Sr. Mancini

¿Luca?

Me dormí en sus brazos, el calor de su cuerpo me en volvía y reconfortaba, pero mi mente intentaba sostenerse con fuerza de tantas preguntas que estaban rondandola.

Lo observo dormir tan tranquilo, sus pestañas espesas y largas, sus labios ni tan delgados, ni demasiado gruesos, pero rojos, mas rojos que los mios, la ligera barba que ya le empezó a crecer, me duele el abdomen.

Lo quiero, pensar que ya no pueda estar asi, me duele en el alma y no quiero imaginar esa posibilidad... Muerdo mis labios imaginando sus besos, que haría si ya no pudiera sentirlos, mi corazón late como loco imaginándolo.

¿En que momento me enamore así?

- si sigues mirándome así, vas a hacer que te folle de nuevo, mi amor.- dice dándome un beso corto en mi mejilla, tiene la voz ronca, estaba profundamente dormido.

- no me molesta la idea.- murmuro pegandome mas a él, sonríe.

- ¡te amo! - susurra en mi oído...

Acaso dijo...

Mi corazón esta paralizado, nada en mi cuerpo reacciona ¿me ama?

- ¿Beck? - pregunta levantando mi rostro.- perdona, no quería asustarte, solo...

- No me asustaste.- susurro.- también te amo.- logro decir contra sus labios, Trae una sonrisa increíble, sus ojos brillantes me descolocan.

¿Lo amo?

Me atrae a él y junta nuestros labios con delicadeza...

- ¡te amo, te amo, te amo! - dice con la sonrisa tatuada, besa mil veces mis labios, haciéndome reir, me abraza fuerte.

- Alex... ¿Que esta pasando entre nosotros? - murmuro apartándome un poco.

- no entiendo.- responde sentándose, lo imito y me pongo frente a él, su mirada entristece un poco, esta bien, el miedo me vencio o lo suelto todo ahora o no podre hacerlo después.

- No pensé que estuviéramos yendo por este camino, pero estoy segura que estoy enamorada de ti y tengo miedo, por que es algo que no planee, por que ya no tengo el control de mis sentimientos.- digo limpiando una lágrima que resbala por mi mejilla, lamentablemente no estoy dispuesta a iniciar nada sin tener las cosas claras y si no van... Pues cada quien por su camino, aun que me me duele estúpidamente.

- Beck, yo no se... No se como paso, mirame, no soy un jovenvito como el tío con el que salias, estoy a nada de mis treinta años y e vivido muchas cosas, no lo planee, te vi...- toma mi mano con cuidado.- Conversamos un poco y me encantaste, jamas nadie me había hecho sentir así... Te amo y lo único que puedo desear es que seas mía y de nadie mas...- dice sonriendome con la mirada de un niño que encontró a su teddy.

- entonces, ¿tu y yo...?

- estamos juntos oficialmente.- dice mordiendo su labio inferior.

- juntos.- susurro.

- ahora quita esa mirada de tristesa.- salta sobre mi y me ataca con cosquillas, ¡odio las cosquillas!

- sueltame, ¡para! - chillo riendo como loca, reímos hasta que la puerta se abre despacio.

- ¿papa? - pregunta Matti, soñoliento, no sentamos y Alex enciende la lámpara de noche.

- ven aquí, pequeño.- dice, Matti corre y sube a la cama.- ¿te despertamos? - pregunta abrazándolo, asiente y apoya su cabezita en el hombro de su padre.

- ¿Matti, quieres dormir con nosotros? - preguntó ofreciendole un espacio entre Alex y yo... Su padre me mira sorprendido.

- ¿puedo, papá? - pregunta, él sonríe y acepta, lo recuesta en medio de ambos.

- princesa ¿me cuentas un cuento? - pide cuando su papa apaga la luz, se apega mas a mi y se acomoda sobre mi brazo, por un instante no reacciono, me abraza dulce y sereno, temo que las lágrimas desborden mis ojos, el recuerdo de Luca me golpea fuerte ¡respira, respira!

- Vale...- finjo una sonrisa.- había una vez...