Tiempo

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- Beck...

- ¡Angel! - Salto a abrazarlo.

- ¿cómo estás? linda - dice abrazándome.

- Bien, bien... trabajando. - digo dejándole observar un poco a su alrededor.

- he, este lugar está muy bien montado, que guay. - alborota mi cabello.

- en la segunda planta estan los salones, aquí abajo es el área de recreación y descanso, hemos logrado hacer un buen convenio con el gobierno estatal y lo hemos mejorado mucho. - digo emocionado.

- estoy muy feliz por todos a los que están ayudando y por ti también niña. - dice acercandose a la escalera desde donde se observa mejor los ventanales en representación de algunas pinturas.

- ¿Otelo? - cuestiona.

- no es una obra muy conocida pero me gusta. - sonrió.

- lo sé, me leiste El moro cuando estábamos en la escuela. - sonríe.

- ven te enseñaré los salones de música. - tomo su muñeca y lo llevo arriba corriendo, abro ambas puertas y como esperaba levanta las cejas por la sorpresa.

- ¡vaya, vaya! son unos niños con suerte. - dice entrando.

- ya lo creo conseguimos muy buenos maestros, quiero verlos crecer y alcanzar sus sueños. - digo pasando mi mano por el piano.

- seguro que lo harán Beck...- no luce muy feliz.

- ¿esta todo bien? - pregunto observándole con cuidado, realmente no parece estarlo.

- no lo está. - dice serio.

- ¿que sucede?

- es sobre El licenciado...- dice, ay no... ¿ahora que?

- ¿que pasa con él?

- voy a ser directo ¿vale? - suelta, yo me limitó a asentir.- fui a la universidad arreglar algunos papeles que dejé pendientes, pero en el estacionamiento encontre a tu licenciado discutiendo con otro tío seguramente de su edad, abría pasado de ellos pero escuche tu nombre y no pude evitar quedarme, el otro tío le estaba exigiendo a tu novio que te dijera la verdad y que cortara contigo de una buena vez, no lo entendí bien, pero mencionaron a otra persona, cuando me vio se puso como loco y me amenazó prohibiendome que no te lo dijera pero es obvio que algo anda mal, yo me marchó esta noche a boston, no querría dejarte así, Beck... con este problema...

- estaré bien. - logro decir al oír que ya se va.

- lo sé, has crecido, te siento más fuerte.- me abraza.

- también e ido a terapia. - le recuerdo y reímos aún que me vence el sentimentalismo y me hecho a llorar, este me aparta un poco y limpia mis lágrimas.

- estoy seguro que todo saldrá bien. - besa mi frente.

- ¡¡¡Beck!!! - se escucha un ruido estruendoso, en el pasillo.

- vete ya, es él... Lo solucionare yo.- musito.

- vale. - responde tomando mi mano y besándola, aparece en el umbral de la puesta la silueta de Alex, Angel camina directo hacia la salia firme, y pasando junto a Alex choca contra su hombro y pasa de él.

- Beck...

- ¿cómo estas? - pregunto, hace una semana que no lo veía y aún que lo hecha a de menos siento que la decepción me vence.

- mi amor...

- ya se, fuiste un imbesil y lo sientes. - respondo por él.

- Beck...

- Alex... te quiero, pero me quiero mucho mas a mi, así que si no vas a decirme que sucede puedes irte y no regreses. - digo caminando hacia la salida del salón, paso junto a él y este apenas si se mueve.

- dijiste que mientras me quisieras nada podría alejarte de mi. - dice deteniendome.

- no hecho lo contrario, eres tu quien me aleja. - respondo con l a os un poco quebrada.

- no puedo decírtelo ahora, no estoy listo...

- ¿listo para que?

- para perderte. - suspiro cansada, es el mismo cuento de siempre.

- como sea, tengo clase. - respondo y salgo de allí limpiando e las lagrimas, paso de él, no quiero un hombre ordinario en mi vida pero eso no significa que quiera una relación llena de problemas.

Sr. ManciniWhere stories live. Discover now