Vampiro y hombre lobo, ¿imposible?

Capítulo 3

(...)
Sonreí con suficiencia.- Porque puedo leer los pensamientos.

- Y c-cómo es eso posible?- Me preguntó temblando.

- No lo sep- le respondí intentando aguantar la risa.

- Estás bien? Es que estás toda roja...

Y ya no pude más y estallé en carcajadas. No de esas que haces cuando estas con el chico que te gusta que son modositas y muy dulces, no, esas carcajadas que te hacen parecer una foca retrasada. Hacía tiempo que no me reía así, es reconfortante a parte de muy embarazoso...

- Por qué te ríes? - Me preguntó despues de un rato, cuando ya me había calmado.

- De...de...

- De que te está tomando el pelo.- Finalizó David por mi. Él intentaba no reír para no perder esa pose de macho "rudo", pero yo podia observar que concentraba todos sus esfuerzos en no sonreír.

- Eeh? - El pelirrojo todavía no entendía.

Carraspeé para aclararme la garganta.- Lo siento mucho, pero no leo los pensamientos, lo siento mucho de verdad, pero no pude evitarlo, debiste ver tu cara...

- Yo...Eee... Bueno, no pasa nada, seguro tenía una cara de pánico y confusión terrible.- Contestó con una sonrisa torcida. Yo simplemente asentí.

- Bueno...

- Jack.

- Jack... Te quedas o te doy provisiones?- Cuestioné.

- Supongo que.... Me quedo.

Suspiré aliviada, no sabía por qué, había estado reteniendo el aire esperando su respuesta, supongo que me caía bien ese chico...

- Entonces ven, mi padre ya debió comenzar a meteros en la manada.

Una hora después...

- Jack, David, me voy al gimnasio, venís? - Les pregunté por el enlace de la manada.

- Sip.- Dijo mi primo, recalcando la p.

- Ok. Espera... Tu vas al gimnasio?
- No voy a discutir contigo por el link de la manada, si voy al gimnasio más o menos cuatro horas al día, no crees que el próximo alpha debe ser tan o más fuerte que su predecesor?
- Si... Espera, tu eres la siguiente alpha?
- Dios.... Te lo explico en el gimnasio.
- Ok.

Después de nuestro diálogo de besugos se escucharon algunas risas por el link. Es que nadie había informado a Jack de nada?

Fui caminando con mi bolsa de deportes hasta el gimnasio desde el edificio común de la manada, donde dormimos todos en habitaciones de dos personas. El exterior de edificio es muy antiguo,  parece un castillo medieval, pero el interior es bastante moderno, las paredes son de piedra, pero el moviliario es de muchos colores bien combinados.

Empujé la puerta del gimnasio con el hombro a la vez que ataba mi largo cabello rizo verde en una cola de caballo. Jack todavía no me había visto en forma humana, esperaba que no se asustase con mis piercings, tatuajes y mi pelo verde...

Saludé con un movimiento de cabeza a la recepcionista y al jefe y me interné en los vestuarios. Me puse una camiseta de tirantes que conjuntaba con mi pelo y ojos, unos shorts negros y unas zapatillas deportivas del mismo color. Me puse mis guantes de boxeo violetas y salí del vestuario.

Me coloqué frente al saco e iba a empezar a golpear, cuando la puerta de las instalaciones se abrió. Por ella entraron David y Jack hablando. Me pregunté cómo habría reconocido Jack a mi primo...