Enigmático Lord

Capítulo VI

Enigmático Lord
VI
Misión cumplida

Todos estuvieron de acuerdo en dar un paseo antes del almuerzo, sobre todo  Lady Izayoi quién deseaba charlar con su adorado hijo después de tanto tiempo sin verlo, la distracción perfecta en el momento adecuado.

El Duque decidió abordar a su nuera ofreciendo su brazo caballerosamente y con el su compañía mientras caminaban pacíficamente por los caminos del bello jardín, quedándose a unos pasos más atrás que su esposa y su hijo intencionalmente.

Entonces, decidió comenzar la charla sutilmente, al ver que la joven no daba muestras de querer iniciar una conversación, aunque estaba casi seguro de que probablemente era a causa de estar distraída observando las flores que ya comenzaban a marchitarse a causa de la llegada del otoño.

—¿Es de su agrado el jardín? Lady Kagome —Increpó con una sonrisilla.

A Kagome le tomó por sorpresa, la verdad si había estado distraída con sus pensamientos. Había estado observando el comportamiento del Marqués con su madre, se veía realmente atento con ella sin perder ese característico toque de seriedad y serenidad a donde sea y con quién sea que fuera... Además de que sin poder evitarlo, había comenzado a compararlo con su propio padre, bastante distinto a él.... ¡Debía ser adoptado! Pues no conseguía encontrar semejanzas entre él y su familia... Al menos no en forma de actuar o personalidad. Sesshomaru era un hombre apático y bastante orgulloso, sin dejar de ser servicial muy a su manera.... O algo así.... ¡Tampoco podía categorizarlo como alguien servicial!

—¡Oh si! —Ella respondió volviendo en sí, no quería parecer descortés —Es maravilloso, ¿sabe?.. Me la paso aquí la mayoría del tiempo... Siempre he creído que la naturaleza ayuda a despejar la mente.... Y sobre todo si es acompañada de una caminata —Agregó con una sonrisa apenada.

—Tiene usted toda la razón, siempre le digo a mi querida Izayoi que una caminata diaria es muy buena para la salud —Lo había logrado, había comenzado una charla —Lo único que lamento, es que en York no poseamos un jardín tan estupendo como éste... —Desvió su mirada ligeramente, era la hora de realizar el comentario—Mi hijo siempre ha sido un amante de la naturaleza, cuando decidió venir a vivir a Chatsworth creo que lo impulso el deseo de estar cerca de los árboles y el aire fresco... Jamás ha sido gustoso de vivir en la ciudad... —Comentó observando las facciones de la jovencita, analizándola.

A nuestra protagonista no le sorprendió mucho, aunque si debía admitir que le había llamado la atención aquel comentario, pues, ahora que lo pensaba, ¿Cómo disfrutaba de la naturaleza... Si nunca salía de esa oficina? En el corto tiempo que llevaba en la casa, nunca se había cruzado con él, al menos no en los jardines... Y eso que ella pasaba bastante tiempo en ellos.... Dirigió su mirada hacia él, que seguía caminando adelante con su madre... ¿Existía otra cosa más rara de él que no supiera...?

En cambio, Toga pudo percibir que  ella estaba absorta en sí misma, dirigió su mirada hacia dónde ella miraba y descubrió que miraba a su hijo... Pero no pudo descifrar los sentimientos que se expresaban a través de esa mirada. Entonces decidió comenzar de nuevo...

—Pero... Dígame, ¿Qué le parece su estadía aquí en Chatsworth? ¿Es de su agrado? — Inquirió nuevamente con una curiosidad aún más persistente.

—Me alegra decir que si, es maravillosa su excelencia.... Creo que no he podido encontrar momentos tan dichosos en otro lugar por un lapso de tiempo tan corto —Y era real aquello, la única perturbación había sido la que él había causado en su oficina —