Capítulo 13

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Un chico de cabello rubio salió por la puerta.

-Hola- Rilian recorrió con la mirada a Susan -Mi padre no está, ya habías tardado en venir a buscarlo- una risa socarrona se asomaba en su cara.

-No vine a buscar a nadie, mi mamá me pidió que les diera esto- hizo un ademán mostrándole el recipiente -Solo vine a eso y te agradecería si me dejaras pasar- 

-Claro- Rilian se hizo a un lado para dejarla entrar a la casa. Era muy parecida a la de los Pevensie, por lo que Susan supo donde se encontraba la cocina. Una vez que dejó el recipiente con la comida salió de la cocina con intención de abandonar la casa antes de que los padres de Rilian llegaran, pero el chico le cortó el paso.

-¿Ya te vas? Esperaba que te quedaras un rato más- 

-Déjame pasar

-Vamos, podemos pasar un buen rato- en Narnia a Rilian siempre lo habían considerado como un "niño bonito" en extremo coqueto, era fuerte, amable pero todos sabían de su interminable lista de conquistas y él quería añadir a la reina Susan con una más.

-¿No me escuchaste? Dije que me dejaras pasar- Susan no iba a dejarse intimidar por el chico.

-De acuerdo- con una sonrisa en la cara Rilian dejó que Susan saliera de la cocina -Se que sonará un poco tonto, pero ¿podrías ayudarme con una cosa? Susan suspiró frustrada y respondió un simple "claro".

Rilian le mostró que había un foco fundido, Susan reprimió una risa al oír el ridículo problema del chico pero igual le ayudó. Le dio indicaciones para que pudiera cambiar el foco, lo que resultó ser un éxito, pero en el momento que Rilian quiso bajar de la escalera esta resbaló haciendo que el chico cayera al piso torciéndose el tobillo.

-¿Estás bien?- 

-Si, eso creo- Rilian intentó levantarse pero al apoyar el pie un fuerte dolor lo volvió a tirar -No me puedo levantar- la cara de ambos era de preocupación.

-Supongo que es una fractura, debemos ir al hospital. Espera aquí, ya vuelvo- 

-¿A dónde vas? ¿Me vas a dejar aquí?- la preocupación y el miedo eran notorias en la voz del muchacho.

-No tardaré- Susan salió y corrió hacia su casa tomando las llaves del auto que por fortuna se encontraba en el garage. No sabía conducir muy bien, pero era una emergencia y estaba segura que su padre no se molestaría demasiado si el auto regresaba con un par de rasguños.

Condujo hasta la casa de Caspian y bajó rápidamente para subir a Rilian al auto. El muchacho se apoyó en ella para poder caminar y subir al auto. En el camino hacia el hospital Susan tuvo pequeñas complicaciones, confundía los pedales y frenaba cuando debía acelerar, en más de una ocasión el auto llegó a pararse.

-¿Segura que sabes conducir está cosa?- sería una mentira decir que Rilian no estaba asustado pues se sujetaba a lo que podía y cerraba los ojos en algunas ocasiones .

-Claro, bueno...algo así- después de un par de minutos de sufrimiento con Susan al volante fueron capaces de llegar al hospital.

Susan acompañó a Rilian mientras era atendido por el doctor, hasta le sostuvo la mano cuando el muchacho recibió una inyección para anestesiar el lugar, pues al parecer Rilian había descubierto su miedo por las agujas.

Más tarde, Susan tomó asiento en la sala de espera mientras Rilian era llevado al área de cirugía.

-¿Dónde está mi hijo?- en ese momento llegaron Liliandil y Caspian acompañados por Peter.

-Él está bien, lo tuvieron que llevar a cirugía y aún no hay noticias

-¿Qué fue lo qué le hiciste? Seguro tuviste que ver en lo que le pasó- Liliandil estaba furiosa y trataba de culpar a Susan por lo que había sucedido.

-¿De qué hablas? Lo ayudé y lo traje aquí, yo no lo hice nada

-Liliandil cálmate un poco- Caspian la contuvo para que no se le abalanzara a Susan -Espera a que Rilian salga de cirugía para preguntarle lo que pasó.

Peter acompañó a Susan a dar una vuelta para que despejara su mente del pequeño reclamo de Liliandil.

-¿Me quieres decir que pasó?

-Rilian subió a una escalera pero fue demasiado torpe y cayó- Susan se encogió de hombros -¿Tu también crees que yo tuve la culpa?

-No, para nada, era solo una pregunta Su- una pequeña sonrisa se asomó en los labios de Peter.

Un par de horas más tarde Caspian y Liliandil pudieron entrar a ver a su hijo mientras los hermanos Pevensie los esperaban afuera pero una voz los dejó sorprendidos.

-Señorita, él paciente quiere verla- una enfermera salió de la habitación de Rilian para acercarse a Susan. Ella con cierta desconfianza dejó a Peter en la sala de espera y se dirigió a la habitación de Rilian.

-Me dijeron que querías verme- Susan se asomó con cierta timidez por la puerta.

-Si, por favor pasa- Rilian le sonrió desde la cama donde se encontraba -Yo...le decía a mis padres que estaba agradecido contigo por ayudarme

-No fue nada- la chica soltó una leve sonrisa mientras veía como Caspian hacia una disimulada mueca a Liliandil para que le pidiera perdón a Susan, pero la estrella se mantuvo callada. Era un momento incómodo y todos lo sabían-Bueno, creo que...debería irme

-Yo voy contigo- Liliandil habló -Quiero hacerle unas preguntas a la enfermera.

Ambas mujeres salieron de la habitación dejando a los chicos a solas, quienes solo veían detrás de una ventana cómo las chicas hablaban, mas no podían escuchar nada.

-¿De qué crees que estén hablando?- Rilian seguía mirando por la ventana cuando le hizo la pregunta a su padre.

-Espiar a las personas es de mala educación- el muchacho rodó los ojos al oír las palabras de su padre -Pero si te acercas y escuchas por accidente no se considera espiar- Caspian y Rilian intercambiaron una mirada de complicidad, como cuando el príncipe era un niño pequeño y recurría a su padre para hacerle alguna travesura a su madre.

Las Crónicas de Narnia: Un nuevo mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora