En mi defensa

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Narra Alex

- ella a pasado por cosas muy difíciles, no tengo ninguna expectativa de ti, pero eres bueno con la sorpresas. - hace un énfasis en la palabra sorpresa y se bien por que. - y solo por eso voy a pedirte que si no tienes buenas intenciones, que si no vas a esforzarte por hacerla feliz, tomes tu camino, ya la he visto apagarse muchas veces ella merece ser feliz...- dice el padre de mi novia, mia. - creo en el amor, no hay nada más poderoso que ese sentimiento, de no ser por el hoy por hoy esta familia que vez ahora no estaría en pie... Amo a mi hija con toda el alma y nada es mas importante para mi que mi familia, espero que la cuides y que no olvides que no esta sola. - dice actuando demaciado sobre protector y le sobran razones actuar así, deja su vazo en la mesa y se levanta dándome un par de palmadas en la espalda.

- Sr Mancini...- juguetea relamiendo sus labios.

- date vuelta e inclinate. - ordeno, meto mi polla inchada en su vagina dilatada por la presión de las nalgadas, tiene prohibido gemir.

- Sr...- susurra de nuevo... Pero continuó embistiendo, su respiración la delata. Ya no puede más... Me detengo y la levanto del piso tomando su brazo.

Si ya no la tengo en mi vida, vivo para darle a mi hijo las herramientas para formar una vida mejor que la mía, pero sin ella aquí... también vivo para darle rienda suelta a mi lado oscuro, para desatar las cadenas del monstruo que vive en mi y al que nunca quise soltar.

- esperame en la habitación y mientras prepárate para dormir. - ordenó.

- Alex...- Le doy un pequeño beso en la frente y es suficiente para que se conforme y retire, me subo el pantalón y tomo mi vazo de whisky, camino por la sala oscuro viendo a cada paso cada escena con ella, desaparece maldita sea... Ya no quiero amarte.

- Señor he cometido errores como cualquier otro ser humano, pero ella es el amor de mi vida y no hay nada que no haría para hacerla feliz.- respondo con la cara en alto.

- es lo único que podemos pedirte, ella te ama y si es contigo con quien desea compartir su vida, respetamos su decisión, mirala... No quiero ver jamás que esa luz que emana de mi hija se pague.

- mas, ¡mas! - grita presionó su cuello hasta que su rostro enrojese, mientras embistió salvaje sobre su coño húmedo, terminó de venirme dentro, toce muy fuerte y le doy un respiro... Toma la toalla que había dejado caer la piso y se posa frente a mi.

- se que no puedo ir por allí diciendo que tenemos algo... Pero ¿podría ser tu novia? Yo te quiero y se que tu no a mi, pero...

- Jimena...

- no, no me digas que no, te prometo que nadie lo sabrá, solo...

- vale, pero yo no soy la clase de novio que dará regalos, que tiene detalles o que te sacara tomando tu mano a algún lugar... No te hagas esperanzas falsas esto es pasajero, yo no volveré a amar a una mujer.

- Mirala bien, te la estoy entregando sana y llena de vida, cuidala. - advierte su madre amable pero noto el rigor de sus palabras cuando me despido, Beck se sube al coche y su padre se acerca a despedirse hechadome una última mirada de advertencia, arrancó el coche y salimos de camino a la ciudad.

- me alegra que todo haya salido mejor de lo que esperaba.- entrelaza nuestras manos y comienza a tararear una canción que desconozco pero va con su personalidad alegre, que haría sin ella... Sin su sonrisa, sin sus bonitos ojos iluminando mis días, me entra un pánico horrible al verla sonriendo, tarareando sacando una mano fuera del coche para sentir la briza, al ver como le pega el sol en la mitad de su rostro... Si la pierdo, si la vuelvo a perder lo abre perdido todo.

Cuando lo sepa todo... Cuando sepa la mierda que cargo por mis acciones cuando no estoy con ella, la bate perdido, mi lugar en este mundo es donde ella esté, el sentido de mi vida es el que ella le dio, no puedo perderla de nuevo.

Después de conducir un rato le enseño su sorpresa, su alegría es tan grande que no termina de creerselo, debí llevarle  a conocer a mi familia desde el principio, si no fuera por que mi pasado esta enterrado en ese lugar, la abría llevado el día que la conocí, perdida en sus pensamientos por la admiración que le causaban esas pinturas. Joder, en que problema me he metido, en mi defensa... No creí que regresaría a mi.

Sr. ManciniWhere stories live. Discover now