Capítulo 26

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Ya habían pasado tres días desde el accidente que ocasionó que Susan se encontrara inconsciente. Durante esos tres días nadie se había separado de la habitación de la mayor de los Pevensie, en especial Caspian y Rilian.

Cuando el joven príncipe fue dado de alta corrió a la habitación de la reina para ver como se encontraba. Sabía que se encontraba grave, pero nunca imaginó verla en ese estado, conectada a unas máquinas para evitar que dejara de respirar, con golpes y heridas en la cara y cuerpo.

Para el quinto día, Rilian acompañó a su padre al hospital, quería saber si había algún avance en la salud de Susan.

Mientras ambos estaban en la habitación Caspian se sentó junto a Susan mientras le tomaba la mano.

-Fue mi culpa- 

-¿De qué hablas?-

-El accidente...fue mi culpa- la voz de Rilian sonaba apagada mientras recordaba el acontecimiento.

Rilian le había rogado a Susan el poder conducir, llevaba semanas tomando clases de manejo y no lo hacía mal, pero jamás había conducido a más de dos cuadras de su casa. 

La ojiazul quiso darle un voto de confianza y dejó que condujera de vuelta a casa.

Una vez que todos estuvieron dentro del auto, Rilian encendió el auto y comenzó a conducir. Solo avanzaron un par de metros cuando el chico se distrajo intentando cambiar la estación de la radio que no vio un auto que iba directo a ellos, por suerte Susan estaba alerta y logró hacer una maniobra con el volante para evitar el choque.

-No puedes distraerte, debes estar atento a lo que pasa- Susan le dio una mirada de advertencia al muchacho y él le aseguró que no volvería a ocurrir.

Estaban a medio camino cuando tuvieron que frenar en un semáforo. Susan iba tarareando la canción que sonaba en ese momento mientras que Lucy miraba por la ventana del auto. 

La luz cambió a verde y Rilian aceleró de nuevo, pero un grito proveniente de Lucy le heló la sangre. 

Lo que parecía ser un auto al que le habían fallado los frenos impactó de golpe contra el auto de los Pevensie dañando en mayor medida el asiento del copiloto y reduciendo el auto a casi la mitad de su tamaño.

Solo bastaron un par de minutos para que el sonido de la sirena de la policía y ambulancia inundaran el lugar. Con prisa y temiendo lo peor para los pasajeros de ambos vehículos, los paramédicos comenzaron con las labores de rescate.

La primera en salir de entre aquel montón de fierros retorcidos fue Lucy seguida por Rilian, quien en ese momento se encontraba inconsciente y unos minutos después, que se sintieron como horas, lograron rescatar a Susan, pero al ver el grave estado en el que se encontraba, los paramédicos la subieron de inmediato a la ambulancia para ser llevada de emergencia al hospital. 

Los ojos de Rilian se habían llenado de lágrimas mientras mantenía la mirada fija en Susan, aún podía escuchar el grito de Lucy al ver auto acercándose provocando que un escalofrío recorriera su cuerpo. A Caspian se le partió el corazón al ver a su hijo en ese estado, por lo que se acercó a él abrazándolo con fuerza, como cuando Rilian era un niño pequeño y corría asustado a los brazos de su padre en busca de refugio.

-No fue culpa tuya, fue un accidente- Rilian abrazó con fuerza a su padre enterrando la cara en su pecho mientras las lágrimas corrían por su rostro. 

Ambos se quedaron en esa posición hasta que Rilian logró tranquilizarse.

-¿Interrumpo algo?- Liliandil entró a la habitación con un ramo de flores en las manos.

-No, descuida- Rilian se separó de su padre dándole una leve sonrisa de agradecimiento -¿Qué haces aquí? Creí que estarías cuidando de mi hermano

-Quería ver como seguía- Liliandil dejó las flores en la mesa de noche que se encontraba junto a la cama de Susan -Además me ofrecí a cuidarla esta noche, Helen se veía cansada, por lo que decidí venir- la estrella se sentó junto a Susan, no sin antes peinar un poco el cabello oscuro de la muchacha.

-Gracias- Caspian le dio una sonrisa sincera a su ex esposa.

-No agradezcas, ella estuvo ahí para mi, no iba a dejarla sola- Liliandil le sonrió de vuelta al telmarino, pero de pronto las máquinas comenzaron a sonar, alertando a los presentes.

-¿Qué pasa?- Rilian sonaba asustado.

-No lo sé, iré por una enfermera- Liliandil salió de prisa en busca de ayuda.

Solo unos segundos después de que la estrella saliera de la habitación Susan abrió los ojos.

-¡Despertó!- una sonrisa adornó el rostro de Caspian y su hijo, haciendo que este último saliera de la habitación en busca de su madre y el doctor -Tranquila, todo está bien- Caspian irradiaba felicidad al ver a Susan despierta después de casi una semana.

-¿Dónde estoy?- la chica se encontraba desorientada, intentó levantarse pero Caspian la detuvo.

-No debes moverte, estás en el hospital, el doctor ya viene, amor- la chica asintió confundida y llevó una mano hasta su cabeza haciendo un gesto de dolor.

-Me duele la cabeza

-Si- Caspian sonrió entre lágrimas -Es normal, fue un golpe muy duro. En el momento en que Caspian terminó su frase entró un doctor acompañado de una enfermera y al ver a Susan despierta pidió que los dejaran a solas con la paciente para revisarla.

Mientras el doctor revisaba a Susan, Liliandil llamó a casa para dar la noticia de que la chica había despertado y en menos de 15 minutos toda la familia ya se encontraba en el hospital esperando el informe del médico.

Cinco minutos después salió el doctor avisando que podían pasar a ver a Susan. La primera en entrar fue Helen y al ver a su hija despierta no dudo en llenarla de besos.

-¿Cómo te sientes, hija?- 

-Bien- la chica sonrió dejándose consentir por su madre -Pero tengo mucha hambre- todos rieron al escuchar a Susan.

-Es normal, amor, estuviste casi una semana inconsciente- Caspian sonrió mientras dejaba un beso en la coronilla de su novia, pero le extrañó el que Susan se apartara al recibir el beso.

-¿Por qué me dices amor?

-¿Qué pasa Su, ya no reconoces a tu novio?- Edmund hizo una broma haciendo que los demás sonrieran, todos menos Susan.

-¿Mi novio?- la chica los veía confundida haciendo que las sonrisas se esfumaran y la preocupación comenzara a aparecer.

-Vamos Susan, no bromees- Lucy se acercó a los pies de la cama de su hermana -Es Caspian.

-No estoy jugando- la chica estaba seria mientras veía a todos en la habitación -Lo siento- los ojos de Susan no expresaban emoción alguna cuando se detuvo a ver a Caspian provocando que el corazón del telmarino diera un vuelco. Todo el amor que antes era visible en esos hermosos ojos azules se había esfumado, ahora era como ver un par de zafiros, fríos e indescifrables.   

Sin decir nada Caspian salió de la habitación, sentía un dolor en el pecho que oprimía su corazón con fuerza, podría decirse que sentía como si le hubieran arrancado el corazón. 

Edmund salió detrás de él encontrándolo sentado en el piso con la cabeza recargada en la pared con los ojos rojos y cristalizados. Sin decir nada, Ed se sentó junto a él.

-El doctor dice que fue causa del accidente, no te olvidó solo a ti, olvidó todo un año de su vida- la voz de Edmund sonaba calmada, no quería que Caspian sintiera que era culpa suya, pero el telmarino se limitó a asentir con la cabeza -No se sabe si...podrá recuperar la memoria- Edmund soltó un suspiro de frustración. 

Se quedaron sentados en el frío suelo del hospital hasta que Caspian decidió levantarse.

-¿A dónde vas?

-Voy a casa, no tengo nada que hacer, ella no me recuerda, no tiene sentido que siga aquí- Caspian se encogió de hombros y le agradeció a Edmund para después caminar hasta la salida del hospital y regresar a su casa teniendo el corazón roto. 

Las Crónicas de Narnia: Un nuevo mundoWhere stories live. Discover now