Capítulo 49

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(...)
Ya habíamos hecho la primera cosa por nuestro futuro hijo o hija.

Nueve meses después...

POV. Keira

- Bien, señorita, empuje fuerte una última vez a la de tres.- me dijo el doctor. Ya habían pasado nueve meses desde el pacto con los fae. Los habíamos acompañado en su viaje a España y no había pasado nada fuera de lo común en el avión. Había pasado nueve puñeteros meses que se asemejaron a un infierno. Nueve putos meses con un bebe dentro de mi que me daba el coñazo y que hasta que empezó el parto hace una hora más o menos, me había impedido transformarme en humana. Y según me transformo, puf! Ale, ya quiero salir, joróbate y sufre mientras me expulsas de tu vagina. Pues no. Aquí estoy yo, agarrando tan fuerte la mano de Christian que creo que se la partiré en dos y gritandole improperios a la criatura que va a salir de mi. A los pocos segundos escuché un llanto melodioso. Era el llanto de la salvación. Ya había nacido el niño/niña y ya se acabó el sufrimiento. Party!!

- Es una niña.- dijo el doctor con una voz llena de ternura.- una niña con unos preciosos ojos azules.

Sonreí. Como los de su padre.- pensé.- antes de convertirse en vampiro.

El médico me colocó en mis agotados brazos a una pequeña criaturita que tenía los ojos más azules y más grandes que hubiera visto jamás. Eran de un azul marino con un trocito verde. Eran fascinantes. Me quedé embelesada mirando a aquella hermosa niña lo que me pareció una eternidad antes de que una enfermera me la pidiera para bañarla. La miré con desconfianza antes de entregarle a mi pequeña entre gruñidos disimulados y muy a regañadientes. Cuando salió por la puerta con mi hija en brazos suspiré con cansancio. Miré a mi izquierda y allí se hallaba un muy sonriente Chris sobándose la mano que instantes antes había corrido el riesgo de ser demolida. Lo miré a los ojos y nos sonreimos con felicidad antes de besarnos apasionadamente.

- Oh, dios mio, ya vais a por el siguiente? Si todavía no habeis disfrutado de este!!- dijo una voz a nuestras espaldas, sobresaltándonos a ambos y provocando nuestra separación inmediata y un brinco por el susto. Fulminé con la mirada al chico aparentemente joven que se encontraba a mi lado cogido de la mano de una chica morena muy guapa.

- Daniel, mierda, dolió muchísimo, creo que no voy a tener otro en muuuucho tiempo.- le confesé sobándome mi inflada tripa.- Dios, que gusto volver a poder mover los dedos de los pies por separado...- dije realizando ese mismo movimiento con ambos pies.

- Y mi sobrina?- dijeron Amy y Daniel a la vez. Amy estaba embarazada de dos meses. Aquí nadie perdía el tiempo.

- Se la acaban de llevar para bañarla.- le dijo mi mate.

- Oooh, yo quería verla....- dijo Daniel haciendo un puchero. Los tres reimos ante su comportamiento infantil.

- Ahora mismo la vas a poder ver.- le dijo una enfermera que en aquel momento entraba con mi niña en brazos. Una sonrisa enorme se instaló en mi cara mientras la cogía en brazos. Le habían puesto un trajecito de lana que la madre de Christian le había tejido meses antes. Daniel se acercó corriendo a mi lado como un niñito pequeño y se tumbó conmigo en la cama. Miró a la niña a los ojos. La pequeña lo analizaba con curiosidad, cada movimiento, cada sonido, cada sensación.

- Uauh.... Es...

- Hermosa...- finalizó por él Amy la frase. Sonreí.

- Como su madre.- dijo mi novio.

- Pero tiene los ojos de su padre.- añadí yo. Chris se acercó a la niña por primera vez. Pude ver que andaba inseguro, como midiendo su fuerza de voluntad.

Vampiro y hombre lobo, ¿imposible?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora