Capítulo 28

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-¿Qué fue lo que recordaste?

Susan le contó sobre las imágenes que rondaban en su cabeza. Eran confusas y cada vez que intentaba recordar algo su cabeza comenzaba a doler, por lo que Lucy la dejó descansar, no sin antes preguntar qué era lo que la había hecho empezar a tener esa clase de recuerdos. 

-No lo sé, simplemente...pasó

Ambas hermanas se tumbaron en la cama dispuestas a descansar después de un largo y agotador día.

Por la mañana, al igual que todos los domingos, desde que Evan nació, las dos familias se reunían en casa de los Pevensie para desayunar. La mayoría se encontraba en el jardín disfrutando del desayuno que Helen había preparado, solo un par se encontraba dentro de la casa.

Susan se estaba terminando de arreglar en el baño cuando de improvisto alguien abrió la puerta obligándola a medio tapar su torso cubierto solo por el sujetador.

-¿Por qué no tocas?- la molestia era evidente en la voz de Susan, ni hablar de su cara, pero su molestia se transformó en vergüenza en cuanto vio al culpable.

Un apenado Caspian había llevado una mano a sus ojos para cubrir la silueta de la joven.

-Lo siento mucho- intentaba reprimir una sonrisa pero ante tal situación era casi imposible.

-No te...quedes ahí, sal de aquí- Susan seguía en shock, no quería moverse por si Caspian no había cubierto por completo sus ojos y en cuanto el muchacho escuchó la petición de la ojiazul, dio media vuelta dejándola sola -¡Cierra la puerta!- de inmediato el muchacho estiró la mano cerrando la puerta de un golpe y con una sonrisa traviesa bajó al jardín para reunirse con los demás.

Después de lo sucedido Susan se vistió rápido temiendo que alguien más entrara al baño.

Cuando bajó al jardín se maldijo mentalmente porque el único lugar disponible en la mesa era junto a Caspian y con cierto nerviosismo tomó asiento junto a él.

Después de un rato comiendo en silencio Susan se atrevió a hablar por primera vez.

-Lo de hace un momento...yo...

El muchacho notó el nervio en las palabras de Susan y lo aprovechó para divertirse un poco. Aprovechó que ellos se encontraban un poco lejos de los demás y discretamente se acercó a ella para decirle al oído.

-Descuida, te he visto más desnuda que eso- un escalofrío recorrió la espalda de la joven al oírlo decir aquellas palabras además de que el tenerlo así de cerca no estaba ayudando. La chica no pudo decir nada porque comenzó a toser, se estaba ahogando con su propia saliva.

-¿Estás bien hija?- William veía con cierta preocupación a su hija desde el otro lado de la mesa.

-Todo bien- tomó un poco de agua que Caspian le ofreció para calmar la tos y el calor que aquellas palabras le habían provocado.

-¿T-tú...y...yo?- Susan a penas podía articular palabras de lo nerviosa que se encontraba, además de que sentía como la sangre subía a sus mejillas tornándolas de color carmesí, cosa que hizo reír a Caspian.

-Tranquila, solo bromeaba- el muchacho le guiñó un ojo a Susan, quién no lo tomó muy bien pues después de eso no le dirigió la palabra a Caspian durante lo que restaba del desayuno.

Una vez que todos terminaron, Susan y Rilian se ofrecieron a levantar la mesa mientras los demás disfrutaban de un lindo día en el jardín. Tomando como excusa que Lucy también ayudaba, Caspian entró a la cocina dejando un par de cosas y Susan, al verlo salió de la cocina rumbo a su habitación.

-Su, espera- el telmarino salió corriendo detrás de ella dejando solos a Lucy y Rilian.

-Creo que a mi papá le va a ir mal- Rilian soltó una carcajada al ver a su padre corriendo detrás de su novia, ganándose un codazo por parte de Lucy -¿Qué hice?

Caspian alcanzó a Susan hasta la habitación de la chica y al verlo la ojiazul no hizo más que lanzarle una almohada que impactó directo en su pecho.

-Lo siento, no creí que lo tomarías así- 

-Por un momento creí que serías diferente, pero ya vi que eres igual a todos- Susan seguía molesta y continuaba arrojándole cosas que encontraba por la habitación mientras Caspian intentaba acercarse a ella.

-¿Y cómo son todos?

-Idiotas, tú también eres uno- esas palabras le dolieron al telmarino.

-Era un broma, no sé porque actúas así-  

-¿No lo sabes?- la paciencia de Susan se estaba acabando por lo que comenzó a elevar el tono de su voz -No lo recuerdo, cómo te sentirías si la persona que dice ser tu novio te hace ese tipo de bromas y tu ni siquiera sabes si es verdad o mentira- los ojos de la chica comenzaron a cristalizarse provocando que Caspian sintiera una presión en su pecho al verla así -Te aprovechaste de eso y solo...te reíste- las lágrimas de la chica corrían libres por su rostro, intentó contenerlas pero le fue imposible. 

-En verdad lo siento preciosa- Caspian se acercó lentamente a Susan abrazándola con suavidad haciendo que ella escondiera la cara en el pecho del muchacho -No era mi intención, en verdad lo siento- él dejó un suave beso en la coronilla de la muchacha mientras la mecía lentamente sin dejar de abrazarla. 

Después de unos minutos Susan despegó la cara del pecho del chico. Por fin podía verlo bien, tenía unos ojos muy bonitos, no le gustaba mucho la barba en los hombres, pero a él se le veía perfectamente bien, se veía sexy y ni hablar de sus labios, moría de ganas por besarlo, hasta había fantaseado con besarlo para que, como por arte de magia sus recuerdos regresaran así como pasa en las películas. Inconscientemente Susan mordió su labio, gesto que no pasó desapercibido por Caspian, amaba cuando ella hacía eso. 

Poco a poco ambos se fueron acercando hasta que sus labios se rozaron para después comenzar un beso lento y delicado. Caspian sentía que los labios de la chica encajaban a la perfección con los suyos. Las manos de Susan viajaron a la nuca de Caspian acariciando suavemente su cabello, provocando que este último perdiera la cordura ante su tacto.

Pasó su mano por detrás de la nuca de la chica y con la otra mano rodeó su cintura para pegarla más a él intensificando más el beso. 

-Oye Su, qué dices si vamos a...- la puerta se abrió de repente haciendo que Susan empujara a Caspian alejándolo de ella -Lo siento...creo que interrumpí algo- Rilian sonrió travieso al ver a la pareja con la respiración agitada y a su padre con un poco del labial que había visto en los labios de Susan unos minutos antes.

-¿Qué quieres Rilian?- Caspian suspiró frustrado mientras pasaba una mano por su cabello.

-Nada, solo venía a invitar a Susan por un helado, pero creo que será en otra ocasión, mejor los dejo solos- el chico levantó y bajó las cejas de una manera divertida, ganándose una mala mirada por parte de Susan. 

-No te preocupes, él ya se iba- Caspian suspiró al oír las palabras de su novia y sin decir más salió de la habitación -Tu también deberías irte.

-Como ordenes...mamá- con una risa socarrona Rilian salió de la habitación de Susan haciendo que las mejillas de esta última se encendieran de nuevo. 

Las Crónicas de Narnia: Un nuevo mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora