Capítulo 41

3.2K 265 12
                                    

(...)
Definitivamente mucho más divertido que David.

POV. Keira

El resto de la mañana la pasamos jugando con los cachorros, haciendo bromas a los cuarenta ya no tan insoportables y entre todos trantando de animar a mi querido David. La verdad es que me había chocado bastante su confesión, de verdad había estado secuestrada durante casi un año? Por mi tío? Era bastante de locos, pero eso explicaría muchas cosas. La obsesión de mis padres desde que era pequeña hasta que murió mi hermano de no dejarme salir mucho o alejarme de cualquier civilización, la otra obsesión que tenía con no dejarme ver a mi tio... Ahora que lo pienso, había bastantes cosas que mis padres hacían que me podrían haber dado una pista de que mi tío había hecho algo malo. Soy tonta. Como no me había dado cuenta antes? Pero lo que más me rondaba en la cabeza eran las últimas palabras de mi tío antes de desaparecer. Por que me diría aquello?

- Alpha Keira, le vendría bien que hablásemos ahora del motivo de nuestra llamada?- me preguntó Elsa educadamente, sacándome de mis pensamientos. Le brindé una sonrisa de concordancia.

- Si, será lo mejor, ya os he robado bastante de vuestro tiempo.- le dije amigablemente. Ella asintió y se fue para avisar a todos del comienzo de la reunión. Nos metimos todos en la cabaña y cerramos la puerta, quedando Chris y yo junto a los cuarenta dentro. Me aclaré la garganta para llamar la atención de todos. El murmullo que se había estado escuchando de fondo se apagó, quedando así todos los presentes pendientes de mis próximas palabras.

- Bien, os he citado aquí en mi territorio para hablaros sobre la posible cura del odio irracional entre vampiros y hombres lobo.- el murmullo volvió a comenzar, pero alguien lo acalló con un chist. Elsa.

- Gracias. Bien, como decía, Chris y yo somos mate y cuendi y los vampiros no sienten un odio irracional hacia mi y los hombres lobo no sienten un odio irracional hacia él. Eso se debe a que somo descendientes directos de Baltazar y Giselle, los dioses de nuestras razas. Según nos han dicho, nosotros somos los únicos que podemos hacer que este odio quede erradicado o que se prolongue su existencia hasta el fin de los tiempos. Según los dioses, debemos convenceros primero a vosotros antes de empezar una especie de gira para visitar a cada componente de ambas especies. Nos dijeron que cada vampiro u hombre lobo que tenga contacto con nosotros ya no sentirá mas el odio, pero que tenemos que tener contacto con todos los miembros de ambas especies (incluidos rogues y vampiros solitarios) antes de que nazca el próximo unicornio, lo cual ocurre cada diez años. El último nacimiento tuvo lugar hace cuatro. Nos quedan seis años para lograr nuestra misión o fallar en el intento. Vuestra misión es ser los primeros en recibir esta bendición y difundir la noticia para que todo el mundo venga a vernos de aquí a seis años. Nosotros también viajaremos por el mundo en busca de aquellos solitarios. Que decís? Nos ayudareis?- pregunté finalmente.

La sala se quedó en silencio hasta que fue interrumpido por la voz del quileute anciano que llegó el primero al claro. Mezon.

- Contad con los lobos de norteamérica.- dijo a la vez que asentía. Le sonreí, en agradecimiento, gesto que él devolvió gustoso.

- Con los vampiros también.- dijo una vampiresa, jefa del clan de los vampiros de norteamérica. Quileute y vampiresa se miraron fijamente antes de sonreírse y estrechar sus manos. Y así uno a uno fueron accediendo todos y cada uno de las personas a recibir nuestra bendición. Aunque Chris y yo tendríamos que practicar para poder traspasarla.

Salimos de la cabaña y avisamos a todos los miembros de la manada y a Daniel para que viniesen. Vinieron. Entonces Chris dio un paso al frente y juntó sus manos con el primer quileute que se encontraba en la fila que les había mandado formar. Samuel. Mi mate cogió las manos de Sam con ternura y dijo unas palabras en italiano. Al instante, de sus palmas salieron unos destellos azules que envolvieron las manos y el cuerpo del pequeño quileute. Yo observaba con curiosidad la escena, al igual que todos. Los ojos de Sam se iluminaron de un tono azulado antes de volver a su color natural. Entonces, bajo la atenta mirada de todos nosotros, el niño sonrió y se acercó a Daniel y lo abrazó con fuerza. El vampiro estaba rígido mientras que mi amigo lo apretaba con fuerza y total naturalidad.

- Dios, cuantas ganas tenia de hacer esto sin tener ganas de matarte!- exclamó una vez que se hubo separado. Reimos ante las palabras de mi amiguito. Entonces yo me acerqué a Daniel mordiéndome el labio inferior con fuerza.

Le cogí las manos.

- Me va a doler?- me preguntó trantando de esconder su nerviosismo bajo una capa de humor. Sonreí maliciosamente.

- El nene esta nervioso?- le pregunté con sorna mientras iba estirando mis brazos poco a poco.

- Queee? Nooo!!- dijo con la voz mas aguda de lo normal.

Rei antes de coger sus manos.- Solo te va a doler como si te pasara un camión por encima.- le dije en modo sarcástico que según pude notar le puso los pelos de punta.

- Keira, no bromees con est...

- Allá voy!- lo corté antes de agarrar sus manos con fuerza y decir las mismas palabras que Chris en italiano.

Vampiro y hombre lobo, ¿imposible?Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz