Sr. Mancini

Extraño

Llegue a su departamento, generalmente pasamos el tiempo en su casa, pero tampoco me desagrada, es elegante y espacioso.

- ¿tomas algo? - pregunta sirviéndose wisky.

- sabes que no, no querría terminar haciéndote un baile desnuda.- bromeo.

- por favor, puedes hacerlo para mi.- ríe.

- en realidad hoy quisiera hablar...

- claro... ¿Dime?

- bueno...- dejo mi bolso en el sofá y me acerco a él.- has estado actuando extraño, Alex... No solo le e notado yo y para ser honesta me preocupa...

- ¿Extraño?

- Si, es que... Angel me dijo que... Bueno no importa lo que dijo, pero tu entiendes ¿cierto? - bebe su trago de un solo golpe y deja el vazo en su lugar.

- perdoname, tal vez tienes razón e estado siendo algo impulsivo y sobre protector...- dice relamiendo sus labios, tomó su mano intentando que me comprenda.

- es que no hay ningún peligro, ni razones para ser sobre protector, quiero que tengamos algo duradero y normal, mientras yo te quiera a ti, nada podrá cambiar mi decisión...- suelto apenada, mis mejillas empiezan a sentirse calientes, levanta su mano libre, la lleva a mi mejilla y acaricia despacio.

- Beck...

- sabes que nada es seguro en la vida Alex, pero yo te quiero a ti, no lo dudes nunca, jamas haría nada que te haga daño, mi intención es estar contigo mientras...

- No lo digas, yo lo se, mi amor...- me calla y junta sus labios con los míos con ese sabor fuerte a alcohol, me embriaga, suelta mi mano y me acerca a su cuerpo en volviendo mi cintura, baja el cordon de mi blusita y besa mi hombro, su boca fria, sube un poco y otro poco.

- hoy no Alex...- siseo derritiendome...

- ¿por qué no? Te deseo tanto.- me susurra besando mi cuello rozando el lóbulo de mi oído, tengo miedo de ceder, lo deseo pero las cosas no están bien del todo y... Toma mis labios y me hace retroceder paso a paso, su aliento a alcohol me embriaga.

- hoy no...- Susurro, va bajando el ritmo de sus besos y se queda observandome.

- ¿¡es por el niño ese!? - cuestiona apartándose.

- ¿qué? No, el no tiene nada que ver, esto es exactamente de lo que hablo.- me arreglo la blusa e intento acercarme, hay menos de un metro de distancia pero en cuestión de segundos empezo a sentirse como kilómetros.

- Alex... ¿Que sucede?

- Dímelo tu... Derrepente, no quieres ni estar conmigo.

- Alex no voltees las cosas, sabes que puedes confiar en mi yo...

- sabes que, esta bien... me largo.- dice tomando su saco, el bulto entre sus piernas le hace lucir el pantalon más ajustado, me siento culpable por rechazarlo, lo deseo claro que si, pero no quiero todo esto así.

- no te vayas, por favor hablemos.- pido, pero en un par de pasos largos ya está fuera tira la puerta detrás de él.

¡¡¡Maldición!!!

Tomó mi bolso y salgo detrás de él... uno de los elevadores ya está bajando así que corro y tomó rápido el siguiente, la típica musiquita para dormir a la gente en los elevadores suena desesperandome, las puertas se abren y salgo corriendo.

- ¡ALEX! - grito y este se detiene antes de las escaleras que dan hacia la salida, da vuelta.

- que diablos sucede, dimelo ahora. - pido herida por su comportamiento acercándome a él. - ¿hay alguien mas? - pregunto realmente confundída es que no logro entender nada, su repentino comportamiento, sus berrinches.

- ¿hablas en serio? Claro que si... todos tus amiguitos ¿es que crees que soy yo? esto me pasa a mi por salir con una niñata que no tiene ni un poco de seriedad.- escupe furioso, jamás... me había hablado así.

- Alex... - musito.- ¿estas ebrio? voy a hacer de cuenta que lo dijiste por el alcohol, me limpio un par de lágrimas que empezaban a rodar, pasó junto a él bajo las gradas tan rápido como me es posible y tomo un taxi.

No puedo entenderlo... que está mal con él o conmigo ¿que esta mal?