Capítulo 33

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(...)
- Gracias.- Conseguí murmurar antes de caer en los reconfortantes brazos de Morfeo.

POV. Chris

Cuando Keira se durmió en su forma lobuna junto con el pequeño Samuel me levanté, le besé en la cabeza y fui a la cabaña en busca de una manta para taparlos. Abrí la puerta y me encontré a todos los integrantes de la futura manada despiertos y en posición de ataque. Incluso los más pequeños que todavía no podían transformarse. Fruncí el ceño.

- Qué hacéis despiertos?- pregunté.

- O Christian eres tu, es que como escuchamos aullar a la alpha Keira nos asustamos y pensamos que había pasado algo...- Me contestó Lily. Mi ceño se relajó.

- No pasó nada, Kei tan solo aulló para convocar a todoss los alphas del mundo a una reunión.

- En serio?- preguntó incrédulo Jasper.- No entendí lo que decía el aullido.

- Porque según lo que me dijo Keira tan solo lo pueden entender los alphas y algunos betas.

- Oh.

- Bueno, y ahora descansad todos, Daniel y yo vigilaremos.- Añadí. Los quileutes me hicieron caso y se fueron cada uno a su cama. Incluso los mayores. Cuando estuvieron todos acomodados busqué una manta que era enorme y volví afuera. Al pararme donde se encontraban los dos lobos me enternecí al ver a Keira pasar una pata por encima de Sam en ademán protector. Ambos seguían dormidos pero mi cuendi temblaba ligeramente. Sonreí dulcemente y les pasé la manta por encima, arropándolos. Me alejé de donde se encontraban y me interné un poco más en el bosque, siguiendo el rastro que había dejado Daniel. Lo encontré tumbado mirando al cielo encima de una de las ramas más altas de un árbol.
Nunca cambiará.- pensé.

Subí como pude hasta donde se encontraba mi hermano adoptivo.

- Por qué estás aquí?- le pregunté suavemente.

- Por Keira. A parte de ser mi primerq amiga quileute es la única que me supera en velocidad en escalar un árbol, tengo que averiguar sus métodos de entrenamiento.- Dijo bromeando. Ambos reimos suavemente.

- Va, en serio, por qué?

- Porque ella me comprende cuando le digo que me da miedo la eternidad.   Porque como me dijo ella, hasta que yo lo hice, nadie le había preguntado si le temía a algo, y déjame decirte que en realidad le teme a bastantes cosas. Todos daban por echo que no le temía a nada simplemente por el echo de tratar con la cabeza fría cualquier problema. Me siento identificado con ella, y quiero ayudarla en todo lo que pueda, porque estoy seguro de que ella me ayudará a mi a encontrar mi lugar en el mundo.

- No estarás pensando en conquistarla,no?- le dije para quitar la tensión que se había formado.

Él rió.- Sería como enamorarme de mi hermana. Ella es eso para mi, la hermana que nunca tuvimos. Es así tanto para mi como para James, Josh, Jessy y Finnick. Igual para Julian y Marcus. Y si no fuera tu cuendi seguramente nunca la habríamos conocido, y nos abríamos quedado sin hermanita pequeña.- Dijo con una sonrisa. Me miró a los ojos y habló serio.- Cuando vas a llamar a los jefes?

Resoplé.- Mañana a la tarde, cuando salgamos de clase.

- Emmm... Hablando de eso... Ya le pedí permiso a papa y mama y... Voy a ir a clase yo también.

Abrí mucho los ojos, sorprendido.- Y eso?

Él se encogió de hombros.- Siempre quise volver a asistir a clase. Tengo un poco olvidadas las lecciones de matematicas, pero me las apañaré.- Dijo sonriendo felizmente. Se le veía realmente entusiasmado con la idea de asistir despues de tantos años a clase.

Vampiro y hombre lobo, ¿imposible?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora