camino fue en silencio, ninguno se sentía incómodo pero tampoco hacia falta hablar. Al llegar a la casa, el muchacho dejó la caja sobre una mesa pero se dio cuenta de algo, no había nadie en casa.

-¿Dónde está Caspian?-

-No lo sé, siempre sale pero no sabemos a dónde- Liliandil se encogió de hombros restándole importancia

-Que extraño- Peter murmuró por lo bajo con algo de ironía, sabía muy bien donde estaba Caspian.

-¿Disculpa?

-Nada- Peter sonrió-¿Y tu hijo?

-Él sale mucho con tus hermanos, son muy buenos- Liliandil sonrió al recordar lo bien que le hacían a Rilian.

-¿Qué hay de ti?¿No sales mucho?

-No, no mucho, solo para lo importante, ya sabes- Liliandil sonrió levemente mientras Peter empezaba a idear un plan -¿Te gustaría tomar algo?

-¿Qué dices si yo te invito algo?

-¿A que te refieres?

-¿Te gustaría salir conmigo?- él sabia muy bien que las salidas misteriosas de Caspian eran a la librería donde Susan trabajaba y si el telmarino no cuidaba de su esposa, bueno, alguien más podría hacerlo.

-¿Cómo dices?- la chica dejó escapar una risa nerviosa -¿Sa...salir contigo?- sus ojos estaban abiertos dejando ver su sorpresa, ni en sus sueños más locos había imaginado que ese adonis de ojos azules le propusiera salir con ella.

-Claro, una cita como...amigos- una sonrisa adornó el rostro de Peter haciendo que miles de mariposas revolotearan en el estómago de la muchacha.

-De acuerdo- ella sonrió provocando que el corazón de Peter se acelerara de una manera que él mismo desconocía. El chico salió de la casa dejando a una muy sonriente Liliandil, ella tenía derecho a divertirse y eso es lo que haría, además solo era una salida como amigos, eso no le hacía daño a nadie.
___________________________

Peter suspiró dejándose caer en la cama dejando a un curioso Edmund.

-¿Qué te pasa?

-Nada ¿por qué lo dices?

-Por esa sonrisa boba que tienes- Edmund lo miro divertido - Hacía mucho tiempo que no te veía así

-Si...- Peter suspiró sin quitar esa expresión en su rostro.

A Liliandil le pasaba lo mismo, Caspian la había visto muy sonriente y de buen humor, tanto que cuando él regresó a casa no empezó a hacer preguntas.

Por la noche, mientras todos dormían, Peter y Liliandil no dejaban de dar vueltas en la cama, ambos estaban nerviosos por su cita. Peter recordó esa extraña corriente eléctrica que recorrió su cuerpo cuando tocó la mano de la estrella, no dejaba de preguntarse qué había pasado en ese momento o si tenía algún significado en especial, pero descubriría la respuesta.

Las Crónicas de Narnia: Un nuevo mundoWhere stories live. Discover now